jueves, 19 de mayo de 2011

Propuesta de cambio de ley electoral.

Desde aquí creo que la alternativa a la ley electoral propuesta por las listas abiertas es un error y una soberana estupidez. Un error puesto que quema una oportunidad de cambio. Si se cambia en ese sentido no se cambia en otro más democrático y aunque es mejor que el actual no es suficiente.

De la misma manera existen dos alternativas a considerar: la primera sería la reforma de un sistema electoral parlamentario de representación. La segunda sería más compleja pero más auténtica y consistiría en crear un modelo de reformar electoral donde el parlamento no fuera decisivo y la gente podría votar por referendums las leyes y muchas más cosas.

COn la vista puesta en el segundo modelo puedo crear una modelización para el primero:

1- Propongo la existencia de 350 distritos electorales (o el número de diputados adecuados). Cada distrito electoral tendría un número parecido de votantes no siendo posible una diferencia demasiado elevada (como mucho un 20% por ejemplo) entre el número de votantes en el distrito con más electores y el que menos.

2- Los candidatos por distritos se presentan a modo personal y sin necesidad de demasiadas cortapisas. Pero necesitarían demostrar el arraigo con el distrito (por ejemplo domiciliación en el mismo en los últimos 5 o 10 años) para ser representantes del mismo.

3- El diputado representante de distrito tendrá una serie de canales a través de los cuales llevará iniciativas de su distrito al parlamento o se le podrá exigir la orientación en una votación determinada (por ejemplo con un número de firmas adecuada recogidas en sus distrito).

4- Habrá un proceso posible de defensetración del representante elegido si se obtienen suficientes votos y se presenta una candidatura alternativa por ejemplo superando los votos con los que fue elegido.

5- Los partidos políticos dejan de ser entes con consideración jurídica propia más allá de una simple asociación.

6- Los diputados podrían ser llamados a responder por su trabajo una vez acabe su periodo electo.

7- No permitir más de 8 años en la vida pública (o quizás 10 o 12 pero solo 8 como representantes políticos)

8- Para evitar que después se encuentren sin salidas laborales se les puede permitir el ingreso en la función pública a aquellos que no tengan otro medio de vida. Además se deben vigilar las actividades a las que se dediquen después de la vida política.

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