viernes, 16 de enero de 2015

Rusia se prepara para la guerra

Es mi impresión.

Una guerra se prepara y Rusia no se va a quedar atras.

Lejos de los atentados de bandera falsa, bastante torpes, aunque no tanto como los cometidos en USA, los vientos soplan con mayor intensidad desde el Donbass.

En la primera parte de esta guerra sucia por Ucrania, Vladimir Putin no quiso que Rusia se involucrara directamente en el conflicto. Los resultados fueron, se mire por donde se mire, una victoria parcial dentro de la derrota, también parcial o mejor dicho momentanea.

El nuevo régimen fascista ucraniano se mantiene en Kiev, al menos de momento, bajo la dirección directa de Washington. (Y pensar que había habido un tiempo en que Ángela Merkel había creído que podía colocar a su propio caballo boxeador a la cabeza). Esa es la derrota. La victoria rusa son Crimea y esa nueva Transdnitria que es el Donbass.

La tregua en el Donbass nunca ha sido tregua desde que los medios de manipulación de masas occidentales sentenciaron que había una tregua. ¿Qué otra prueba puede haber de la victoria parcial rusa? Desde entonces los bombardeos, la artillería, los golpes de mano y los muertos han goteado incesantemente. Día sí, y día también.

Las conversaciones abiertas indicaban la posibilidad de crear una amplia zona intermedia por lo cual el estado del aeropuerto de Donestk, al norte de la ciudad, resultaba fundamental para demarcar dicha línea. En dicho aeropuerto, las tropas ucranianas y hay que esperar que tropas especiales, se mantenían irreductibles, al menos en parte de los edificios y las instalaciones. Hasta estos últimos días. El aeropuerto ha sido tomado. A pesar de la habitual propaganda del régimen de Kiev, las pruebas, desde Voice of Sevastopol o Colonel Cassad, parecen bastante claras.

En lo días en que el autoatentado en París come espacio para el asunto del autobús, (y cuando hay espacio se propaga que han sido los propios rebeldes quienes se bombardean y se matan a sí mismos, con un par, vamos), el asunto de la ofensiva sobre el aeropuerto no deja de ser una preparación o quizás no.

Los ucranianos se mueven. Nadie cree en treguas, en las treguas de Kiev mientras la artillería sigue funcionando. Ucrania reagrupa fuerzas militares reorganizadas tras la gran hecatombe que finalizó en una tregua obligada. Rearmados desde Washington, con las poco fiables armas norteamericanas, los ucranianos, y los que están detrás de ellos, tienen la idea fija de aplastar el Donbass. El Donbass es una molestía para cualquier posición diplomática posterior. No se pueden firmar alianzas serias si hay la amenaza de que una explosión arrastre a todo a una guerra directa con Rusia. Ese juego no se juega, ni siquiera por los psicópatas de Washington.

Y no se juega porque Rusia sigue preparándose. Me sorprendio una noticia que hacía referencia a un submarino Delta III en el lejano oriente, el Nizhny Moskva. El número de Delta III en servicio no me queda claro, pero al menos hay uno. Seis Delta IV, el Dimitri Donskoi, y los tres nuevos y flamantes Borei. El Arkansjel y el Severtals es posible que también puedan actualizarse (uno con equipamiento muy antiguo, y el otro con aspecto de que alguna explosión interna lo ha dejado todo para la chatarra, al menos eso hace unos años). Pero tenemos dos nuevos Borei, el Príncipe Vladimir y el Príncipe Oleg, en construcción mientras otros dos clase 885 siguen la estela del Severodvinks y el Kazan (este último para entregar posiblemente en otoño).

Junto a ello, fragatas, ICBMs Yars, Iskanders, S-400, compras de Su-30 y Su-35, la fase avanzada del Pak Fa,...y nuevos radares y sistemas de intercepción. Los planes de modernización de los ejércitos de Rusia sigue su curso, aunque no siempre se cumpla con los ambiciosos planes y haya algunos retrasos.

Sin embargo todo ello no es lo importante para afirmar el cambio de escenario político. Más importante son las decisiones no difundidas por los medios de manipulación y desinformación de masa, sobre los asuntos del gas y el petróleo tomados en estos días por Rusia.

La idea es sencilla, el abandono del sistema de pagos en dólares por los casi 5 millones de barriles de exportación de petróleo. Aunque en realidad en este asunto el inmenso acuerdo de venta a China ya auguraba que una buena parte ya no se negociaba en dólares. Lo mismo que la creación interna de un sistema Switf para cambios y arbitraje. Junto a todo ello la agresiva cuestión del gas, que es lo que de verdad me lleva a intuir que Rusia se prepara para la guerra, una guerra de verdad.

Alexei Miller CEO de Gazprom desde que Medvedev se apeara para pasar a la política, les ha dicho a la UE que a partir del 2020 no habrá gas ruso que pase por Ucrania y que si quieren gas ruso que se construyan ellos mismos el tramo desde Turquía. Junto a ello la amenaza de cerrar el gas mientras Ucrania siga robando el gas de paso.


Toda una declaración en el juego. Rusia está dispuesta a dejar los mercados europeos. Al menos una parte importante, ese 50 o 60% que pasa por UCrania. Ese es el juego. En ese sentido el acuerdo de gas con China garantiza que las ventas no debería mermarse. Es decir, Putin se está apeando de los inconvenientes que supondrían una guerra en Ucrania. Es decir, si el régimen de Ucrania ataca el Donbass, que es lo que se observa en los movimentos de tropas de Kiev, quizás esta vez, Rusia no se quede tan facilmente en la ayuda logística, y el apoyo de suministros como la vez anterior. Quizás esta vez veamos los T-90 en Kiev, persiguiendo criminales y asesinos con esvástivas del régimen actual.

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