domingo, 26 de septiembre de 2010

La Vanguardia, Rahola, el barbudo y el zambo.

Realmente me estoy preguntando si no empieza a ser preocupante la obsesión por lo que se cuenta en el digital de La Vanguardia. Me lo tendría que hacer mirar. Sin embargo tampoco me consume mucho tiempo y creo que escribir en el blog me sirve de terápia.

Quizás debería cambiar el nombre del blog. Un blog dedicado a las mentiras, medias verdades y estupideces que se escriben en un panfleto. Porque desde luego vamos en esa dirección. En la dirección de panfleto. Cuando se deja de dar información y se basa todo lo publicado en opiniones o la información siempre lleva coletillas 'extrañas', ya no creo que sea algo capaz de otorgar información objetiva. La información objetiva debería ser la de la propia noticia y si acaso, poder colocarla en todo el contexto histórico, geográfico, político o donde sea. El problema es que esto se puede hacer de forma aséptica, dando paso a opiniones de varias fuentes, partes, intereses.... o bien puede ser monocolor tirando a la salirse de cualquier línea. Y creo sinceramente que La Vanguardia, lo mismo que muchos otros diarios de mass medias, se están pasando de la raya en información internacional y económica.

Quizás es en información internacional donde internet nos permite ir a muchas fuentes y a muchas opiniones de una forma que no puede ser en absoluto monocolor. Si nos cuentan un cuento sobre lo malo que es Chávez nos vamos a aporrea.org y nos cuentan lo contrario. O nos vamos a muchos foros alternativos. Y lo interesante de los foros alternativos, es que para que se les haya tomado en serio se han dedicado a dar mucha información, de la buena, con datos, opiniones, nombres, informaes... Los mass medias se siguen dedicando a repetir como loritos, en el mejor de los casos, la información de los gobiernos. ¿Se supone que porque lo diga un secretario de nosequé la información es cierta?. Aquí está clara la dicotomía. O nos creemos a pie juntillas que los gobiernos son buenos e incapaces de mentir, tergiversar y manipular y por lo tanto la información de sus fuentes es cierta a todas todas o bien que los gobiernos mienten. Y la información de sus fuentes hay que ponerla en cuarentena. Claro que si nos creemos que los gobiernos nunca mienten y un día les pillamos en una mentira, ¿quien no comienza a desconfiar?.

Pero me enrollo demasiado y yo quería concretar más. Y concretando en el artículo de hoy Domingo de Pilarín Rahola la fantástica. Hoy tiene el descaro de suscribir, firmar y reafirmar el típico artículo de los suyos, de los propios. Poco más o menos comparando a Chávez con Ahmanideyad. Por supuesto ambos dos son malvados demoniacos. Dictadores los llama desde el principio, ignorando que ambos dos han ganado sus elecciones. Si mi memoria es correcta, Chávez lleva desde 1999 y habiendo ganando 11 procesos electorales. (Y perdiendo alguno como el referendum costituyente o algo así que ahora no recuerdo y sinceramente no me interesa).

Porque a mí realmente no me interesa demasiado Chávez o Ahmanideyad, más que en su justa medida. Me ha sorprendido, eso sí, que esta misma semana la presidencia de la gran Rusia, se haya pronunciado con claridad sobre la prohibición de vender los antiáreos rusos a Irán o la de poner restricciones a no recuerdo que cosa más. Algo que supone una ruptura o mejor dicho un posicionamiento desde el anterior juego ruso de sí pero no. Analizarlo, ponerlo en su contexto, definir las implicaciones reales que eso conlleva... eso sería periodismo. Pero claro, aquí, en el país de los borregos, eso sería demasiado. Se prefieren firmar y publicar artículos emocionales, plagados de eslóganes de propaganda (de ahí al panfletismo), con tópicazos que recuerdan a Goebbels (Empiezo a pensar que el antiguo ministro de propaganda es la persona más importante del siglo XX).

De nuevo Rahola nos vende carnaza de ilegitimidades absurdas. Entremezcla todo para un pastel de basura emocional. Le da igual mezclar las Farc o Hiztballa con Gadafi o con Chávez. Para ella y gente como ella, todo en el mismo cesto significa no tener que pensar demasiado. Todos malos y así se resuelven las cosas.

No hay comentarios: