domingo, 24 de mayo de 2009

Chávez, Botín, materias primas y el oro de Moscú.

Como dice Pascual Serrano en Rebelión, sino fuera por conocer como funcionan los medios, parece que todos se habrían puesto de acuerdo, como de casualidad, como para tratar la noticia de la venta del Banco de Venezuela al estado venezolano, de la misma manera. Resumiendo, parecería que Botín, ese mismo de las cesiones de crédito, los asuntos Lehman, los bonos convertibles, el asunto Madoff y Banif, Banif Inmobiliario... pues ese mismo personaje, hubiera vendido directamente a Chávez su banco. Poco más o menos como una extorsión (de las que tantas hay con traspasos en comercio en España producidas por mafias chinas, paquistaníes o del este de Europa). Pues eso. El pobre Botín se ha visto obligado a desprenderse de su filial venezolana para dársela al ‘dictador’ (no al estado venezolano sino a una persona) Chávez el come-niños.

Claro que nadie se pregunta porqué dicho banco fue comprado por apenas 300 millones por el tal Botín.

En fin. No es la cuestión que quería discutir, sino que aprovechando el tema se ha dicho de todo y claro, ahí ha salido la capacidad de solvencia de Venezuela en relación a los ‘depreciados’ precios del petróleo.

Ya estoy un poco harta de las falacias sobre la caída del precio del petróleo y de otras materias primas. Cierto es que el pico del precio del oil alcanzó los casi 150$ barril en Junio-Julio del 2008, pero empezó el 2008 con un precio de 90. Y los precios actuales de en torno a 60$ barril son equivalentes a los que existían en el 2006 (donde se movían entre 60 y 75$) y sobretodo 2005.

¿quiere eso decir que el 2005 no se obtenían beneficios del precio del barril?. Ahora resultará que si el barril no está a más de pongamos, 100$, los productores son insolventes, cuando los costes de extracción siguen siendo bajos, muy bajos. (4-5$ el de Oriente Medio, 15-20$ el ruso, más caro el de aguas profundas...).

Cierto es que es muy posible que muchos países hayan optado en el 2006 y 2007 con cargar más gastos a los beneficios provenientes del oil, pero eso es otra cuestión. Tampoco la caída de consumo es tan significativa como para que los beneficios netos se hundan y ahí están los recortes de la OPEP de 2,5 millones de barriles, acompañados por los débiles recortes rusos.

Pero en general existe desde Noviembre una tendencia de recuperación de precios, desde los 33$ a los 60$ actuales. Pero ello no es único del mercado del petróleo. En los alimentos está produciéndose la misma recuperación. No quiere decir que llegando a los niveles de los picos de Junio-Julio del 2008 pero si recuperando precios, unos precios ya importantes, del 2007 o 2006. El gráfico más interesante sea seguramente el de la soja en el CBOT.

Es decir, lo que se está produciendo es una inflación de precios de nuevo. Quizás podamos pensar en una corrección de la gran caída desde Junio-Julio del 2008 a Niviembre, pero quizás debamos pensar en unos precios que no concuerdan con unos escenarios de deflación. Habrá que ver, y comprobar, si hay un giro por ejemplo en una corrección del 40% de la caída o del 60%... Si pasamos de 150 a 35 tenemos 115 cuyo fibo 0,4 sería en torno a 46, lo cual nos da un precio de final objetivo en torno a 80$ barril. Un precio que es superior al del años 2006 y a buena parte del 2007. La cuestión es después qué. Ese sería un buen indicador del tipo de crisis en el cual andamos.

Pero la noticia de la semana no iba por ahí. Sino en los problemas en la deuda británica y por extensión, en el temor de la deuda norteamericana. Unos problemas que AUN no se han trasladado a las bolsas y no lo harán hasta que se termine de ajustar el valor del dólar y ver donde van los bonos. Algo así ocurrió en Mayo del 2006, y la cosa duró más de un mes, aunque hay que recordar que entonces había otras cosas de por medio.

En fin, acabando con la noticia importante de que el tercer tenedor de reservas mundiales de divisas ( y con 120.000 millones de dólares en bonos uno de los mayores acreedores de los USA), como es Rusia, está cambiando radicalmente su política de reservas. Si oficialmente mantiene una relación de su cesta de 55-45% relación dólar-euro, se ha sabido que la relación en divisas en dólares apenas supone un 41% del total y que el euro supera el 46%, (el resto otras divisas como yenes, francos suizos...). Lo importante aquí es ese cambio que podrían seguir otros países como China. Y es que los cambios se están produciendo poco a poco pero sin pausa (como los relacionados con los acuerdos bilaterales de comercio en monedas locales), y no son nada buenos para el dólar.

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