domingo, 16 de mayo de 2010

El extraño periodismo de Pedro J. y el mundo.

Si la semana pasada, el dominical era El País, esta mañana ha sido El Mundo. No demasiado que reseñar pero solo el editorial, se supone firmado por Pedro J. y un artículo supuestamente de economía del que hace referencia en el editorial.

El asuntillo del artículo es referente a la crisis y por supuesto que a colocarse de juez de lo que está bien o lo que está mal en relación a lo que hace o deja de hacer el gobierno o quien sea. Este desvio de pervertidos que parece una plaga, de periodistas que no informan sino que opinan y no solo opinan sino pontifican, es un mal que debería ser declarada pandemia antidemocrática y delictiva.

Por supuesto que Pedro J. no es el único. Mi preferida en materia de pontificales es la ignorante Pilar Rahola pero Pedro J. tiene algo que no tienen los demás. Al menos más de una vez le he oído decir que el periodismo debe ser militante, que debe expresar posicionamiento político. Se escuda en ello en la tradición de siempre, en que siempre han sido así los periódicos. En eso tiene razón. Pero a mí me parece un caradura. Uno de esos caraduras que se ríe mientras está haciendo la gracieta. Pero eso no tendría nada que ver con el nivel informativo si al menos respetara una serie de reglas de juego.

Pero es que además el señor Pedro J. (lo de señor es como siempre, por decir algo), nos toma por tontos. Como se llama el tonto que cree que los demás somos tontos? Eso ya no lo contaba el tonto de la película.

Como no solemos decir las cosas porque sí, pasaremos a comentar el artículo interior al cual nos invita el editorial. Es un artículo sobre lo mal, malísimas que son las Comunidades Autónomas. Sobre lo derrochadoras que son. Y por supuesto a la cabeza, según dicho artículo, está Catalunya. Aún a estas alturas no sé si el objetivo de estos mamarrachos que quieren acabar con las comunidades autónomas es cargarse solo las que no son históricas o todas. En todo caso, el pontifical lleva al purgatorio a Catalunya, como no.

Para ello inicia el artículo con dos gráficos que no tienen desperdicio. Pero en lugar de poner un gráfico sobre el déficit de las comunidades autónomas de por ejemplo el año pasado o de hace dos, nos pone un gráfico sobre su deuda. La deuda de cada comunidad y su ratio sobre su PIB relativo. Será que es la única cosa sobre la cual destaca Catalunya. Pero así no hay manera de enterarse cual ha sido la de mayor deficit o incluso mayor déficit relativo en función del PIB, digamos en los dos últimos años. Esa cifra, tan sencilla, no aparece ni por asomo. Eso ya de por sí dice mucho del supuesto periodismo.

Pero es que además, es demagogo pero demagogo de los tontos. Cualquiera que se ponga a hacer cuatro números se podría empezar a preguntar determinadas cosas. Como no soy tonta, yo hago cuatro cálculos mentales. Para empezar el editorialista empieza considerando que dos tercios del gasto estatal depende de las autonomías. En este caso creo que es un dato tan falso como la sonrisita de Pedro J. Pero si lo que quería es denotar lo mucho que gastan podríamos seguir con él para hacer entender al tonto demagogo como las cosas si no cuadran te hacen quedar como idiota.

Otro dato es que la deuda de las autonomías asciende a una cifra cercana a 90.000 millones de euros. Eso es mucho o poco? Bueno es en torno al 9% del PIB. Es decir que si la media de la deuda pública española es de cerca del 60% del PIB y resulta que las autonomías, culpables de dos tercios del gasto (según semejante iletrado), solo representarían una pequeña parte de la responsabilidad. Así que mejor si aumentamos aún mas el estado autonómico puesto que son mejores gestores.

Naturalmente esto también ha sido un ejercicio de mentalismo. Las cosas no son tan sencillas. Y la contabilidad pública es bastante más compleja por no decir que las autonomías son responsables de casi todas las partidas importantes de gastos como educación o sanidad. Nops Pedrín, las cosas no son tan sencillas y tu sigues siendo tonto.

Pero sospecho que este ataque tan demagógico a los sistemas autonómicos tienen que ver con el nuevo marco regulatorio de financiación por el cual las autonomías deberán gestionar mucho más dinero en detrimento de Madriz. La burguesía madrileña ya no lo tendrá tan fácil a la hora de pasar por un solo despacho para pedir prevendas, el dinero será menos y tendrá que luchar con oligarquías locales para conseguir determinadas cosas. Eso no gusta en Madriz claro, en el Madriz de la punta de la pirámide de ejecución de órdenes or supuesto.

Pero claro, en vez de explicar porqué estas medidas no son en contra de la crisis, sino a favor de los mercados de capitales, y son medidas procrisis más que anticrisis, como bien comenta Marc Vidal este Viernes, mejor meterse en batallitas de poder interno para ver si las migas se pueden repartir para los amigotes de siempre.