lunes, 28 de abril de 2014

¿Para que sirven todos los millones del Pentágono? El caso Donald Cook

EL Donald Cook es un destructor construido a finales de los 90 cuya clase está equipada con los sistemas AEGIS y los misiles interceptores SM-3, además de los misiles de crucero Tomahawk y todo el resto de armamento que compone un navío de guerra norteamericano. En pocas palabras, es la leche.

El sistema AEGIS, enormemente caro y sofisticado es un sistema de intercepción antiaéria tan fantástico que sirve de base para una de las componentes del sistema antimisiles norteamericano llamado DAM y cuyo componente terrestre se quiere desplegar en Europa Oriental. En este caso se trataría de misiles PAC-3. Los SM-3, los PAC-3 (Patriot) y otros en fase final de evolución como los THAAD, servirían de base de dicho sistema bajo el paraguas de los sistemas de radar de tipo AEGIS (AEGIS sería el nombre de todo el sistema de intercepción).

Existen numerosas críticas que se pueden hacer a dichos sistemas y su eficacia es más que dudosa por determinadas consideraciones. (El tipo de intercepción solo se podría conseguir en las fases iniciales dada la inmensa velocidad que logran los misiles balísticos y existen muchas variables que influyen en los cálculos de intercepción que no son exactas como la composición cambiante de la atmósfera, considerando que se necesita un impacto directo ya que se suponen que son misiles de impacto cinético). Los USA intentan desarrollar misiles de hipervelocidad y también el interceptor sobre atmosférico X-37 cuyas bases de desarrollo son más creíbles.

Aún así los destructores equipados con AEGIS deberían ser la leche, lo último de lo último y lo más sofisticado y amenazante para una potencia nuclear como Rusia. Aunque no hay que olvidar como se vendieron los Patriots en los años 90. A raíz de la primera guerra del golfo cuando se vendía que los Patriot interceptaban Scuds con facilidad pasmosa. En realidad el Scud es un misile muy viejo, y además eran material de exportación, y a pesar de ello las tasas reales de intercepción no llegaban al 3-4%. Aún así se supone que en algo más de 20 años la tecnología pueda haber avanzado y el AEGiS y los SM-3 deberían considerarse como la etapa siguiente a los primeros Patriot. (Sin comentar la inmensa cantidad de dinero gastado).

El Donald Cook es uno de esos destructores AEGIS, uno de los cuetro que los norteamericanos han decidido desplegar en la base española de Rota como parte de ese sistema antimisiles (tan lejos de Rusia que hay que preguntarse si realmente serían eficaces aunque sus capacidades fueran mucho mayores de lo que son). Además, España compró dichos sistemas AEGIS para equipar a varias de sus fragatas costando sus dineros claro.

Frente a la crisis ucraniana a los USA no se les ocurre otra que enviar el Donald Cook al Mar Negro (junto a una fragata menos atemorizante y un barco espía francés). Se supone que colocar un destructor de ese tipo que pudiera interceptar misiles si a los rusos les da por lanzarlos sobre los golpistas neonazis de Kiev sería una señal de disuasión de la leche. Algo así como el matón del patio de colegio sacando pecho cuando ve que dos mindunguis van a empezar una pelea.

Los rusos enviaron un Su-24. Aunque alguna versión dice que otro Su-24 se mantuvo a una distancia prudencial. Los rusos están renovando su aviación que se compone de algo más de 3.000 unidades (frente a las 12.000 norteamericanas) incluyendo helicopteros. Lo hacen poco a poco. Entre 100 y 160 unidades cada año. Este año han empezado a recibir Su-35. Otros aviones como los muy viejos Mig-29 o los Mig-31 pasan procesos de renovación. Pero no fue un Su-35 ni un Su-34, el avión táctico de última generación, o un Tu-22M, sino un vetusto Su-24. Si se piensa en lo que los rusos tienen, en lo más fácil de colocar en la chatarrería, se puede pensar fácil en un Su-24. No se dice de que versión, pero sí se coincide que desarmado. Es decir sin nada colgando de las alas.

Y aquí es donde las versiones no oficiales entran en el rumor. Y el rumor es que el destructor interceptó el avión acercándose, se empezó a preparar asignando blancos y todas esas cosas que hace un navio de guerra con capacidad antiaeria de sobras. Y de repente las pantallas se quedaron en blanco. Todo tipo de señales de radiofrecuencias de TR (transmisión-recepción) colapsaron.

Sin capacidad para recibir señales los sistemas de combate no pueden asignar blancos, así que es como si todo el navío (salvo quizás su cañon principal no muy conveniente contra aviones) quedó indefenso.

12 veces pasó el Su-24 sobre el navío. Dicho número provino de la conferencia que un tal Warren, de la marina, díó emocianalmente alterado acusando a los rusos de saltarse todo tipo de normas entre marinas de guerra. Al parecer el Su-24 se dedicó a entrenarse con un blanco real (indefenso) 12 veces evolucionando como si realizara maniobras de ataque, todo ello esperando a comprobar si el destructor conseguía arreglar el problema. En ello estuvo un tiempo que pudo ser de hasta 90 minutos. Hay que suponer que después no le quedase combustible. El avión se marchó y los sistemas volvieron a funcionar.

El causante fue un jammer nuevo denominado Hibyni o Khibyni. Un jammer es un emisor de señales de radar que sirven para que dichas señales distorsionen las señales de los radares enemigos. De esta manera se produce 'ruido' en las señales de radar incluso si la frecuencia, amplitud, longtud de onda, es adecuada se puede neutralizar la señal. Claro que para ello se necesita potencia cuestión que suele ser el talón de aquiles de los TR ya que se recalientan y se necesita utilizar materiales muy complejos. Sin embargo hay otras maneras de conseguir ruidos.

Aún así, y si hay que hacer caso del rumor, ya que dicha noticia no aparecerá desde luego en el NYT, un simple jammer pondría en duda todo el sistema, costoso, del sistema de escudo antimisiles. El Donald Cook marchó seguidamente a una base rumana y después salió del Mar Negro con una prontitud pasmosa. Eso y las alteraciones en los portavoces del pentágono junto con las noticias rusas, configuran las bases de la información. Quizás insuficientes pero dignas de ser mencionadas.

No sería el primer caso. Si la información fuera cierta, el planificado ataque norteamericano con misiles tomahawks a finales del verano pasado, se anuló precisamente por comprobarse que los sirios habrían sido equipados con jammers capaces de desviar los vuelos de dichos misiles de cruceros (qué esperaban? los Tomahawks y todo el sistema son diseños de los años 70 a pesar de renovar versiones). Hubo el incidente que no se clarificó de dos misiles lanzados en el Mediterraneo con muchas versiones. Para unos fueron lanzados por submarinos isrealies, serían Popeyes, para otros se trató de un simulacro en que los israelies interceptaban 'con exito' un misil norteamericano en una prueba... o puede que solo se tratara de una comprobación previa para observar si Siria tenía la capacidad para convertir en ineficiente un ataque más masivo. Como sea no hubo ataque. Lo cual da más peso a la última versión.


De ser así, podemos entender parte de la retórica norteamericana y parte de los cambios de rumbo de sus políticas. Seguiremos observando.






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