viernes, 7 de diciembre de 2007

SOBRE ESO DEL PETROLEO


La economía actual del petróleo gira en torno a varios conceptos y alguna mentira.

En primer lugar, el pacto de 1970 entre USA y la OPEP para que se realizara un mercado exclusivo en dólares. Fue un paso previo al abandono del patrón oro del pacto Bretton Woods de 1944, y por lo tanto la vía libre para la subida del oil.

Eran otros tiempos, tiempos de Nixon, quien entre otras perlas desarticuló el sistema de sanidad pública, y se vio tan agobiado con los problemas económicos de Vietnam que acabó con tirar la toalla.

Tiempos de economía de Guerra Fría, dentro de los imperios marítimos angloamericanos, donde es necesario el control de las rutas y de las ventajas comparativas en los mercados de materias primas. La ideología monetarista ponía su parte de justificación ideológica con experimentos como el de Chile de 1973.

En definitiva que se dieron las bases para la subida del precio del oil a medida que se imprimían más papelitos verdes.

De algo menos de 2 dólares el barril se multiplicaba por 4 en el primer choque petrolífero tras el embargo OPEP, otra justificación política para que las materias primas absorbieran buena parte de la demanda de dólares y ayudaran a no tirar el papelito verde por los suelos. Empezaba la política monetarista americana tendente a mantener grandes déficits por cuenta corriente, mantenidos por insostenibles déficits públicos, como la administración Reagan se encargó de implementar. Y es que entonces, acaecía el segundo choque petrolífero, el de las crisis en Irán y la guerra Irán-Irak. El barril pasaba de 8 dólares a 30-35 en los picos de mediados de los años 80. Mientras el dólar caía de forma pasmosa ayudando en cierta manera a equilibrar los balances. Endeudarse es bueno que decía el cowboy de hollywood.

Pero seguían siendo otros tiempos, tiempos de Guerra Fría, de buscar el aumento de gastos militares para socavar a la URSS, cosa que finalmente se consiguió.

Con la administración Bush padre, se entra en una nueva fase donde USA aparece como única superpotencia. La I Guerra del Golfo, ayudará a aumentar y sostener el precio del petróleo y a aguantar la crisis económica de 1989-1991, dentro del estilo del ciclo neocolonial implementado por los monetaristas. Una nueva era se abría paso y se debía considerar la supremacía de las cuestiones económicas de dominio sobre consideraciones militares de bloques. Cierto es que aparecía en el horizonte China, pero se estaba barriendo a la URSS y también al Japón.

Sin embargo, Clinton no lo entendió así. La política de reducir el déficit público impulsa a crisis relacionadas con el dólar en países con políticas monetarias ancladas en el mismo: México 1994, Tailandia 1997, Corea del Sur, Rusia 1998, Argentina 2000, hasta que la crisis estalla por la burbuja del dólar en el interior del país. Al menos los países árabes habían aprendido algo de cómo diversificar sus petrodólares y no desviarlos por medio del sistema financiero USA, hacia Latinoamérica en los años 70 y 80, provocando la crisis de la deuda. De nuevo aquí, el mapa de quien es quien en torno a la economía del dólar y las planificaciones económicas en torno a USA.

En estos momentos, tras la política de tipos bajos que expande la liquidez, las burbujas ya no se forman en el interior de USA, sino que gracias al déficit público, lo puede hacer en los mercados internacionales y el más importante sigue siendo el del oil. Aunque también el de productos básicos como metales o alimentos están siendo afectados. Pero también la burbuja inmobiliaria. En este tema, resulta especialmente curioso que la burbuja inmobiliaria en España, se desarrollara en el gobierno de Aznar, amiguito de su amigo Bush y por lo tanto no ajeno a las influencias de los planificadores económicos de Washington.

En cuanto al petróleo propiamente dicho, resulta curioso que el último estudio serio del Servicio Geológico de USA, date de 2001. Desde entonces poco más.

En dicho estudio se preveía como las zonas geológicas con mayores reservas las de la Siberia Occidental, y se daba mucha importancia al Caspio dividido en dos zonas geológicas, la Norte y la Sur.

Aquí ya entramos en mentiras y contradicciones. Si el mundo utiliza entre 85 y 87 millones de barriles de petróleo día, en una demanda bastante constante, los USA utilizan 22 millones, China 5,5-6 millones, Japón, algo menos que China, y la UE, en su conjunto de 27 países, en torno a 18 millones.

Si se acusa a China del incremento de la demanda y de los precios, nos encontramos con otra medio mentira. China ha crecido su demanda desde los 2,5 millones de barriles a más del doble, pero también produce por su misma 2,5 millones de barriles. Así que el incremento de 3 millones de barriles chinos no sirven para justificar la demanda cuando en la misma época, los USA han incrementado su demanda casi en la misma cantidad, desde menos de 20 millones a 22 o algo más. En todo caso, un 4% de la población mundial, USA, gasta el 25%, mientras el 20% de la población mundial, China, gasta el 7-8%.

Pero vayamos con más mentiras. Las relacionadas con las reservas. Aquí habría que hacer la diferencia entre reservas probadas, reservas estimadas y otras reservas de petróleos de baja calidad como arenas asfálticas o petróleos muy pesados.

En cuanto a los países del Golfo, debemos empezar a considerar que dos de ellos, Bahrain y Omán ya hace tiempo que agotaron su capacidad de exportación aunque ahora producen importantes cantidades de gas para exportación. En el resto de países de la OPEP, el sistema de asignación de producción es proporcional a las reservas. Se dice que la OPEP y concretamente los países del Golfo, tienen el 60% de las reservas de petróleo. Pero si miramos las cifras nos fijamos en la manipulación de las mismas y en el mantenimiento de las cifras de reserva para poder mantener las coutas. Por lo que quizás estemos hablando de unas reservas reales, de la mitad de lo publicado. Aún así quedan muchos años de producción si se mantienen los ritmos actuales y no suben demasiado las producciones.

En el otro caso tenemos el caso de países que no interesa demasiado que se conozcan las reservas reales, como en Rusia y otros países del entorno de la antigua URSS, concretamente dos países: Azerbaiyán y Kazagistán. El primer caso es un caso conocido, al fin y al cabo se lleva explotando el petróleo de Bakú desde antes de la revolución de 1917, más de un siglo de inversiones petroleras. Sin embargo, los datos sobre las reservas del Caspio, consideradas las terceras tras la suma de regiones geológicas del Golfo y tras Siberia Occidental, o mejor dicho, las estimaciones de dichas reservas, han sufrido dos cambios. En primer lugar su ubicación, ya que parece que el Caspio Norte, el dominado por Rusia, es más rico, y en segundo lugar que las estimaciones no son tan elevadas.

Y aquí entra el fenómeno Rusia. En estos momentos Rusia es el mayor productos mundial con 9,5 millones de barriles superando de poco a Arabia Saudí. Aunque los costos son mayores, por encima en muchos casos de los 15 dólares el coste de producción frente a los 3-5 dólares en los países del Golfo.

Por eso mismo, durante el periodo Clinton, cuando se luchaba por mantener déficits públicos equilibrados y por ello no inundar de dólares las economías USA, el barril llegó a bajar por debajo de los costes de producción rusos, lo que permitía que las petroleras foráneas pudieran entrar en el mercado ruso en descomposición política. Y es que aparte de la gran capacidad de producción rusa, se debe sumar el control por los sistemas de oleoductos de la producción de 2 millones de barriles de Azerbaiyán, (de ahí la importancia del oleoducto de Georgia-Turquía), y de los extraordinarios y sorprendentes 4,5 millones de Kazagistan, el otro país de la cuenca Norte del Caspio. Y aún así a Rusia le esperan muchas sorpresas en subsuelos muy complicados para la explotación como la Siberia Oriental, el Ártico... El aumento de la capacidad política rusa viene de la mano de la recuperación de precios, por el retorno a la política de déficit USA, pero también por la mano firme de Putin en la renacionalización de recursos, cuestión que pone de los nervios a los planificadores económicos de Washington.

Por otra parte, el aumento de zonas de explotación, en otros casos la disminución de zonas de producción clásicas. Mientras la producción en el Mar del Norte y en el Golfo de México disminuyen, aparecen otras zonas nuevas. Las más exitosas son las de Rusia-Kazagistan, pero también en el África, donde Sudán (y la pequeña producción del Chad) supone un nuevo reto, esta vez dominado por los Chinos. Pero también Angola, a la que se le ha acaba de asignar 1,9 millones de barriles de producción día, Guinea Ecuatorial o Santo Tomé.

Mientras Noruega compensa el agotamiento en sus zonas del Mar del Norte con explotaciones más cercanas al Ártico manteniendo una producción constante muy elevada de 4 millones de barriles.

Además, la reducción de la explotación en USA, pasando a sólo 6 millones de barriles pero con depósitos muy agotados, a pesar que el aumento de precios permite reabrir viejos pozos agotados con precios de 20 dólares.

Sin embargo, una de las cuestiones que más asusta a la economía USA es el desvío hacia intercambios que no consideren al dólar en su centro. Por ejemplo intercambios sur-sur o bien intercambios monetarios fuera del dólar. De hecho, que países como Rusia o Noruega acepten dólares es algo que no tiene porque producirse. Mientras el frente Irán-Venezuela, apuesta por abandonar los intercambios en dólares. Irán ya lo está realizando admitiendo sólo monedas como yenes o euros, mientras en el caso venezolano, con ventas directas a USA, es más complicado. En todo caso, dentro de la OPEP se abre un frente fuerte que puede ser antidólar: Venezuela, Irán, Ecuador, quizás Libia y Argelia. Mientras los países del Golfo agrupados en la GCC, se ven desesperados por el aumento de la inflación producidas por el anclaje de sus monedas al dólar. Mientras Kuwait ya ha realizado repreciaciones parciales, el riesgo de desvincular las monedas locales del dólar puede ser un primer paso. Mientras Rusia sigue construyendo oleoductos, esta vez en el Lejano Oriente ruso, para poder explotar los yacimientos en la Siberia Oriental. Y la nueva gran incógnita de la capacidad del nuevo yacimiento en la plataforma marítima brasileña que amenaza con ser mayor que en su tiempo el del Mar del Norte.

Por cierto y como última mentira denunciada, la estupidez de las teorías del origen fósil de petróleo. Precisamente el éxito ruso, así como de otros países como Vietnam que produce un millón de barriles día, se debe a la teoría geológica del origen profundo del petróleo, por lo que contra más profundo se perfora quizás se pueda encontrar nuevos yacimientos. Las teorías del pico y todo lo demás, organizadas a partir de la teoría fósil, como fuente de temor y especulación de las petroleras que incluso llevan la manipulación al campo intelectual.

2 comentarios:

Salustiano dijo...

El tiempo hablará. O no.
La cuestión es que el petróleo barato llegó a su fin y perforar a profundidades cada vez mayores no supone un incremento lineal de la inversión ni tampoco de la producción, y llegado cierto límite ni tan sólo es algo factible.
El cénit o "peak oil" está muy bien argumentado por los geólogos especialistas en petróleo, pero siempre habrá teorías para "explicar" cualquier interpretación(eso sí, a veces disparatadas)

Salustiano dijo...

El tiempo hablará. O no.
La cuestión es que el petróleo barato llegó a su fin y perforar a profundidades cada vez mayores no supone un incremento lineal de la inversión ni tampoco de la producción, y llegado cierto límite ni tan sólo es algo factible.
El cénit o "peak oil" está muy bien argumentado por los geólogos especialistas en petróleo, pero siempre habrá teorías para "explicar" cualquier interpretación(eso sí, a veces disparatadas)