sábado, 22 de marzo de 2008

Los orígenes de Roma

Los orígenes de Roma

Los orígenes de Roma se mueven en un mundo difuso de neblinas mitológicas. La fecha de fundación, al menos la oficial, la del 754 AC. es una fecha definida Varrón en el siglo I AC, en función de cálculos realizados por los historiadores romanos de la época. Polibio y Pisón daban también fechas próximas mientras como el 752 otros como Fabio Pictor, algo más antiguo, daban el 748 AC.

Lo cierto es que los orígenes de la fundación de Roma caen dentro de un oscurantismo sazonado por grandes dosis de leyendas y mitologías, en buena parta interesadas por medio de las propias leyendas de las grandes familias romanas. Por ejemplo el mito de Rómulo y Remo, relacionándoles con el de Eneas y Iulo, tiene como interés político, entroncar a los Julios, ya en la época de la dictadura de César, con los orígenes romanos y divinos. En general, las grandes familias romanas decían descender de tales reyes, o incluso dioses rivalizando en ello con el resto, buscando una mejora en su dignitas familiar que los hiciera algo superiores en la lucha política.

Sin embargo, estas leyendas y genealogías, se han de contemplar como exageradas e interesadas. Aunque en muchos casos tendrían algún fundamento.

Si hemos de buscar los orígenes de Roma quizás hubiera que hacer hincapié en el tipo de mundo itálico del siglo VIII AC. Por una parte, los griegos aún no se habrían asentado en Italia, pero no tardarían mucho, sobretodo en la búsqueda de metales en Etruria, en la isla de Ischia y en Cumas, en el 775 AC y en el interés por las rutas continentales del estaño.
Se puede decir que la península estaba dividida en tres grandes grupos: los latinos junto con sus familiares volscos y sabinos, las tribus sabélicas en el lado oriental de los Apeninos, y los etruscos en la cuenca del Arno. La gran planicie del Po, quedaría como zona de paso de otras tribus de origen indoeuropeo de tipo ganadero, posiblemente los retennos y posteriormente los celtas.

Es complejo hablar de los orígenes de los etruscos. Herodoto habla de su origen Lidio y su emigración por carestía al mando de su rey Tyrrenos, en el siglo XIII AC. Pero en el siglo XIII, Anatolia occidental vivía dividida entre la sumisión teórica al Gran Rey de los Hititas y el mundo micénico. Los micénicos eran comerciantes y piratas, expertos en la navegación. Habían tomada desde el siglo XV, la sustitución de los cretenses en las rutas de navegación mediterránea. No olvidemos que antes del 1200 AC, estamos hablando de la edad de Bronce y el hierro aún no era conocido. Sobre el hierro y su uso también existe una gran incógnita en la historia. Sin embargo, volviendo a lo que nos interesa, los Lidios, serían posteriores a ese siglo XIII AC.

Lo más probable es que existiera un asentamiento muy antiguo de tipo colonial, quizás de origen cretense, en la zona de etruria, para poder tener acceso al bronce y a las rutas continentales del estaño. Si posteriormente los micénicos lo ampliaron y se fusionaron con elementos locales de tipo reteno o retio. Sin embargo, la contra es que los micénicos eran indoeuropeos y griegos, y el origen griego e indoeuropeo de los etruscos hubiera quedado marcado, cuando lo cierto es que no son indoeuropeos. Por lo tanto, hemos de pensar en que el mundo del Egeo del siglo XIII, o incluso de la gran invasión de los pueblos del mar en el 1200 AC, existían pueblos no micénicos, también navegantes, posiblemente relacionados con los cretenses y pobladores del Asia Menor anteriores a los griegos jonios.

Una mezcla final que convierte a la Etruria del siglo XII en los inicios de una civilización refinada, urbana, marítima... en un entorno de pueblos nómadas, indoeuropeos, ganaderos...

Esta primera civilización etrusca, en torno al siglo XI-XII AC, tardará en expandirse. Primero a lo largo del Arno y en la Etruria septentrional. Pero posiblemente, en torno al 900 u 800 AC, los etruscos ya pudieron expandirse de forma más importante, hacia el sur.

Es en este aspecto, en el de la expansión etrusca, de esta época cuando seguramente surge Roma. Si los etruscos se mueven del Norte al Sur, seguramente atacarían asentamientos latinos y sabinos al norte del Tíber. De hecho, existirán asentamientos latinos tardíos al norte del Tíber, hasta bien entrada la república, a pesar del dominio etrusco sobre la zona. En esto debemos considerar que los etruscos, se mueven en forma de ligas. Cada ciudad mantiene el esquema de aristocracia y de reyes propios, típico de una ciudad estado. No existe un rey de todos los etruscos, aunque son conscientes de su origen común y de la creación de poderosas ligas de ciudades. En esta etapa, más dinámica, del pueblo etrusco, los métodos de guerra, debieron apoyarse en la superioridad de sus armas de hierro y el dominio de la metalurgia y de los metales de Etruria.

Por lo tanto, en una primera etapa expansiva hacia el sur, vencerían a diferentes tribus y asentamientos de origen latino. Un contingente de dichos latinos, formados por latinos propiamente dichos pero también por contingentes sabinos, acabarían formando una especie de muro de contención en la orilla sur del Tíber, en torno a un elemento importante como será el puente de madera sobre el Tíber.

El asentamiento se concentrará en torno a diversos montículos defensivos. El más primitivo sería el Palatino, pero también las fortalezas naturales del Arx y el Capitolio.

Estos refugiados, tendrían carácter militar. Se reorganizarían en tres tribus, las tres tribus clásicas iniciales romanas de Titios, Ramnes y Luceres, cada una de ellas con diferencias étnicas y de origen y posiblemente representantes de una organización militar producida por la desbandada latina en la Etruria del Sur.
Estos grupos no desconocerían a los etruscos. Habrían tratado con ellos, e incluso en algún periodo anterior pudieron estar sometidos a ellos. Quizás se trata de los restos de una gran rebelión latina o los restos de la resistencia a la invasión etrusca. Sin embargo hay varias características que les confieren peculiaridades propias con respecto a los latinos del sur. Mientras los latinos del sur, los latinos históricos, están claramente definidos y organizados, con cultos comunes y organizaciones comunes en torno a Alba Longa, los romanos, aunque participantes de la latinidad, no serán ni pertenecerán propiamente a esta Liga Latina. Su estructura social organizada siempre tendrá un carácter de tipo militar. Si bien se mantienen herencias típicas indoeuropeas como el derecho de ciudadanía a todo hombre libre capaz de empuñar las armas, los romanos acentúan aún más su carácter militar.

Su organización primaria no es la división en las tres tribus clásicas, sino en los tres cuarteles iniciales: Palatino, Subura y Esquilino. Estos tres cuarteles forman la primera Roma, las primeras tres tribus históricas, evolución de la de Titios, Ramnes y Luceres. Cada uno de los tres cuarteles, estaría dividido en 10 curias, organizaciones de tipo social y militar. Las curias eran las divisiones mínimas de actividad política y militar. Los hombres libres, se agrupaban en torno a las curias para emitir sus votos y las curias votaban de forma conjunta. Seguramente el origen patricio esté en la elección de representante de cada curia. Aunque seguramente cada curia representaría a algún clan familiar de tipo amplio y por lo tanto muy pocas familias. En estas curias se actuaría de la típica forma indoeuropea, eligiendo entre ellas un jefe de guerra y al final las curias elegirían a los reyes en asamblea.

Esta primera organización se encontraría con problemas en primer lugar con los habitantes de la zona. Eso se reflejaría en la leyenda del rapto de las sabinas y en el pacto final de Rómulo con el rey sabino Tito Ticio, para formar una monarquía dual romano-sabina donde los reyes se irían relevando.

Esta leyenda es mucho más interesante puesto que en principio, incide en el carácter militar de los primeros romanos, que carecen de mujeres y deben raptar a las sabinas. En segundo lugar la fusión con los elementos sabinos. Quizás existiera una primera fusión que crearían las tres tribus iniciales, o quizás estamos hablando de la fusión del cuarto cuartel que se crearía en torno al Quirinal. En este caso, queda demostrada la incorporación de nuevas familias patricias como los Fabios que no formarían parte del núcleo inicial de familias romanas como los Romilios, Cornelios, Emilios, Valerios, Quincios, Furios, Sergios... La tribu Fabia y el nuevo cuarto cuartel integraría cierta dualidad por ejemplo en los cultos a Quirino y Marte, en esencia el mismo dios de la guerra, o los ritos de salios y lupercos, mismos ritos pero con diferentes cofradías.

Por la incorporación de este cuarto cuartel, se crea la Roma cuadrata. La Roma de las cuatro tribus urbanas. Que de momento son las primeras. Sin embargo no se crean nuevas curias, y todos los ciudadanos se integran en las 30 curias iniciales. (O quizás hay un relevo en las curias sustituyendo curias algo mermadas por nuevas curias). Además, los nombres de lo que después serán las tres primeras centurias, Titios, Ramnes y Luceres, queda imperturbable. Por lo tanto se produce una integración bastante bien resuelta pero manteniendo algunos elementos iniciales de la organización romana.

Mucho más interesante sería el planteamiento de la monarquía. Como en el caso etrusco, los romanos se dan una monarquía, electiva. Los tres primeros reyes, caen dentro de las prerrogativas del origen mítico. Quizás sólo expresen la intención de relevo entre las tres tribus iniciales en un ciclo de origen diferente que se repetiría cada tres reyes. Lo cual entroncaría con la leyenda del rapto de las sabinas y el pacto de división del poder, además de explicar los reinados muy largos de los primeros reyes, y el entroncamiento de familias muy diferentes como los Papirios o los Flaminios, con los mismos reyes. En todo caso se trata de una mitología que da un papel de organizadores a cada uno de los tres primeros reyes: Rómulo, como organizador militar y político, Numa como reformador religioso y moral, Tulio Hostilio como creador de las primeras obras públicas y civilizador. A Tulio Hostilio y a su sucesor, Anco Marcio también se le reconoce el haber vencido a latinos y haber traído a estos latinos asentándolos en el Aventino, el monte que después será sagrado de la resistencia plebeya. Quizás ya sin integrar estos nuevos ciudadanos en las curias, creando a la plebe.

Los siguientes cuatro reyes ya cuentan con un legado histórico y un cuadro histórico entre el avance etrusco y la reorganización social pero dentro de unos esquemas propios del ciclo histórico, como será la reorganización social por centurias, en vez de por curias, de Servio Tulio integrando también la Urbs dentro de las murallas servias.

Durante este periodo es evidente la gran influencia de los etruscos. Primero en los orígenes y posteriormente como conquistadores en la segunda etapa de expansión etrusca. Pero también seguramente de los griegos, ya sea como comerciantes o como mercenarios desde sus posiciones en Cumas. Será precisamente en la última fase de la monarquía cuando los etruscos y los griegos se enfrenten primero en Alalia y después con Aristodemo, en Campania. Los romanos, como enemigos o sometidos a los etruscos, debieron de tener las primeras influencias griegas en este periodo aunque la presencia griega en Elba o en Campania es de las más antiguas de Italia coetáneos de la fundación de la ciudad.

En todo caso, de los etruscos, los romanos aprendieron la organización urbana, muchas de las mejoras urbanas como cloacas, murallas, acueductos... y también una organización patricial y de clientelismo, adaptando la propia organización patriarcal indoeuropea a ciertas peculiaridades aristocráticas etruscas. El patriciado, como componentes de un Senado que actúa como consejero del rey, surge de las curias por una parte, de la organización de la ciudad en poderosas familias, pero también del clientelismo etrusco o de la lealtad al jefe guerrero de los pueblos indoeuropeos.

Una de las mayores virtudes de Roma, consiste en la adaptación política a las circunstancias, intentando mantener los intereses de los poderoso pero reflejando nuevos juegos de poder. Por ejemplo cuando las tribus van aumentando por medio de la incorporación de nuevas tribus rurales que reflejan el poder de las nuevas familias después de la monarquía. Y ya las luchas sociales entre plebeyos y patricios, o muy posteriormente entre optimates y populares, la creación de nuevos cargos políticos como cuestores, pretores, censores, la dictadura... a medida que cambiaban las circunstancias políticas a lo largo de la historia de la república. Por ejemplo en el 509 AC, la constitución de un rex de los sacrificios, sin componente político, que asumiera las funciones sacerdotales de los reyes mientras el poder político y militar se mantiene en dos cónsules. Y sin embargo, el poder político y el militar (el imperium), se mantienen más o menos unidos como es natural en las sociedades primitivas abocadas a la guerra con sus vecinos. Aunque el carácter militar de la sociedad romana permite la incorporación de nuevos elementos y a la vez, el mantenimiento de grandes contingentes mobilizables. Dará el carácter insistente que hará de Roma una República expansiva que podrá perder batallas, pero no guerras.