viernes, 3 de octubre de 2008

¿Crisis del sistema? ¿Crisis sistémica?

Buen artículo en La Vanguardia (era una entrevista y no un artículo de replicación de propaganda), el del Sr Niño. http://www.lavanguardia.es/lv24h/20081003/53552573696.html
Poco más o menos el artículo gira en varios conceptos, que lo peor de la crisis será en el 2010 y que se empezará a salir en el 2012 y que posiblemente no se salga del todo hasta el 2015 o 2018. He de suponer que se basa en una comparativa con la crisis de 1929. Y mi tesis es la de que esta crisis es más parecida a la de 1873. En fin.

Una cosa buena tiene y es el de golpear duramente las teorías optimistas. No hay nada como decir las verdades crudas, sin aderezos, como para golpear las mentes optimistas y quizás cambiar alguna conciencia.

Sin embargo no es esta idea del artículo lo que me llama la atención. Yo tengo claro que de momento hay que esperar a la primavera del 2009 para ver por donde vamos. Sólo para ver, a ver si vemos algo más claro. De momento el asunto de las elecciones en USA no hace más que dilatar los tiempos. Y es que siguiendo con lo que voy exponiendo aún no sabemos si vamos a deflación o si las medidas inflacionistas tendrán éxito y acaban por la fuerte depreciación del dólar. (contrariamente a lo que piensan los demás, estoy por el hecho de que si se consigue reducir la desconfianza financiera en los mercados interbancarios de crédito, la explosión inflacionista causada por la depreciación del dólar podría ser como una explosión nuclear).

Lo que me llama la atención es su referencia a la vida de los sistemas económicos. Su aseveración de ciclos de 240 años y su idea de que el actual ciclo capitalista empezase en 1815. Para ello deberíamos pensar en que llamamos capitalismo, o quizás en que llame él capitalismo. Se supone que a la acumulación de capital para mejorar la producción y la productividad. La inversión capitalista en su identificación por una parte con la inversión (en bienes de producción) y por otra en el ahorro.

Pero quizás debamos pensar que alguien como Adam Smith escribió a mediados de la década de 1770. Por la misma fecha Watt hizo su máquina. La importancia de Watt no está en su descubrimiento sino en como lo capitalizó, es decir en su idea de recibir una compensación económica por cada máquina de vapor instalada en función de su potencia.

Pero hay muchas ideas anteriores a 1789 o 1815, que también pueden ser interesantes aunque estemos en una etapa precapitalista. Los ciclos de hegemonía económica no empiezan con Inglaterra sino con la Holanda del siglo XVII. Entre el siglo XVII y XVIII, el capitalismo que funcionaba era el capitalismo colonial de Compañías. La Compañía Holandesa de las Indias Orientales (VOOC), empezó su decadencia a mediados del siglo XVIII para acabar disuelta antes de finalizar el siglo. La Compañía Inglesa de las Indias Orientales aún pudo subsistir después de las guerras napoleónicas por medio de sus actividades en la India, con ejércitos y barcos de guerra propios, capacidad para recaudar impuestos o todo un abanico de monopolios.

Sin embargo, si volvemos al inicio, la prosperidad holandesa se basa en algo tan sencillo como la alta productividad en los astilleros navales. En 1590 se inventa el Flind. El pequeño navío con capacidad de navegación oceánica, pero cuya ventaja más importante era la normalización de su producción, es decir la capacidad para construirlo en serie. Los carpinteros o los cordeleros o los madereros... sabían las dimensiones de cada pieza para su encaje y por lo tanto se podía pasar a cierta producción en serie que daba a los astilleros holandeses la capacidad para crear barcos más baratos y en mayor cantidad. Eso daba la capacidad para reducir los costes de los fletes y hacerse con el monopolio del comercio marítimo que no empezó a ser contestado hasta 1652 por Inglaterra y con más seriedad en las guerras anglo-holandesas del siglo XVII.

Sin embargo, el sistema de patentes, el sistema bancario, el sistema de propiedad, el sistema de compañías.... todo ya existía en el siglo XVI. Precisamente la grandeza de Adam Smith es la de poder describir una sociología y una psicología del aspecto económico de las personas que está profundamente arraigado en la cultura, al menos en la europea y que trasciende las cuestiones económicas de la época.

Eso hace pensar en cuales son las variables básicas del sistema, en que consiste el sistema capitalista existente y su capacidad para ser atractivo, si existen alternativas actuales, si los cambios producidos o en proceso pueden ser alteraros... Desde luego que hablar de riesgos de cambio de modelos a estas alturas, resulta demasiado aventurado. Incluso cuando se habla de cambios para el 2070. La verdad es que veo más factible un cambio hegemónico y el inicio del recambio de la hegemonía mundial. Lo cual no significa que los USA dejen de ser una potencia mundial, pero el ascenso de otras potencias y sobretodo de potencias no occidentales, plantea grandes incógnitas en cuanto a la evolución futura del modelo o del sistema.

El Sr. Niño plantea la alternativa al sistema capitalista en función de la hegemonía del poder corporativo. Las corporaciones son una de las esencias más importantes del ascenso del capitalismo desde la crisis 1873-1896. Precisamente una de las características de las nuevas potencias del 1900, USA y Alemania, en relación a Gran Bretaña, es el desarrollo de las grandes corporaciones frente a la herencia de la primera revolución industrial con respecto pequeñas factorías. Además, parece lógico pensar que tras el periodo desegulatorio desde 1970 hasta ahora, pueda aparecer un nuevo periodo regulatorio y estatalista como el que se desarrolla precisamente entre 1930 y 1970.

En todo caso, se coincide en la cuestión básica de la importancia de la crisis actual. Aunque se difiere en la forma en la cual puede desarrollarse. Soy más partidaria de un modelo multifase en la cual la extensión de la crisis conviva con breves momentos de recuperación. En todo caso, aún es muy aventurado realizar suficientes previsiones y debemos esperar a ver como se suceden las cosas en el cambio de administración norteamericano pero sobretodo si el modelo actual de procurar reproducir un modelo inflacionario frente al peligro deflacionario, tiene o no tiene éxito y en que medida.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Hablemos del dólar.

El dólar es la clave. Los deficits públicos y por cuenta corriente exigen la impresión de gran cantidad de dólares. Hasta ahora (antes de la actual crisis), las acumulaciones se podían absorber por parte del crecimiento del comercio mundial (tanto de manufacturas como sobretodo de capitales), las burbujas en las propias materias primas y también en la acumulación de dólares por parte de los países exportadores (China, Japón, Rusia, países de la OPEP, Noruega...)

Sin embargo tenemos que considerar los puntos uno por uno y deberíamos considerarlos en su adecuada proporción para sacar una valoración real cosa que no voy a hacer porque carezco de toda la información.

Sin embargo se puede constatar que hay una cierta disminución en la exportación, (hoy mismo el Tankan se ponía en negativo y el PMI de la zona euro va cayendo manteniéndose por debajo del 50 que indica contracción), las empresas exportadoras alemanas, japonesas o chinas parece que se desinflan al son de la crisis, de consumo. Los precios de las materias primas también se han caído, a pesar de que se mantienen en precios bastante altos si tomamos en cuenta referentes históricos.

Pero lo más interesante está en los mercados de capitales. En principio la desconfianza hacia los bancos norteamericanos y el sistema financiero en general contraen los interbancarios por una parte mientras las inversiones financieras ya no son tan boyantes como eran con caídas en las bolsas en general (aunque se puede decir que los mercados de derivados también funcionan en dirección contraria, que existen las posiciones en cortos...)

Pero el dólar no ha subido demasiado ni ha bajado. El par EurUSD ha pasado de 1,60 a zonas de 1,40. Cierto es que se juega con los tipos de interés pero el BCE no ha bajado tipos para considerar una depreciación importante. Sin embargo el dólar se mantiene alto, o al menos ha reducido sus posibilidades de depreciación. ¿Por qué?. Sencillamente, porque a pesar de la caída de la M3 que en estos momentos y según algunos datos no oficiales (no se publica), estaría en un nivel semejante a la inflación pero habiendo recortado desde picos de crecimiento del 16%. Lo cual significa que la tasa de destrucción de masa monetaria, ya sea por reducción de las velocidades de intercambio o por desapalancamientos de deuda, lleva desde principios de año en una senda ampliamente deflacionaria.

Sin embargo, precisamente por las características del dólar, la reducción de los ‘embalses’ de acumulación de dólares como las burbujas o la inmensa bola de capitales financieros internacionales, debería de inundar el mercado con los mismos. Es decir, reducimos considerablemente los niveles pero a la vez, retornamos las cantidades sobrantes de nuevo a casa, a los USA.

Pero la gran crisis del interbancario norteamericano ayuda precisamente a que ese retorno se convierta a una búsqueda incesante de dólares por parte del propio sistema bancario norteamericano. Los dólares de retorno pueden tener amplia acogida por un sistema semicerrado que necesita desesperadamente dólares. El sistema europeo no está mucho mejor pero a diferencia del norteamericano, no dispone de amplios depósitos externos que faciliten ciertos retornos. Y aún así, tanta es la necesidad de liquidez del sistema financiero que aún consigue subir al dólar.

Pues bien, esta apreciación, puesto que no deja de ser una apreciación, puede hacernos pensar que si se solucionaría la crisis de crédito en el sistema interbancario norteamericano, el resultado sería que los dólares de retorno no tendrían compensación deflacionaria y entraríamos en inflación. Lo cual señalaría que o bien se produce la resolución de la crisis de liquidez una vez que todas las burbujas hayan caído lo suficiente, o bien entraríamos en una nueva fase de la crisis con alta inflación. La clave está en el dólar y en seguir su evolución.

martes, 30 de septiembre de 2008

¿Se ha caído el Plan? ¿y ahora qué?

En primer lugar el plan de los 700.000 millones sólo para banqueros, puede recuperarse. ¿Otra votación? Alguna concesión, algo más de pedagogía manipuladora en la calle... Tengo la sospecha de que muchos representantes no lo han votado porque no se les ha dado nada a cambio. En el mundo del cabildeo político de los lobbies y pasillos de Washington, hay que negociar el soborno de cada voto. Eso supone tiempo, pero se hará.

Por otra parte, de momento el fracaso del plan supone la vuelta a la dirección deflacionista. Pero no es tan seguro que se tire la toalla tan pronto. Una acción coordinada de los bancos centrales para bajar tipos parece ser lo que se baraja ahora. Sin embargo las commodities están celebrando a su manera, la derrota del plan inflacionista, con caídas en los precios de las materias primas, del CRB y del petróleo, lo que ha llevado a una nueva amenaza en la bolsa rusa, muy inclinada hacia las empresas de materias primas o semielaborados lo que ha respondido con el habitual cierre. En todo caso, la inyección de 620.000 millones de ayer en los mercados de crédito por parte de los bancos centrales, parece que ya es todo un indicio.

Pero si la bolsa rusa puede sufrir el primer asalto de la deflación, lo cierto es que la epidemia deflacionaria, lenta pero mortífera, se podría asentar de forma contundente en lo que queda de la economía norteamericana. A pesar de ello, veremos si los últimos cartuchos inflacionistas pueden o no pueden ser aprobados.

En todo caso, el descontento social en la calle, en la calle Main Street que tanto está saliendo últimamente en la prensa USA en contraposición a Wall Street, es más que evidente. La popularidad de G W Bush está en el 17%, de las más bajas desde Nixon o desde Truman en la guerra de Corea. Se recuerda los escándalos de Save & Loan, de Enron, de WorlCom... Pero también los intentos de convertir a Paulson, exCEO de Goldman, en alguien con superpoderes y sin kriptonita. Se recuerda como se ha ido derivando hacia una sociedad vigilada, la desconfianza ante el inicio de tareas de vigilancia de población a una brigada del ejército cosa que nos llevaría a principios del siglo XIX. Y a la vez, aprovechando todo el lío, una nueva expansión en los gastos del pentágono, mientras que Bush vetó una ampliación del Medicaid a 9 millones de niños sin cobertura médica por sólo 4.000 millones, porque era un gasto innecesario... Mentira sobre mentira, la deriva social de los USA empieza a ser importante. Aunque siempre hay que considerar la inmensidad del silencio de la América profunda, la misma que llevó a G W Bush a la presidencia junto con algunas tretas en las votaciones. El problema en este caso proviene de la amenaza seria aunque no con demasiadas posibilidades, de que se atrevan a atrasar la votación presidencial del 4 de Noviembre.

Lo que me ha sorprendido un poco es alguna comparativa no recuerdo ahora si en El Economista o Cotizalia, sobre la situación actual y la de 1933. Sólo que 1933 no era 1930 y que los datos macros norteamericanos no son muy realistas, ni en inflación, ni mucho menos en empleo ni tampoco en crecimiento del PIB. 1933 fue el año más duro de la Gran Depresión (Gran Depresión se define como caída de un 25% del PIB), pero no hay que olvidar que estamos empezando y que aún no sabemos hacía donde vamos a ir. Aunque no conviene tampoco soltar todo el lastre de optimismo, veremos a ver.

domingo, 28 de septiembre de 2008

La Vanguardia, Rusia y Project Syndicate.

Por fin lo han conseguido. La Vanguardia es un libelo. Uno de esos libelos con intereses para la manipulación de la opinión pública. Me refiero claro, al artículo publicado en la edición escrita durante el último Domingo de Septiembre (hoy cuando lo escribo). El artículo lo firma alguien que no se quien es ni me interesa y por supuesto Project Syndicate, la firma, o proyecto o como se quiera llamar, de George Soros, un inmigrante húngaro en los USA más conocido por sus ataques a la libra a mediados de los años 90.
La enquina de George Soros por Rusia es conocida. Y la utilización de Project Syndicate como plataforma de expresión de opinión en contra de Rusia es conocida. Jamás he leído algo de esa gente que alabe a Rusia en algún momento. Todo es maldad desde las tierras del Volga.
Pues bien, volviendo al artículo en cuestión, nunca he leído tantas mentiras en tan pocas líneas. No se trata de pequeñas mentiras ni de opiniones en contra que podrían ser válidas desde el punto de vista informativo siempre y cuando se valoren los puntos en los que se basa. Algo así como ver las cosas más pesimistas que positivas o sobrevalorar las cosas malas con respecto a las buenas...
No se trata de eso. Se trata de mentiras en mayúsculas como cuando se dice que Rusia inició la guerra en Georgia el día 8 de Agosto, (cuestión denunciable puesto que ha sido reconocido incluso oficialmente por el Parlamento Europeo) o como se dice que Rusia cerró 4 días sus mercados de valores. Sí, los cerró, pero sólo tuvieron un día completo en el que no se abrió y otros dos con cierres parciales.
En fin, todo girando en torno a dos temas. Primero que malos son los rusos, que debe formar parte de la gran campaña mediática de los libelos occidentales contra Rusia. Segundo, la economía de Rusia se hunde.

Sobre el tema económico ruso se ha dado gran resonancia al problema del cierre y caída de los mercados rusos. Pero poca difusión a sus causas. Varias causas en las que los mercados desregulados bancarios tuvieron dudas sobre la tenencia de productos basura provenientes de los empaquetados de la mafia (literalmente es la mafia sobre la que el FBI ya ha abierto investigación), de Wall Street.
Otros argumentos que no se sabe de donde se sacan es que la caída de las materias primas arrastrarán aún más la economía y que por ejemplo, el precio de los pisos en Moscú, una de las ciudades más caras del mundo, se reducirá en dos tercios.
Naturalmente no se dice nada de las esperas de crecimiento del 8% del PIB, o del crecimiento de la producción industrial de casi un 6%. Tampoco se dice nada de las tensiones del mercado laboral con tasas de paro por debajo del 4,5% que debe traer trabajadores del resto de países ex soviéticos, entre ellos 1 millón de georgianos de los 4,5 millones que son.
Tampoco se dice nada de que los presupuestos rusos están pensados para un petróleo a 65-70 dólares y la diferencia va a parar a fondos soberanos. Si es cierto que las reservas de divisas cayeron en 16.000 millones de dólares en la semana de la guerra, y que en total se ha pasado de 585.000 millones de reservas a 560.000. Pero también hay que considerar el ajuste con respecto al dólar ya que buena parte de las reservas no son en dólares y cuando el dólar ha subido se han producido ajustes que en dólares han supuesto una reducción. De todas maneras, las reservas van subiendo poco a poco de nuevo, semana a semana como va informando RIA.

En general, el artículo destila veneno, mentiras e inquina. No se si ha sido cotejado por La Vanguardia antes de publicarse, pero la responsabilidad de la publicación corresponde plenamente a La Vanguardia y por lo tanto es responsabilidad suya y también las responsabilidades penales que se puedan derivar de una denuncia por ir en contra del derecho a una información veraz. Creo que el ministerio de Exteriores ruso debería poner las querellas pertinentes. En todo caso, este periodicucho queda como lo que empieza a ser, un libelo al servicio de quien mejor le pague para poner mentiras y desinformaciones de lo más variadas pero siempre con una misma dirección de origen. Desde luego que ya huele y huele muy mal.