lunes, 16 de febrero de 2009

Crisis mundial: En espera... de momento.

Por tercer mes consecutivo la producción industrial rusa ha caído un 16% en términos anuales. Las estadísticas de RosStat muestran un deterioro alarmante sobretodo en las manufacturas que caen un 24% mientras el consumo eléctrico cae un 7% y el de obtención de minerales solo un 3,4%.

La dependencia rusa de los sectores de exportación en cuanto a maquinaria y productos semielaborados metalúrgicos es realmente importante y la reducción de la demanda global ha causado importantes daños en las empresas exportadoras. Por ejemplo, las industrias del titanio o del aluminio que producen muy competitivamente para el sector aeronáutico norteamericano.

El fenómeno no es único. La caída es brutal también en las manufacturas de semielaborados de Corea del Sur o Taiwán, buena parte de las mismas va a China para ser ensambladas. Aquí el gran beneficiario parece ser China que a pesar de la caída de sus exportaciones, la caída de las importaciones y los bajos precios de las materias primas como el petróleo, mantienen un diferencial de entradas de capital parecido.

En cuanto al petróleo parece que según RosStat de nuevo, la caída de exportaciones de petróleo está siendo del 6%. Eso suponen algo más de medio millón de barriles día, lo cual añadido a los teóricos 2,5 millones de recorte de la OPEP, supone una reducción importante de la oferta global. (Junto a las caídas naturales de petróleo mexicano y del Mar del Norte y la imposibilidad de desarrollar proyectos caros como petróleo pesado en aguas profundas como en Santos y Tupí en Brasil). La AIE pronostica que la demanda de petróleo podría de nuevo crecer a partir del año que viene. Aunque hay que considerar que realmente no se ha producido una contracción muy importante de la demanda, sino que los pronósticos de crecimiento continuados de la demanda se han parado.

El parón en las industrias exportadoras está siendo muy dañino en la Europa del Este, donde Rusia, es quizás el caso menos sangrante. Rusia aún mantiene cerca de 400.000 millones de dólares en reservas de divisas, y numerosos fondos de reservas creados al ritmo del aumento de los precios del petróleo.

Sobre el precio del petróleo es interesante hacer una observación y es que los precios actuales sobre los 40 dólares barril, son precios no tan lejanos en el tiempo. Precios del años 2004. A principios del año 2008, el precio del petróleo solo estaba a 90 dólares. Y digo sólo porque si observamos la evolución del precio parece como si la caída desde los casi 150 dólares hubiera representado una caída de ingresos regulares importantes. Cierto es que en los pocos años de exuberancia de los precios se ha podido tener la tentación de aumentar sustancialmente los gastos, caso posible en Venezuela por ejemplo. Pero por lo general no creo que suponga un problema importante como los tan cacareados posibles deficits por la caída de los precios. La caída de precios puede suponer sin embargo, un recorte sustancial en las inversiones. El petróleo pesado off shore a altas profundidades, posiblemente necesite de unos precios en torno a 100 dólares y los yacimientos complejos de petróleo pesado terrestre como Kashagan, posiblemente necesite de 50 dólares. Lo cual hace pensar que una vez que la demanda se recupere los precios pueden continuar subiendo y de una forma bastante rápida.

Pero los déficit estatales en las finanzas públicas, caso de Rusia, no solamente se deben a una caída de los precios de las materias primas, sino sobretodo a la caída de la actividad exportadora de semielaborados y manufacturas. Siendo más contundente el drama en países sin otros recursos propios como los países de la Europa del Este.

Según la información de Bloomberg, a pesar de que Bloomberg es el tipo de agencia dedicada al ‘terrorismo’ informativo para provocar defaults soberanos, los problemas con el Zloty polaco, el florín húngaro y la corona checa, están empezando a ser importantes. El rublo parece que paró su caída en los 36 rublos por dólar, precio objetivo del CBR, produciendo una reacción contraria hasta los 34. Una cifra de depreciación importante desde los 23-24 rublos dólar de antes de hace unos meses. Una caída del 50% del valor del rublo que en principio puede suponer mantener las tasas de productividad y competitividad en los mercados mundiales de productos semielaborados considerando la importante inflación anual rusa del 13%. Pero si bien la crisis ha producido una caída de las exportaciones y un parón en las inversiones también ha supuesto una oportunidad en el desarrollo de algunos sectores atrasados. Por ejemplo en el sector agropecuario pasando de una dependencia de importaciones de alimentos de un 40% a un aumento de la producción propia de alimentos que supone una menor dependencia externa y oportunidades de desarrollo propio en un país con grandes capacidades de producción.

Pero si las acereras rusas de los Urales trabajan a mitad de capacidad, las ucranianas están paradas desde el Otoño. En Ucrania no ayuda demasiado la descomposición y fragmentación del poder, ni tampoco las crisis con su vecino ruso. Si bien el acuerdo del gas de este año parece ser suficientemente moderado para los costes de una economía en crisis, a partir del año que viene, los esquemas de los contratos cambian.

Pero sin duda podría ser China el país más interesante y beneficiado de la crisis. Me limitaré a poner una parte de un artículo sacado de sinpermiso:

...En China, por otro lado, se dan realmente tanto las condiciones políticas como las económicas para una solución plenamente keynesiana, y hay allí rebosantes signos de que esa será probablemente la vía a seguir. Para empezar, China posee una gran reserva de excedente extranjero en efectivo y resulta más fácil financiar la deuda partiendo de esa base que de unos gastos de deuda ya acumulada como en el caso de los EEUU. Vale la pena notar también que desde mediados de los 90 los “activos tóxicos” (los préstamos que no funcionan) de los bancos chinos –algunas estimaciones los sitúan en el 40% de todos los préstamos en 2000) han desaparecido de la contabilidad bancaria merced a ocasionales inyecciones de excedente en efectivo procedente de las reservas del comercio exterior. Los chinos han tenido en funcionamiento durante mucho tiempo el equivalente a un programa TARP [el programa estadounidense de rescate bancario puesto en práctica en los últimos meses de 2008], y evidentemente saben cómo manejarlo (aun si muchas de las transacciones llevan la impronta de la corrupción). Los chinos tienen capacidad económica bastante como para embarcarse en un programa masivo de financiación con déficit y disponen de una arquitectura financiera estatal centralizada apta, si se lo proponen, para administrar ese programa con eficacia. Los bancos, durante mucho tiempo de propiedad estatal, puede que fueran nominalmente privatizados para satisfacer las exigencias de la OMC (Organización Mundial de Comercio) y atraer capital y pericia foráneos, pero todavía pueden ser fácilmente sometidos a la voluntad del Estado central, mientras que en los EEUU aun el más vagaroso signo de directriz estatal, por no hablar de nacionalización, da pie a todo tipo de furores políticos.
Análogamente, no hay allí la menor barrera ideológica para una generosa redistribución de recursos a favor de los sectores más necesitados de la sociedad, aunque puede haber necesidad de vencer lo acorazados intereses de los miembros más ricos del partido y de una incipiente clase capitalista. La imputación, según la cual eso sería tanto como el “socialismo”, o todavía peor, el “comunismo”, apenas si despertaría en China sonrisas divertidas. Pero la reaparición en China del desempleo masivo (de acuerdo con los últimos informes, la ralentización de los últimos meses habría provocado ya 20 millones de desempleados), así como los indicios de un extendido malestar social aceleradamente creciente, forzarán seguramente al Partido Comunista chino a emprender masivas redistribuciones, estén o no ideológicamente convencidos de la justicia de las mismas. A comienzos de 2009, esa política redistributiva parece encaminada en primera a revitalizar las atrasadas regiones rurales a las que regresan los trabajadores emigrantes que han perdido sus empleos, frustrados con la constatación de la escasez de puestos de trabajo en las zonas manufactureras. En esas regiones, en las que faltan infraestructuras sociales y físicas, una robusta inyección de recursos por parte del gobierno central contribuirá a aumentar los ingresos, a expandir la demanda efectiva y a dar el tiro de salida para el largo proceso de consolidación del mercado interno chino.
En segundo lugar, hay un fuerte deseo de proceder a inversiones masivas en infraestructuras que todavía faltan en China. –En cambio, los recortes fiscales apenas tienen allí atractivo político— Y aunque es posible que algunas de esas inversiones terminen siendo “elefantes blancos”, la probabilidad de que así sea es allí harto más baja, dada la inmensa cantidad de trabajo que todavía se necesita para integrar el espacio nacional chino y, así, enfrentarse al problema del desarrollo geográfico desigual entre las regiones costeras de alto desarrollo y las empobrecidas provincias del interior. La existencia de una ancha –aun si problemática— base industrial y manufacturera necesitada de racionalización espacial hace más probable que el esfuerzo chino entre en la categoría del gasto público productivo. En el caso chino, buena parte del excedente puede ser canalizado hacia la ulterior producción de espacio, y eso aun admitiendo que la especulación en los mercados de propiedad urbana en ciudades como Shanghái, lo mismo que en los EEUU, es parte del problema y no puede, por consiguiente, convertirse en parte de la solución. Los gastos en infraestructuras, siempre que se hagan a una escala lo suficientemente grande, son de largo aliento y sirven tanto para canalizar el trabajo excedente como para reducir las posibilidades disturbios sociales, contribuyendo ellos también, además, a impulsar el mercado interior...
·Por qué está condenado al fracaso el paquete de estímulos económicos”
David Harvey... 15/02/09

Sin duda, de momento, la cuestión principal es si el ‘terrorismo’ inspirado por los medios de manipulación de la información, referidos a los problemas del Este de Europa y de la Europa del euro, por medios como Soros (tal como informa interfax), puedan o no mantener la ficción de la economía del dólar y suponer una vuelta de dirección hacia el sostenimiento de los bonos norteamericanos en sus masivas colocaciones. De momento, a pesar de que las agencias de ranting anglosajonas juegan a mantener ese mismo esquema, China ha pedido garantías a los USA para el sostemiento de la deuda en dólares. Desde luego no hay como ser potencia independiente y no provincia colonial, para no creerse ni los datos ni los ratings de los USA.