viernes, 10 de septiembre de 2010

La Vanguardia: no quieres sopa, dos tazas.

Mientras leo en Rebelión la excelente serie de artículos de René Naba sobre el Líbano y el asesinato de Hariri, veo de nuevo en La Vanguardia la insistencia sobre lo mismo.


Si ayer se iniciaba con un artículo en primera plana del digital sobre los peligros yihadistas en un algún foro, hoy se insiste en lo mismo de la misma manera Crecen las amenazas yihadistas contra España en foros de internet.


La noticia sigue sin ser noticia. Incluso en el interior se confiesa que los responsables policiales creen que dichos comentarios en los foros solo son una forma de desahogo y no les dan demasiada importancia. Si es así, ¿por qué se convierte en noticia de primera plana?.


Lo más interesante es que se hace referencia a nicks de foros. Es todo demasiado absurdo para ser una noticia. O para tomárselo en serio. Se refleja la preocupación por el aumento del tipo de comentarios amenazadores. Pero ello puede ser debido a justificar el propio artículo. O bien puede buscar la respuesta.


Como no creemos demasiado en alcaedos y binladenes saltando como cabras por montañas remotas, y considerando el historial sionista de La Vanguardia (de nuevo hoy Pilar Rahola firma otro artículo referido a la mujer condenada a lapidación en Irán que se convierte en obra y gracia de la misma en una deshumanización de todo lo que sea iraní y musulmán), puedo pensar que todo ello supone un aumento en grado de insistencia en la línea antimusulmana.


Pongamos otra teoría sobre la mesa. Cualquiera sabe que en Internet las mentiras puede propagarse. Por ejemplo la mentira de un árabe musulmán radical yihadista que escribe desde un despacho gubernamental en Haifa. El aumento de tono de las amenazas buscan la respuesta emocional antimusulmana. Si fuera orquestado podría ser debido a una preparación de la opinión pública antes de un ataque, esta vez sí muy terrorista, de la IAF sobre Irán.


En fin, al menos hoy no han permitido comentarios de ningún tipo en el artículo. Ya saldrán todos de golpe preparados desde cualquier de por ahí.


jueves, 9 de septiembre de 2010

La Vanguardia: el nuevo hito en la manipulación

La Vanguardia es un MMM (medio de manipulación de masas) con cierto olor a sionismo puro. Encabezando este olor podemos ver a nuestra Pilar Rahola con artículos persistentes prosionistas y deshimanizadores de cualquier cosa que huela a musulmán.

Lo interesante de La Vanguardia es que hasta hace poco tiempo, los foros de comentarios de los artículos eran más o menos libres hasta que se debió determinar que dichos comentarios estaban en cierta manera fuera de control. O de control en la línea que dicho panfleto quiere suscribir. Así nos acercamos más a las líneas de censura de diarios como El País.

Sin embargo hay algunas cuestiones que hacen pensar en el tipo de manipulación aún más demoniaco y siniestro. En primer lugar con respecto a una noticia aparecida hoy en primer plano referido a que malos son los musulmanes y a dar miedo sobre los mismos:

Un foro yihadista propone atentar en Barcelona el 24 de septiembre

Lo curioso de la noticia y que permite denunciar a La Vanguardia como un panfleto es que se trata simplemente de una mención a un foro. Como si lo que se publicara en los foros y más como una respuesta individual, vayase a saber en que circunstancias, fuera realidad. Cualquiera se puede meter en un foro, incluso un redactor de La Vanguardia, y poner que van a matar a alguien y luego claro, se publica. Se mire como se mire, el desprestigio es mayúsculo, una prueba de que mal funciona el periodismo o que bien funciona la manipulación.

De todas maneras no era sobre el nivel peridístico, o falta del mismo, lo interesante. La cuestión es como me he fijado en la ausencia de posibilidad de colocar comentarios a una determinada hora. Es otra de las medidas discrecionales de La Vanguardia. Pero un momento largo después y sin que la posibilidad de insertar comentarios fuera levantada había un par de comentarios más. Por supuesto en el tono emocional, agresivo y antimusulmán que parece no afectar nunca a la censura de La Vanguardia.

Si las personas normales que accedemos al digital no podemos incorporar comentarios, ¿quién es el que ha insertado el comentario?. Sospecho desde hace tiempo que La Vanguardia vende espacios y colocación de comentarios a intereses muy concretos para colocar lo que les apetece. En todo caso siempre es interesante detectar estas nuevas tácticas de manipulación.