martes, 28 de octubre de 2008

La cumbre del G20

La diplomacia rusa se está moviendo ante la cumbre del G20. Parece que va a ser más entretenida dicha cumbre de lo que parece. Aparte del patético espectáculo de ZP buscando un lugar en la foto, otras cosas parece que se mueven. Y desde luego son cosas mucho más interesantes.

Por una parte el principio de acuerdo para negociar que los intercambios entre China y Rusia se puedan hacer en sus respectivas monedas y no en dólares. Es algo parecido a lo acontecido por el acuerdo de intercambio comerciales entre Argentina y Brasil.

Estamos de acuerdo en que el volumen de los intercambios monetarios en bienes y servicios es muy inferior a los movimientos de capitales en los mercados financieros. Pero sin embargo, los intercambios comerciales son mucho más tangibles y reales y sobretodo mucho más necesarios. Por entendernos, el comercio no es algo negociable cuyas restricciones pueden ser contraproducentes en términos de cambios en los factores productivos que afecten a los mercados de trabajo y a la economía de creación de valor. Sin embargo, una restricción en la normativa de intercambio de capitales financieros puede suponer problemas en varios aspectos pero no directamente en los componentes económicos de capitales de inversión productivo. Por ejemplo pueden servir para hundir las bolsas de valores por huida monetaria asustando a determinados agentes económicos. Contra más abierta y expuesta a la economía dólar esté un país, mayores podrían ser los daños de movimientos de este tipo.

Sin embargo, una vez conseguido la negociación sobre bienes comerciales, bienes tangibles, es mucho más fácil ir introduciendo mecanismos de control sobre los intercambios financieros sin colapsar la economía real. Separando este comercio del dólar, se puede evitar interferencias por parte de Wall Street y se puede tener un mejor control de los mecanismos regulatorios. Sobretodo cuando los países de los que hablamos tienen grados importantes de libertad en soberanía con respecto a USA y a otros organismos internacionales.

Por eso mismo, el frente común de los RIC, Rusia-China-India, puede suponer un frente de lo más interesante en la respuesta a las propuestas del eje USA-UK-UE.

Existen algunas incógnitas interesantes con respecto a dicha cumbre. Aparte de la postura Rusia-China-India y la capacidad que se pueda tener para formar un frente en contra (habrá que ver si interesa o no mostrar una agresividad no necesaria), también está el tema de polaridad entre la UE y USA. O mejor dicho, de la Eurozona frente al dólar. Con una Sarkozy muy amigo de Norteamérica y una Alemania reticente a determinadas cuestiones. Habrá que ver con que grado de sutileza se crea o no una oposición entre la gran Alemania y el resto de países del bloque occidental.

Por supuesto que una última duda está en la capacidad de respuesta o mejor dicho, en el balance entre necesidades internas y necesidades de la economía norteamericana del resto de países. Salvo el bloque MERCOSUR Brasil-Argentina, con todo el grado de proximidad real a la diplomacia norteamericana, veremos cual es su interés.

Está claro que la estrella de la cumbre será el papel del dólar y de los intercambios internacionales de tipo financiero. Para resumir, el tipo de economía interesada de Wall Street. Países como Turquía, Corea del Sur o Sudáfrica, deberán elegir entre la queja y la demanda de ayuda en sus situaciones internas o bien el contentamiento de Washington. De otros actores como México no hay que tener dudas. Arabia Saudí veremos a ver y otros convidados como Indonesia parece que no tiene mayor importancia.

Existe eso sí, la formación de tres intereses en contra del dólar: la formación de una moneda común en los países del Golfo, de los seis países del CCG y por lo tanto veremos como lo trata Arabia. Lo mismo en la moneda del MERCOSUR y la moneda que de una forma mucho difusa se quiere imponer en algunos países del Asia Pacífico.

Todo parece en la misma dirección, la cuestión de los cambios y también del papel del dólar en los intercambios internacionales. En ese aspecto no hay que olvidar la experiencia de Irán, con el rechazo completo del dólar en cualquier intercambio internacional y la posible amenaza que podría seguir Venezuela y el bloque de países del llamado populismo contestatario latinoamericano.

En todo caso, todo puede tratarse en según que grado dependiendo básicamente de un solo actor: la capacidad de la diplomacia rusa. Rusia quiere convertirse en un centro financiero de escala mundial. Tiene los recursos necesarios por su papel importante en el comercio mundial. Cuenta con la proximidad, que no alianza, China, mucho más cauta y que considero que no se arriesgará a tomar iniciativas o al menos a encabezarlas. Y lo mismo con la India a la cual el cálculo más interesado la muestra como un fiel de la balanza cuyo interés es mantener los intereses conjuntos con Moscú, tan importantes actualmente e históricamente y no hacer enfadar a los USA.

Los gestos de la diplomacia rusa de los últimos días son realmente interesantes. El ofrecimiento del salvamento de Islandia, con lo que abre una vía muy interesante para evitar que el FMI se convierta en la única alternativa de préstamo. El FMI tiene algo menos de 300.000 millones de dólares para prestar. Rusia dispone de algo más de 500.000 y con el apoyo de China podría ver multiplicada esa masa. Los USA se han estado preocupando por inyectar dinero en dólares en los mercados internacionales de crédito cortocircuitado. Pero eso sí, la liquidez en dólares con lo que se han preocupado por inyectar préstamos en dólares contra cualquier otra moneda con lo que ha contribuido al alza del dólar de las últimas semanas. La idea de hacer algo parecido pero utilizando las divisas de Rusia y China podría ser interesante, lo que ayudaría a no depender de las reservas existentes si los créditos en divisas con base a sus reservas, son convertibles en los retornos.

Para conseguir la aproximación, Rusia juega la baza que mejor tiene, la aproximación energética, la continuación el oleoducto de Siberia Occidental a China, la amenaza de un cartel del gas, el juego de recortes en la producción de petróleo... Naturalmente falta la respuesta China para poder presionar o no en el frente unido.

Y después hay quienes solo quieren ir a esa cumbre para hacerse una foto y que papá Botín sepa de que va la cosa.

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