martes, 30 de octubre de 2012

La Vanguardia y Sandy o como la prensa es un circo

Sandy está en NY, si no se ha enterado es que vive usted en un mundo sin teles ni internet, una isla paradisiaca donde no le moletan con ningún circo.


En LV podemos encontrar la noticia en veinte artículos por lo menos. En primera línea, lo cual hace reflexionar sobre como se confeccionan las noticias y porqué. Este ejemplo puede ser muy ilustrativo.

A mi modo de ver existen tres o cuatro aspectos a tener en cuenta.

El primero es que en USA las noticias son cubiertas, más bien sobrecubiertas. Así que para empezar podemos disponer de todos los aspectos posibles de la noticia vistos desde mil ángulos diferentes. Si comparamos con el mismo paso de un huracán por Haití o Cuba, donde los efectos pueden ser igual o más devastadores, en estos casos los medios locales son menos generosos. Pero en la era de los móviles con cámara y de youtube no debería ser lo más importante.

Tenemos por supuesto las agencias. No solo hay reporteros dicharacheros dispuestos a filmar en la lluvia el chaparrón sino además las agencias están dispuestas a vendernos de mil manera diferente la noticia. Y aquí está una de las diferencias, la mala costumbre de la prensa occidental de basarse en las agencias 'de siempre'. Existe pues un monopolio buscado de hecho sobre las noticias que nos venden. Así por ejemplo se compra lo que ofrece Reuters pero no tanto lo que ofrece Interfax o Fars, o SANA. Esto obedece a aspectos que van desde el mismo posicionamiento ideológico hasta el efecto miedo de salirse de lo que los demás hacen. Así si compro Reuters podré estar seguro de que mi competencia también habrá comprado Reuters y será más difícil que haya comprado Ria Novosti por ejemplo.

El segundo aspecto puede tener que ver con el concepto de espectáculo. En el fondo se trata de vender titulares, de hacer un sofrito con hisotorias emocionales para vender mejor. Eso se puede hacer si seleccionamos dentro de muchas noticias y ofrecemos una visión completa dramática. De lo contrario pasamos al aspecto aséptico de la catástrofe que es lo que suele suceder cuando se tratan aspectos de Etiopía o de Pakístán por ejemplo. El efecto memoría parece ser importante, así el lector aleccionado emocionalmente estará más abierto a los dramas en USA por ejemplo que no en Pakistán. No se vende una cosa igual que otra por más que en realidad en el segundo caso sería más dramático. En este caso si tenemos una responsabilidad de la prensa pues el efecto es fruto de la selección continuada de preferencias de una forma consciente.

Por supuesto si compramos las noticias USA a servidores locales, estos servidores de noticias saben como montar el espectáculo hollywoodiense de la catástrofe consiguiendo los efectos emocionales adecuados buscados por el vendedor.

Pero existe el último aspecto que nos lleva dentro de las conspiraciones. El efecto buscado de dar más cobertura y hacerlo de una forma especial para los USA correspondería a la necesidad de buscar vínculos emocionales con los USA entre los consumidores influenciables de noticias para favorecer el vínculo de los  páises objetivos con los USA posteriormente diferido este vínculo emocional a otras noticias más políticas.

Sería algo conspiranóico si no supieramos de la capacidad de los grupos mediáticos USA de intentar monopolizar la información y a la vez de la existencia de organismos del gobierno dedicados a la propaganda y a la preparación de la información para el consumo interno y externo. ¿Es casualidad que todas las grandes cadenas ofrezcan las mismas noticias, gasten casi el mismo tiempo y veamos las mismas imágines y casi las mismas palabras? No.

La Vanguardia, la subvencionada y mentirosa La Vanguardia, aladid del globalismo en Cataluña, sirve a los mismos intereses que ya sabemos. La información nunca es inocente.

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