viernes, 4 de julio de 2008

USA está perdiendo la guerra

USA está perdiendo la guerra. No hablo de la guerra de Irak ni de la de Afganistán, sino la guerra por los recursos de Asia Central. Y es que se trata de algo muy interesante. Después del acuerdo de Turkmenistán para la venta del gas a Gazprom a precios europeos, el reciente acuerdo de colaboración de modernización de armamento, sigue acercando a Turkmenistán a Rusia y al CSO. Recordemos que el Turkmenistán, sigue siendo la única de las antiguas cinco repúblicas exsovieticas del Asia Central que no está en esta alianza. Que Kazastan, con una minoría del 40% de su población de origen ruso (superior a la minoría kazaka) y múltiples intereses comunes con Rusia a lo largo de su larguísima frontera común, se mantenga en el entorno ruso, es algo bastante evidente. A pesar de que Nayarbayev, el presidente vitalicio, mantiene un equilibrio permitiendo a empresas de todas partes integrarse en los negocios de materias primas. Así el gran campo de hidrocarburos de Kashagán (del que hasta el 2013 no se espera sacar ningún barril) está repartido entre numerosas empresas de todo el mundo pero con importante peso ruso, como cabía esperar. Otro caso es el de Uzbekistán cuyo presidente Karimov sufrió otro intento de golpe de estado patrocinado por la CIA en el 2005. Desde entonces, la colaboración con USA, en otro intento de mantenerse en una especie de balanceo entre Rusia y Occidente, se ha decantado claramente hacia la CSO. Es lo que tienen los golpes de estado terroristas.

Faltaba Turkemenistan, con grandes yacimientos de gas, escasa población y un régimen político del mismo tipo que los anteriores, de presidencias vitalicias y hereditarias salvo que con golpes de estado de por medio. Durante un tiempo las compañías transacionales que querían hacer negocios en el país, lo único que tenían que hacer era traducir el Ruhana, especie de libro sagrado del régimen, comparado con el Islam en el propio país, para poder tener las puertas abiertas.

El problema para los USA, aparte de sus torpes movimientos diplomáticos o de fuerza, está en que Rusia ha pasado de ser un país abatido con problemas financieros a ser una potencia energética, que a modernizado sus redes de transporte de hidrocarburos, y gracias a la estabilidad y al control de las empresas clave, ha podido mantener un flujo continuado de dólares hacia sus arcas. USA no puede sino mantener sus inmensos déficit y Rusia puede desplegar una diplomacia de dólares, que refuerza su diplomacia tradicional. No solo se trata del cambio de rumbo observado en Turkmenistán sino también en Azerbaiyán parece que la diplomacia del dólar, es decir, de quien pague más, empieza a dar sus frutos. De momento, los escasos intereses de exportación del gas de Azerbaiyán, muy modestos en comparación con su capacidad petrolífera, han ido a parar a Gazprom. Frente a los intentos norteamericanos de plantear una red de gasoductos y oleoductos que rodeen Rusia, la lógica aplastante de la red ya implementada rusa. Rusia juega sus bazas y ahora lo hace con el arma más fuerte, el dinero. Y con los problemas económicos norteamericanos, tiene todas las de ganar. Y es que el espacio del CSO, promovido por la capacidad energética y de materias primas rusa, y la capacidad manufacturera china, es capaz de atraer a otros inmensos actores de la región, como Irán, la India o incluso Pakistán. Y es aquí donde está el juego. En principio a un acercamiento ruso-chino, podría considerarse una neutralización mediante un acercamiento hindú-norteamericano. Solo que eso es completamente contrario a la lógica de la región. USA mantiene demasiados intereses con Pakistán como para poder realizar un acercamiento con la India que deje de lado el acercamiento a la CSO. Pero es que tampoco veo que la India tenga interés en separarse de grandes aliados, socios y amigos como han sido durante tanto tiempo con los rusos, e incluso con China. El enemigo de India es Pakistán, y no existe otro enemigo. Las tentativas de USA para convencer a India de que China o Rusia son enemigos y por lo tanto hay que estar al lado de los yankis, me parece del todo absurdas. India jugará como mucho, unas mismas cartas que los países del Asia Central. No conviene enfadar a los USA, pero desde luego que tampoco hay que separarse de socios tan importantes como China y Rusia. India sigue comprando grandes cantidades de armamento a Rusia y no parece tener grandes problemas con China, incluso arreglando antiguas disputas fronterizas (lo mismo que China y Rusia realizaron no hace demasiado). Estamos hablando de un gran bloque donde entren países junto a Rusia, China e India como los del Asia Central, Armenia, Bielorrusia, Irán, Vietnam, Birmania, Camboya, Laos, Corea del Norte.... estamos hablando de la mitad de la población del planeta como mínimo. Hablamos de una gran capacidad para diseñar las futuras infraestructuras que atraviesen Asia y que definan el flujo de mercancías, transportes y comunicaciones del futuro en una zona de alto crecimiento y que de momento está perdiendo los USA.

A los USA les interesaría controlar este diseño, sobretodo para asegurarse el control futuro y también que esas rutas llevan una vez más del interior a las costas, de las provincias a los puertos de embarque en un nuevo diseño colonialista. El diseño se ha ensayado durante los últimos 400 años, no es nuevo. Pero esta vez parece que las dificultades económicas de USA, sumado a que no hay importantes diferencias ideológicas insalvables entre los competidores y el deseo de cooperación, junto con la visión de nuevas oportunidad y sobretodo el diseño de un esquema multipolar que mantenga la independencia de las decisiones frente a un esquema unipolar nada atrayente, supone que USA esté perdiendo esta guerra.
Junto a ello esquemas como que Rusia se haya convertido ya en el mayor socio comercial de Turquía, junto con lógicas que deben de imponerse como la realidad socioeconómica ucraniana, sugieren un escenario de decreciente influencia norteamericana, solo compensada por el poder militar que a su vez se traduce en corrosión del sistema económico siguiendo los esquemas de Paul Kennedy de decadencia imperial por exceso de expansión que a su vez socava los propios cimientos económicos norteamericanos.

Los esquemas de cimentación de un cartel gasístico internacional http://sp.rian.ru/onlinenews/20080703/112907642.html que permita a Rusia ponerse al frente de un cártel fuera de las grandes bolsas de Londres, Chicago y Nueva York, y dejar el gas fuera del esquema dólar.

El mayor peligro sigue siendo que USA no acepte esta situación realista y se lance en un suicida salto hacia delante que contemple el esquema clásico de preferir el caos a una pérdida de alianzas. Pero en este caso, parece que ni siquiera sea capaz de exportar este caos y por lo tanto acabe en confrontación real.