domingo, 28 de septiembre de 2008

La Vanguardia, Rusia y Project Syndicate.

Por fin lo han conseguido. La Vanguardia es un libelo. Uno de esos libelos con intereses para la manipulación de la opinión pública. Me refiero claro, al artículo publicado en la edición escrita durante el último Domingo de Septiembre (hoy cuando lo escribo). El artículo lo firma alguien que no se quien es ni me interesa y por supuesto Project Syndicate, la firma, o proyecto o como se quiera llamar, de George Soros, un inmigrante húngaro en los USA más conocido por sus ataques a la libra a mediados de los años 90.
La enquina de George Soros por Rusia es conocida. Y la utilización de Project Syndicate como plataforma de expresión de opinión en contra de Rusia es conocida. Jamás he leído algo de esa gente que alabe a Rusia en algún momento. Todo es maldad desde las tierras del Volga.
Pues bien, volviendo al artículo en cuestión, nunca he leído tantas mentiras en tan pocas líneas. No se trata de pequeñas mentiras ni de opiniones en contra que podrían ser válidas desde el punto de vista informativo siempre y cuando se valoren los puntos en los que se basa. Algo así como ver las cosas más pesimistas que positivas o sobrevalorar las cosas malas con respecto a las buenas...
No se trata de eso. Se trata de mentiras en mayúsculas como cuando se dice que Rusia inició la guerra en Georgia el día 8 de Agosto, (cuestión denunciable puesto que ha sido reconocido incluso oficialmente por el Parlamento Europeo) o como se dice que Rusia cerró 4 días sus mercados de valores. Sí, los cerró, pero sólo tuvieron un día completo en el que no se abrió y otros dos con cierres parciales.
En fin, todo girando en torno a dos temas. Primero que malos son los rusos, que debe formar parte de la gran campaña mediática de los libelos occidentales contra Rusia. Segundo, la economía de Rusia se hunde.

Sobre el tema económico ruso se ha dado gran resonancia al problema del cierre y caída de los mercados rusos. Pero poca difusión a sus causas. Varias causas en las que los mercados desregulados bancarios tuvieron dudas sobre la tenencia de productos basura provenientes de los empaquetados de la mafia (literalmente es la mafia sobre la que el FBI ya ha abierto investigación), de Wall Street.
Otros argumentos que no se sabe de donde se sacan es que la caída de las materias primas arrastrarán aún más la economía y que por ejemplo, el precio de los pisos en Moscú, una de las ciudades más caras del mundo, se reducirá en dos tercios.
Naturalmente no se dice nada de las esperas de crecimiento del 8% del PIB, o del crecimiento de la producción industrial de casi un 6%. Tampoco se dice nada de las tensiones del mercado laboral con tasas de paro por debajo del 4,5% que debe traer trabajadores del resto de países ex soviéticos, entre ellos 1 millón de georgianos de los 4,5 millones que son.
Tampoco se dice nada de que los presupuestos rusos están pensados para un petróleo a 65-70 dólares y la diferencia va a parar a fondos soberanos. Si es cierto que las reservas de divisas cayeron en 16.000 millones de dólares en la semana de la guerra, y que en total se ha pasado de 585.000 millones de reservas a 560.000. Pero también hay que considerar el ajuste con respecto al dólar ya que buena parte de las reservas no son en dólares y cuando el dólar ha subido se han producido ajustes que en dólares han supuesto una reducción. De todas maneras, las reservas van subiendo poco a poco de nuevo, semana a semana como va informando RIA.

En general, el artículo destila veneno, mentiras e inquina. No se si ha sido cotejado por La Vanguardia antes de publicarse, pero la responsabilidad de la publicación corresponde plenamente a La Vanguardia y por lo tanto es responsabilidad suya y también las responsabilidades penales que se puedan derivar de una denuncia por ir en contra del derecho a una información veraz. Creo que el ministerio de Exteriores ruso debería poner las querellas pertinentes. En todo caso, este periodicucho queda como lo que empieza a ser, un libelo al servicio de quien mejor le pague para poner mentiras y desinformaciones de lo más variadas pero siempre con una misma dirección de origen. Desde luego que ya huele y huele muy mal.

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