viernes, 12 de octubre de 2007

Una falsa ayuda llamada subvención.

Recientemente estamos viendo como el gobierno se lanza a las subvenciones gratuitas de forma casi desenfrenada. Como dicen por ahí, a ver ahora que nos van a regalar.

Se lo pueden permitir porque existe un superavit de las cuentas públicas realmente impresionante, de más de un 1% del PIB, cuando en la última etapa felipista se había llegado a déficits públicos del 6%.

Qué el gobierno se lance a ayudas sociales parece algo excelente. Al fin y al cabo, en 22 años de integración europea seguimos siendo unos de los países con menor gasto del PIB por parte del estado en gasto público, y ya no digamos en gastos sociales. Afortunadamente estamos lejos de la locura de los USA.

Sin embargo sería interesante reflexionar sobre varias cuestiones relacionadas con las subvenciones. Se supone que las subvenciones se dan como una forma de ayudar a alcanzar un precio. Por ejemplo las subvenciones agrarias que se dan a cambio de venta a precios fijos de determinados productos. Pero del laberinto de las subvenciones agrarias no diré nada.

Generalizando se podría decir que el gobierno, mediante una sibvención inyecta dinero en un mercado. Por ejemplo con la subvención de los alquileres, el gobierno inyectará dinero en la demanda de alquileres mediante dar las ayudas a los usuarios. Visto de esta manera parece fácil ver a donde voy. Es decir, las ayudas por una parte suman dinero en un mercado y por lo tanto inciden en la demanda con siempre se acaba incidiendo en el precio del mercado vía subida de precio.

Primera regla microeconómica de las subvenciones: Un incremento de subvenciones provoca aumento de los precios medios.

La idea es válida si consideramos varias cosas. Si por ejemplo damos ayuda en subvenciones a una pequeña proporción de demandantes de tal manera que lo que damós no es suficiente como para que la subida de precio general del mercado sea suficiente.

Si la cantidad total de la subvención es significativa con respecto al volumen del mercado, podemos encontrarnos con un aumento significativo de precios. Si por ejemplo subvencionamos a la mitad de la población con ayudas al 10% y a la otra mitad no, podemos encontrarnos al final con un aumento generalizado de precios de un 5%, aunque habría que estudiar las curvas de oferta y demanda para ajustar adecuadamente ese precio.

En caso de ofertas muy rígidas, esas subidas de precio para el caso anterior, podría subir bastante más que ese 5%, por lo que al final tenemos un problema peor en general en el mercado, pero como ese traslado a precios aún tarda un tiempo en reflejarse, podemos considerar que mientras que se da ese traslado de precios, por ejemplo en meses previos a unas elecciones, pues no se nota ese incremento en el mercado.

Una posible solución sería en este caso de oferta rígida, quitar el dinero mediante impuestos a la mitad superior, es decir, cobrarse una parte para correguir la demanda en las partes superiores mediante un gravamen que tienda a equilibrar la demanda global y de esa manera no distorsione el precio medio.

Pero claro, tenemos otro problema, por ejemplo en la vivienda, y es que no todas las viviendas son iguales. Por lo tanto no solo debemos estudiar las curvas oferta demanda en general sino en relación a varios tipos de vivienda en función del poder adquisitivo y el precio que se paga por ella. De esta manera tenemos claro que los que tienen dificultades para la compra y piden subvención tienen como objetivo un tipo de viviendas. Y por lo tanto, si inyectamos dinero en ese tipo de viviendas lo que nos encontramos es que no se refleja ese traslado a las viviendas que pueda comprar la gente sin necesidad de subvenciones. Por lo tanto el problema se agrava.

Ya no se trata de si subvencionamos con un 10% a la mitad de la población, sino que subvencionamos con el 10% al 80% de la población que adquiere un tipo de vivienda determinado. Por lo tanto, el traslado de precios seria de un 8% (en caso de oferta de pendiente equitativa).

Si además lo trasladamos a áreas geográficas concretas, nos encontramos con que en zonas muy concretas las subvenciones pueden suponer sencillamente un TRASLADO DIRECTO DE DINERO DEL ESTADO A LOS PROPIETARIOS.

Esto es lo que se ha producido por ejemplo en las ayudas directas a la vivienda o la ayuda indiscriminada, sencillamente ha ido a parar a los promotores o vendedores de vivienda vía aumento de precios.

Eso no quiere decir que la subvención a la vivienda no sea necesaria, pero siempre que sean casos puntuales muy necesarios. En caso contrario, las ayudas a vivienda distorsionan un mercado y lo que se consigue a medio plazo es sencillamente subvencionar a los promotores o dueños de vivienda.
La batería de ayudas del gobierno de forma indiscriminada, populista y absurda, directamente al demandante, sin regulación ni control ni normativa, tiene precisamente esa labor, la de ayudar a los promotores y propietarios en momentos de crisis del sector.

En lugar de luchar contra la acumulación de suelo urbanizable, mediante impuestos que tiendan a gravar su tenencia por encima de la revalorización, de una forma sistemática, y en lugar de colocar suelo público y mayor control sobre el mismo, en lugar de gestionar cooperativas o viviendas sociales de sociedad del estado, se permiten el mismo tipo de cosas que siempre han existido y existirán, mientras los gobiernos de turnos, los ayuntamientos, y los partidos políticos reciban dinero de los constructores para su financiación.

Para entender mejor la formación del precio de la vivienda aunque de una manera algo sencilla:
www.econometra.es/2007/04/formacin-del-precio-de-la-vivienda.html

En un sentido crítico también en bitacora.letradura.es/2007/09/vivienda-oferta-demanda-oferta.html
lamoqueta.blogspot.com/2007/09/el-plan-de-alquileres.html

En todo caso buscaré las curvas de oferta y demanda reales y si pueden ser desglosadas por zona geográfica y sobretodo por precio que sería lo más interesante de tener. Una cosa tan sencilla como esa sería la que habría que hacer en el ministerio de vivienda. Lástima que ese ministerio sirva para otras cosas que no son sobre la vivienda.


Aquí se puede ver como el informe de los servicios técnicos del BBVA de febrero del 2006 hacía de todo menos acertar

BBVA Situacion Inmobiliaria Febrero 2006 Servicios de Estudios

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