Siendo La Vanguardia nuestro panfleto de desinformación preferido
(mucho más que intereconomía por ejemplo) y habiendo llegado su nivel de
desinformación a cotas delirantes y a la altura de un panfleto o de un
flyer (se escribe asínn?) del Burger King, me produce alegría poder
ayudar a difundir como las subvenciones ayudan en la ocultación de la
mentira en la más absoluta decadencia a la que CiU está llevando a
Catalunya. Más que CíU que no deja de tener militantes de base que
tienen buenas intenciones a pesar de su patina burguesa, habría que
referirse a los Mas, Orioles Pujoles y compañía. De cuyas lindezas no
nos cuenta nada el panfleto La Vanguardia. (Ya se sabe que últimanente
entre la 'lealtad' a España y el dinero, incluso se ha ido por los
cerros del independentismo como espectáculo novedoso y esperpéntico. No
es que el esperpento sea defender el independentismo sino que La
Vanguardia lo haga).
Pues bien, el supuesto diario de
marras, que no hace más que despedir periodistas díscolos y que Antich
lleva por la delicada ilegalidad de contravenir los postulados
constitucionales del derecho a una información veraz (de hecho copia de
derechos humanos impuesto en la carta magan pero que nadie se toma en
serio), empieza a ser objeto también de interés en sí mismo.
Y nos basamos en el artículo de PR sobre subvenciones: http://www.prnoticias.com/index.php/home/59-prensa-pr-/2346-sospechosas-subvenciones-a-la-vanguardia
Casi 10,5 millones de euros de subvenciones, más que el resto de medios
en catalunya, aglutina el diario, básicamente proveniente de cultura,
con la condición de editar en catalán también (que no excluyente,
observese la falta de coherencia del propio govern).
No
se trata solo del hecho de que La Vanguardia, como el resto de diarios y
pseudodiarios deba afrontar la competencia de internet sino sospecho,
que también de la falta de calidad que ha ido acumulando con el tiempo.
No hace demasiado tiempo en los comentarios de La Vanguardia se podía
escribir de todo siempre que no hubiera insultos, y aún así, también. De
un tiempo a esta parte, la censura de La Vanguardia es inaudita.
Cualquier cosa en contra de la línea editorial (vayase a saber cual es
entre el conservadurismo casposo y el reciente independentismo), es
censurada, en cuotas que sobrepasan incluso a la 'moderación' de El
País, que ya es decir.
Y lo que se entrevé entre medio
es que lamentablemente, en caso de independencia, más que hacia una
democracia, con esta gente iríamos hacia un Guantanamo. Hay veces en que
los que informan o desinforma, ya indican hacia donde va el país, y
Catalunya no va nada bien.