sábado, 14 de junio de 2008

La posibilidad de un colapso en la economía USA y mundial

Leídas las hipótesis de Williams sobre la posibilidad de gran depresión e hiperinflación en el área dólar, las consecuencias podrían ser impresionantes. http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=9256

Las hipótesis se basan en el engaño de datos reales en la economía norteamericana. Tres datos parece que se tienen claros: el CPI o dato de inflación, el de desempleo y el de crecimiento. Los dos primeros los tenía claros, en el primer caso debido a las cocinas que se utilizan en dos periodos de reforma en la era Reagan y en la era Clinton. Con el método antiguo resultaría un CPI de en torno al 10,5% o bien otra famosa web, http://www.shadowstats.com/, lo reduce a algo más del 7%. Véase el caso español en el que una web como www.ipcreal.com utilizando la misma metedología que el INE y los datos pero sin utilizar partidas como floristerías, cirugías estéticas y otros servicios por el estilo, aumentan de forma sustancial las partidas de inflación de menos del 5% a más del 7%. Williams habla de inflaciones en USA de en torno al 12% y que la M3, dato que no se publica desde marzo del 2006, alcanzaría cifras de crecimiento del 18%. La cuestión del paro donde solo se contabilizan los que cumplen determinadas circunstancias, también se sabía. Es difícil contabilizar lo que no entra dentro de los esquemas de desempleo citados, pero es posible que exista un 12% de tasa de paro, o de empleo muy precario, con subempleo y todo lo demás se podría alcanzar cifras cercanas al 20%, lo cual coincide con las encuestas que hablan de 47 millones de pobres en USA sobre la población de 300. Aunque también haya una población flotante importante.

El dato sobre crecimiento es el que me niego a mirar rotundamente ya que las cocinas son extraordianariamente complejas pero Williams lo acerca a un 1% anual desde la era Clinton. Posiblemente aquí difiera un poco pero si coincido en la capacidad de los USA para hacer algo parecido a una inflación de los servicios y de la actividad económica por medio de sectores enteres de baja productividad como el caso de que el sector de la salud en USA represente el 16% del PIB cuando en cualquier país civilizado ese porcentaje está en torno al 8%. En este caso, servicios como seguros, evaluaciones, la medicina como una cadena de montaje y un sinfín de burocracia, intereses, privatizaciones, oligopolios, degradaciones de los servicios públicos (que curiosamente son aproximadamente el 8% del gasto medico pero que su organización no permite que sea eficiente como lo son en Europa con el mismo porcentaje de gasto). El coso por ejemplo de Enron en California con los apagones por medio del interés de subir los precios por medio de un sistema ineficaz pero muy rentable para los operadores... Junto a ello los gastos militares que han aumentado sustancialmente a los ya sustanciales porcentajes del PIB, por las cuestiones de las guerras de Irak y Afganistán.

Bien, todo ello plantea el problema de un marco cuantificable pero no fiable en los datos. Con lo cual, si los datos oficiales hablan de no haber entrado en recesión, es muy posible que hace tiempo que estemos en recesión en USA.

A ello se suma un cuarto componente en los datos referido a los déficits. La deuda oficial de los USA en todas sus contrapartidas de deuda pública (federal, de los estados y municipios), de empresas y particulares, se calcula en un 300% del PIB, cifra no vista desde los tiempos anteriores a la gran depresión. Pero, y si esa deuda, sobre todo la deuda pública y el déficit, no fueran reales y fueran superiores? Es lo que se plantea Williams para quien estamos hablando de un déficit público y un déficit por cuenta corriente muy superior al oficial. En este caso es muy posible que personalmente difiera en que la diferencia sea muy notable y sobretodo muy relevante.

En todo caso, todo indica una sociedad, un país, dependiente de productos extranjeros, sin capacidad de crear contrapartidas. El último dato de balanza comercial de Mayo, con un ligero pero importante deterioro hasta los 60.000 millones de dólares, supone la poca capacidad de la economía norteamericana para poder aprovecharse de un dólar débil. Sencillamente la economía norteamericana se ha deseconomizado.

Pongamos el caso de la industria aeronáutica, un componente que suele ser distorsionador en las balanzas comerciales. De pasar a tener bastantes fabricantes como MacDonald se ha pasado a tener solo unos pocos, y solo uno de ellos no vinculado a Defensa, Boeing, pero es que además, Boeing depende en buena medida de industrias extranjeras como las empresas del titanio rusas. Rusia se convierte en un gran suministrador de componentes de Boeing. Lo mismo con la industria del automóvil, donde cada vez más las piezas de montaje e incluso los automóviles enteros se producen fuera, mientras Toyota pasa a ser el mayor vendedor dentro del país. Industrias como la química o el acero se resienten de la desindustrialización interna. Alcoa buscaba la compra de Alcan, la empresa canadiense con mejores ratios de eficacia y menores costes, precisamente para diluir sus ineficacias internas. Los costes energéticos son elevados, las infraestructuras, salvo quizás los aeropuertos, tienden a no ser renovadas, y cuando lo son, como en autopistas, las constructoras pasan a ser extranjeras como en el caso de las empresas españolas. Hasta China se ha adelantado a los USA a la hora de disponer de trenes de alta velocidad. 77.000 puentes esperan a ser renovados como el que se cayó hace un año en Minneapolis y que recientemente ha sido reconstruido. Otras reconstrucciones pendientes como Nueva Orleáns no han tenido tanta suerte.

Los esfuerzos han ido a dos puntos. Por una parte todo el sector que podríamos llamar militar. Desde las industrias de defensa y armamento a empresas relacionadas con los contratos como Blackwater, Bethel, Halliburton... por otro lado a los sectores financieros. Las teorías sobre la creación de valor por medio de la implementación de nuevos servicios financieros no han dejado de crecer. Existe toda una gama de literatura que intentan cuantificar las innovaciones en el campo financiero como un componente más del crecimiento del PIB. La verdad es que hay una cuestión inquietante en este aspecto y es que después de la crisis de las subprimes existen otro tipo de productos que podrían desencadenar un Armageddon financiero mucho más grave. Me refiero a las CDSs o su empaquetado equivalente, las CDOs. Los Credit Default Swaps. Es decir, los seguros sobre créditos a empresas. Por encima de la posible burbuja de las tarjetas de crédito, la posibilidad de que las deudas de tarjetas de crédito estallen por insolvencia del consumidor, los CDSs, representan un volumen mucho mayor del orden de casi 60.000.000 millones de dólares, es decir, como tres veces o cuatro el PIB norteamericano.

Un escenario de este estilo podemos verlo en el artículo de William Engdahl http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=9202

Y realmente si consideramos la enorme cantidad de CDSs existentes y la posibilidad de las empresas de fallida y por lo tanto de ejecuciones de las CDSs, nos podemos encontrar con el mismo problema que las subprimes. En este caso es un problema relacionado con la fallida generalizada de empresas. Por medio de eso que los teóricos de Wall Street han venido en empeñarse a llamar nuevos productos que crean valor añadido a la economía. Si bien en principio las CDSs están relacionadas con los bonos corporativos y dependen de empresas determinadas, el mismo tipo de abusos que en las subprimes, empaquetarlas en paquetitos, sobretodo las de mayor riesgo, y venderlas en paquetes homogéneos al mercado, en CDOs, tiene el mismo mal olor que la estructura financiera utilizada para las CDOs del hipotecario.

El escenario es realmente alucinante. Nos encontramos con una Fed que en este mismo mes de Junio anda soltando nada más y nada menos que 225.000 millones de dólares, en dinero recién impreso para regalárselo a la banca de inversión. Mientras que la utilización de los mercados del petróleo como condensador de liquidez está en entredicho con una investigación abierta por parte del congreso o del senado de los USA. Mientras que inversores como Buffet se pasean por Europa, ¿para qué? Pues para recolocar sus inversiones desde el área dólar al área euro. Mientras el valor de la vivienda en USA sigue y continua cayendo, pero sobretodo se extiende desde las zonas iniciales especulativas como Florida, zonas de California o Arizona, al resto del país. Tenemos inflaciones impresionantes en países clave como los países del Golfo, aunque también un 23% en Argentina o un 29% en Venezuela, un 12% en Rusia... Lo que hemos visto en el comercio alimentario con países en procesos proteccionistas como Vietnam o Filipinas (creo que era Filipinas o Tailandia), reduciendo las tasas de exportación y aupando los precios, puede ser otro problema añadido. Sí el comercio mundial se contrae y sobretodo se contrae en dólares, como por ejemplo si se sigue el ejemplo de Irán, el colapso del dólar tendrá otra fuente de gravísima preocupación. La aceleración de las medidas como la integración monetaria del área del dólar en los países CCG o incluso los esquemas de proteccionismo regional en el caso de zonas como el Alba que reduzcan la necesidad mundial de dólares. En este caso el interés norteamericano por colocar el precio de un mercado por ahora seguro como el petróleo en dólares, mediante una guerra en con Irán que pueda romper las barreras del precio actual y dispararlo, llevando de paso la necesidad mundial de dólares para pagar dicho comercio y por lo tanto un alivio en la política monetaria, que por otra parte retornaría a los USA en forma de inflación masiva y de aumento de costes de las importaciones.

Todo resulta enormemente complejo y desde luego muy lejos de poder resolverse con la facilidad con que algunos analistos ignorantes quieren. Sin embargo, la posibilidad de alivios o la revalorización de activos bursátiles en momentos concretos, pueden llevar a un aumento muy considerable de la volatilidad en los próximos años en los mercados bursátiles. Sin embargo, el escenario para las empresas podría suponer un deterioro masivo de las condiciones a corto y medio plazo, sobretodo por cuestiones financieras, que podría disparar los riesgos de fallidas y provocar la crisis de las CDSs. Desde luego que esto no es la simple crisis capitalista de ajuste entre inflación, demanda y ajustes de oferta, se trata de algo estructural, que no necesariamente debe ser resulto de una sola vez. EN 1873 comenzó una crisis que tuvo diferentes variantes y fases pero que duró hasta 1896 con momentos de recuperación parcial. Quizás nos encontremos a la puerta de lo mismo o quizás no. Eso se verá con el tiempo.