viernes, 3 de julio de 2009

Honduras, Irán, USA y medios de desinformación de masas.

El asunto hondureño ha sustituido al iraní. Y es que parece que las prioridades norteamericanas empiezan a acumularse. Y eso sólo las dificultades a nivel geopolítico global.
El asunto hondureño realmente tiene bastantes cosas que explicar, pero parece que de una o de otra manera el objetivo sería el ALBA y Chávez.
Existen varias versiones de lo ocurrido, o mejor dicho de porqué ha ocurrido. Desde la decisión de querer sustituir a las farmacéuticas firmando un acuerdo con Cuba para abastecerse de genéricos, al oficial acerca del referéndum. De hecho el referéndum no era vinculante y se trataba de una consulta popular preguntando al personal si estaban de acuerdo en crear una Asamblea Constituyente que revisara la Constitución actual que entre otras muchas cosas prohíbe los propios cambios sobre la misma en temas claves.
Por supuesto que también existe la versión de la conspiración dentro de la conspiración o como el tal Zelaya nunca dejó de ser oligarca y esto sería un autogolpe donde la CIA y los marines estarían calculando la fuerza y apoyo real del ALBA y de la resistencia en Sudamérica ante posibles intervenciones futuras.

Lo cierto es que parece que estemos viendo un cambio en dirección con respecto a las políticas en Sudamérica pasando a más intervensionismo. Por regla general las formas de actuación norteamericana fuera quizás de Haití y la pequeña isla de Granada en los años 80, no suelen utilizar la intervención directa en el continente, sino que se apoya en la oligarquía gobernante y en el ejército a través de las vinculaciones con la Escuela de las Américas. Precisamente en Venezuela, el ejército difiere del resto del continente en que es una institución donde permite el ascenso social de las clases menos favorecidas como Chávez en vez de mantener una relación estrecha con la oligarquía como en Colombia. Esta utilización de los ejércitos nacionales por parte de la CIA y el departamento de estado, permite pocos gastos y desgastes externos. El problema es precisamente que tras la década perdida de los años 80, las democracias latinoamericanas han sido factor esencial de la estabilización económica de la región (a pesar de numerosas crisis como en México en 1994, Brasil 1998, o Argentina 2000-01). Así que tras muchos años de no ver asonadas militares los gobiernos regionales han alcanzado varios logros como estructuras políticas y estratégicas regionales de gran importancia, desde MERCOSUR al ALBA y precisamente ese diferencial permite una mayor resistencia a la hora de asonadas o riesgos para las democracias regionales. Ya ha pasado en apoyo directo de Venezuela a Bolivia en el asunto autonomista o en las políticas de Correa en Ecuador. Las mejores relaciones regionales permiten una mayor capacidad de actuación frente a los status anteriores de dependencia del vecino norteño.

En Honduras tenemos el típico esquema oligárquico de terratenientes que mantienen el control de las instituciones políticas frente a masas campesinas indígenas o mestizas con un 80% de pobreza. No es un esquema diferente de muchos otros países de la zona. Sin embargo el populismo supone un camino de escape a políticos oligárquicos que empiezan a sentir una cierta presión por parte de su propio partido o bien no cuentan con suficiente respaldo de Washington. Realmente desconozco cual es la historia política reciente de Honduras, y dudo mucho que mucha gente la conozca. Quizás una imitación de los intentos que está realizando Colom en Guatemala precisamente para reducir esa brecha entre oligarquía y clases humildes sin demasiado éxito pero con voluntad. Tampoco en Venezuela los resultados son evidentes aunque si se han producido avances interesantes en algunas cuestiones aunque quizás no tanto como el tono populista de PSUV podría indicar. En todo caso el ALBA representa una alternativa para políticos díscolos no menos indigna que la sumisión habitual a USA.

Sin embargo hay varias cuestiones que nos llevan a creer que realmente lo que se ha intentado es un golpe de estado. Que dicho golpe tenga como misión mantener el tradicionalismo habitual y evitar un giro hacia el ALBA o que sea una cuestión relacionada con evaluar la capacidad de respuesta y apoyo de los regímenes populistas, es algo que no varía demasiado.
Sin embargo el golpe fue preparado adecuadamente por parte del Grupo Prisa, o de otros diarios de lengua española. Lo cual lleva a pensar que realmente estaba preparado de forma global. Es decir, que en ningún caso fue un hecho aislado de cuestiones internas que surgen por sorpresa en luchas intestinas de partido. La opinión pública en castellano fue preparada previamente de la forma habitual denostando y des legitimando a Zelaya. Por lo tanto, el golpe era algo calculable.

Posteriormente hay varias cuestiones que nos llevan a pensar que no todo lo conocemos. La concesión de Obama de no apoyar públicamente a los golpistas (eso no quiere decir que no lo haga en silencio), quizás debido a una de las respuestas que se debía calcular mejor, la de Brasil y el apoyo incondicional de Lula al orden democrático, seguido por todos los gobiernos populistas o de izquierda del continente y dejando solos a los pocos apoyos norteamericanos existentes (México, Colombia y Perú).

Después, lo interesante viene precisamente de la diferencia del tratamiento informativo con respecto a Irán y precisamente por el corto espacio de tiempo entre ambas cuestiones. Mientras en Irán se agrandaban las cosas y cualquier detalle era voceado o tergiversado, en el tema hondureño ha pasado lo contrario, un control férreo de la información que por ejemplo, no permite conocer detalles como la detención de funcionarios que iban a participar en el referéndum, o el cierre de medios de comunicación no afines a los golpistas.

En todo caso, el asunto no ha acabado. Hay muchas piezas sobre el tablero, desde el papel de la OEA que no está bien vista por la mayor parte de países ya que se considera un instrumento de control norteamericano, hasta la reacción venezolana con un ejército bastante modernizado por la compra de material ruso de primera calidad en los últimos años.

En todo caso, el asunto no ha concluido y por supuesto que hasta que no lo haga y no tengamos muchas piezas que hoy no se conocen, no podremos realizar un análisis real global. Sin olvidar que la cuestión hondureña solo es una parte de la cuestión sudamericana que en el caso norteamericano debemos sumar a la cuestión de Oriente Medio, Asia Central, Caucaso, el DAM en la Europa Oriental, Corea del Norte, las cuestiones centro africanas....