lunes, 15 de febrero de 2010

¿Quien está ganando el Gran Juego?

A pesar de los enormes esfuerzos y de las ventajas en determinadas zonas por parte de los Usa, hay indicios más que razonables de que la alternativa es demasiado fuerte.

De momento el pivote esencial debería pasar por Irán. Dentro de la política norteamericana se mueven dos corrientes relacionadas con Irán. El lobie sionista-belicista encabezado pro Hillary Clinton, busca el enfrentamiento directo inmediato. Brezinsky, más cercano en este tema a las posturas de Obama busca una conversión del régimen iraní mediante apoyo a la minoritaria pero ruidosa oposición, trabajando desde el interior y espoleando descontentos internos de todo tipo. El objetivo según él mismo, sería el cambio radical de Irán con respecto a los Usa, pasando de posiciones más cercanas a Rusia y sobre todo a China a una apertura completa a los intereses comerciales y geopolíticos norteamericanos. De momento no parece que eso preocupe demasiado a los cimientos del régimen. A pesar de que el desgaste de muchos años puede que demande de algunas reformas importantes, no hay que olvidar el apoyo al régimen desde las bases populares y provincianas que unen conservadurismo religioso con las reformas en políticas sociales.

Pero Irán solo es una pieza. Hemos visto como el interés número uno de Rusia, Ucrania, se volcaba hacia lo que puede parecer un cambio radical aunque aun incalculable de hasta dónde puede llegar. Pero si es cierto que una fusión más completa de Rusia-Ucrania-Bielorrusia-Kazajistán, pondrían las bases de un bloque importante a nivel demográfico y de recursos realmente importante. Si se espera a por ejemplo llegar a acuerdos para una unión aduanera más amplia o temas de seguridad conjunta. Desde luego Ucrania es la joya que le falta a Rusia para catapultarse a primer nivel. Sin olvidar su papel como exportadora numero uno de recursos naturales y su papel todavía a la cabeza de tecnología nuclear, espacial, aeronáutica…

Por una parte el tema ucraniano pero también, sin hacer mucho ruido, el tema Turkmeno. Asjabad, ha terminado por repartir sus inmensas reservas de gas entre Rusia, China e Irán. No hay espacio para las compañías occidentales. Mientras el terruño privado de aliev, no parece ya tan dado a una incondicionalidad en sus relaciones con Occidente. Y mientras Rusia se convierte en el primer socio comercial de Turquía que a la vez no ve con buenos ojos ni su rechazo por parte de la UE, ni los juegos de Israel. A pesar de todo, Turquía sigue siendo un socio fiable de la Otan pero la corriente interesante subterránea, podría tener otra dirección a muy largo plazo.

Eso nos deja con una de las piezas claves, la India. De momento basculando entre una alianza estratégica con Rusia para el suministro y desarrollo de armamento o centrales nucleares (todo un golpe que a pesar de la permisividad de entrar en la puja de las empresas norteamericanas, los primeros contratos hayan sido para Moscú), y la apertura hacia occidente con el apoyo a las políticas de destrucción de estados en afganistan-pakistan o la desconfianza mas cacareada que real, hacia China.
Una de las cuestiones donde parece que se puede establecer una confrontación de intereses entres Rusia, la Otan, India y China podría ser el cuerno de África, donde todos podrían estar buscando el establecimiento de bases militares importantes en torno al Yemen (Adén y Socotora).

La expansión de China por el Índico es silenciosa pero se incrementa. Las bases navales chinas en Birmania serán aumentadas con bases en Ceilán, que debe a China el aplastar el movimiento Tamil, y en Paquistán.

Paquistán es otro de los pivotes importantes, con su relación con Afganistán y los Usa, su enemistad india y sus relaciones con China.
En todo caso otro de los puntos importantes, como la confección de la red de oleoductos y gaseoductos parece que tiene inevitablemente dirección Oeste-Este y no la dirección hacia el corredor del Cáucaso o dirección sur que gustaría a los Occidentales.

Otro de los objetivos norteamericanos como es la pacificación iraquí, tampoco parece en el camino correcto. El gobierno de Maliki de momento aguanta en espera de la renovación de elecciones y porque hay fuerzas más importantes que se compensan mutuamente. Pero por ejemplo, los intentos de aumentar significativamente la producción de petróleo se ha visto saboteado por la resistencia de los propios trabajadores internos iraquíes, por los sabotajes de la insurgencia o incluso por la indefensión política que supone que una ley real de reparto de los campos sigue estando bloqueada en el Parlamento y las asignaciones recientes solo están basadas en contratos de mejora de la explotación.

En todo caso, los planes para aumentar significativamente la producción puede que de momento tengan que esperar un tiempo importante.

El Gran Juego se sigue jugando y por todo lo alto.