lunes, 23 de marzo de 2009

España empieza por P

El Domingo ha sido interesante. Leer en el diario de decaído prestigio, La Vanguardia, un artículo que ya había visto hace meses y que hace semanas también vi en uno de mi foro preferido, acerca de el crecimiento de los campamentos de sin techo en Sacramento. Haciendo gala a su desprestigio, La Vanguardia ni siquiera publicaba cifras, cuando lo que yo había leído era que al menos se contabilizaban 1.200 personas que se iban incrementando cada día a raíz de los desahucios.

A la vez, el diario público publicaba hace pocos días un artículo firmado por una tal Isabel Piquer donde cifraba en 73.000 el número de sin techos en Los Ángeles. Personas que habían perdido la casa, en propiedad hipotecada o en alquiles y que se veían obligadas a vivir en coches, furgonetas, caravanas...

Los barrios de caravanas no son nada nuevo en USA, tampoco lo son los porcentajes de pobres que viven de cheques de asistencia. También hay que entender que existe un alto porcentaje de viviendas prefabricadas de baja calidad. Y que por ejemplo, el material por excelencia de construcción es la madera, proveniente en su mayor parte del Canadá.

Todas estas noticias sobre el lento pero inexorable goteo de los deterioros de las clases medias por la crisis, del aumento del paro, de los desahucios... establecen un cuadro de deterioro social impresionante, no visto desde la Gran Depresión. En un país sin apenas redes sociales de asistencia.

Y es que también el estado de las cuentas de las cifras que se publican sobre paro en USA tampoco son que digamos, demasiado creíbles. Más que nada porque la cifra que se publica, la U3, no recoge todas las componentes de parados. La U5 sería más adecuada para compararla con las cifras oficiales europeas. La U6 resulta estar unos 6 puntos por encima de la U3, es decir, 14% frente al 8% de parados. Pero nada de ello comparable con las cifras de encuesta que se acercan al 20%.

Estados como el cinturón industrial de los grandes lagos, con cifras ‘oficiales’ de paro superiores al 10% podrían superar el 20% en realidad de paro y subempleo muy precario (contratación por algunas horas en chapuzas y cosas así).

A ello se añade que las noticias desde Wall Street no son demasiado alentadoras. EL gobierno sigue con su particular plan de salvamento de los banqueros. Y ya van 10,5 trillones de dólares frente a un PIB de 13,5 trillones. Las últimas medidas para imprimir más dinero por una política cuantitativa de comprar a cambio bonos, por ejemplo, ha terminado por hacer sucumbir la idea de un dólar fuerte. Todo ello parece que refuerza las ideas inflacionistas. Quizás la idea que subsiste en las elites de decisiones de todo ese entramado de gobierno, banqueros centrales, banqueros a secas... que quizás crean que es lo mejor para salir de la crisis. No es la primera vez. Tengo la impresión que es lo que han estado buscando desde el principio, generar inflación para evitar la deflación.

Y no creo que les importe mucho el precio, aunque fuera cargarse a la industria y a la clase media norteamericana entre tanto.

Pero es que además, las noticias provenientes de las grandes fusiones bancarias, patrocinadas en el último trimestre del 2008 para salvar a los grandes bancos, no parece que sean otra cosa más que ingentes agujeros negros. A pesar de los rumores que decían que las cuestiones financieras parecían mejorar. Habrá que ver las cuentas de resultados del 1Q. Y es que antes, al menos, los bancos de inversión entregaban balances y cuentas de resultados antes del fin del trimestre, como los buenos, los niños aplicados que entregan los deberes antes de tiempo. Ahora ni eso. Parecen tímidos de mostrar que ya no lo hacen tan bien. O mejor que lo están haciendo fatal.

De momento, el esquema inflacionista parece que recupera fuerza, llevado por las fuerzas naturales y por la voluntad de imprenta del gobierno USA. Quizás no se busque una depreciación importante del dólar. Para ello se tienen a los medios de comunicación. Para provocar ‘terror’ en otras monedas. ‘Sí, sí, ya sabemos que el dólar tiene problemas pero los demás están peor’. Eso parece que está detrás de los rumores o exageraciones sobre problemas por el mundo, sobretodo con la Europa del Este o las machaconas malas noticias sobre España en la prensa anglosajona. Los PIIGS y Europa del Este hunden el euro y de ello el dólar se permite mantenerse a flote a pesar de las mega impresiones de dinero y de deuda. Es algo que otro iluminado de la prensa de La Vanguardia, como Pedro Nueno, experto en opus dei, no logra entender. Para entenderlo quizás debería comprender el papel de los medios de desinformación de masas en el tinglado. Y ya se sabe que los estómagos son agradecidos, sobretodo si hay interés mutuo en publicar las mismas tonterías que se escriben.

Total que a toque de inflación tenemos subidillas en los mercados. Ya se sabe, que eso de las correlaciones son algo nuevo e interesante en los analistillos de moda. ¿Pero no habíamos quedado que el precio de una cosa solo depende del grafiquillo? Ponemos un gráficos, cuatro líneas y ya está todo explicado. Luego por supuesto, si te he visto no me acuerdo. Aunque claro, la conciencia de que ya poca gente se los cree hace que recursos como esos de mirar otras cosas por las que los índices no sólo dependen de si mismos, parece que puede dar algún resultado. Quizás si los diera si entendieran alguna cosa, pero eso sí, en este país hablar y gritar lo que se quiera, vocifear para ver quien tiene más la razón o repetir las mentiras mil veces pasa a ser profetas de la ‘verdad’... hasta que lo contrario, con persistencia maleducada, acaba por imponerse sobre la ‘verdad’ de los mil gritos. Es lo que tiene la educación de los debates de la tele, eso de que de todo se puede hablar aunque no se tenga ni idea, y de que gritando más y más veces se imponen las cosas. En fin, luego se busca la pandereta de España y no encuentra por más que esté en nuestras narices. Y es que España empieza por P, por la P de pandereta.