miércoles, 31 de octubre de 2007

La caída de un imperio: 1873

El anterior imperio fue sin duda el británico. Sobretodo en el periodo entre 1815 y 1873.
La exposición Universal de Londres de 1851 y la coronación de Victoria como emperatriz de la India por la labor de Disraeli, llevaron a la Gran Bretaña al cenit de un imperio que era industrial, político, militar, colonial, financiero...
La Gran Bretaña como la fábrica del mundo, Londres como el centro mundial financiero, la libra mantenida por el patrón oro como moneda fuerte, que sin embargo permitía las inmensas exportaciones a los mercados tradicionales británicos. Y la ideología de este imperio era el libre comercio. Ideología plasmada por David Ricardo y seguida a ragatabla por la capacidad de la Gran Bretaña de mantener las ventajas competitivas sobre el resto del mundo.

Este libre comercio se terminó de plasmar incluso en el tratado comercial con Francia de 1860. Tratado ante la potencia proteccionista por excelencia y que acabó por una reducción de precios generalizada en el hexágono.
Sin embargo, algunas cosas no terminaban de marchar bien. La revolución de los transportes, y sobretodo del vapor y el desarrollo de las vías ferreas en La Pampa, o en otras partes de sudamérica (factores realizados por el capital británico), facilitaban la posibilidad de trasladar carne, cereales y alimentos baratos desde Argentina, Canadá, Australia... Finalmente apareció la crisis de 1873. Una crisis de precios, una caída general de precios propiciada por el libre comercio, la intensificación de la producción manufactureda a menor precio para compensar las caídas de precio por la competencia, la aparición de nuevos competidores como Alemania o USA...

A todo ello, la Gran Bretaña mantenía su modelo industrial anterior, basado en el algodón, el carbón y la fundición de hierro, la concentración de pequeñas empresas frente a los consorcios industriales grandes que se iban formando en Alemania o USA, mientras los nuevos altos hornos Siemens y Bessener, cambiaban las fundiciones por acero, los sectores nuevos como la química se desarrollaban en Alemania, la inventiba de los USA, el desarrollo del refino a partir de la Standard Oil...

En todo caso, entre 1873 y 1896 la Gran Bretaña dejaba de ser la mayor potencia mundial. La caída de precios favorecía la aparición de una clase media trabajadora, pero no había una gran capacidad de crear grandes consorcios empresariales, más allá de algunos financieros, y la capacidad inventiva parecía reducirse considerablemente, sobretodo en sectores que no eran ni el naval ni el textil.

Durante la etapa de 1873, la reducción de precios y la crisis por sobreoferta, la aparición de industrial locales en Alemania, Cataluña, Lombardía, zona de Viena... Por lo tanto, para garantizar la colocación de productos el capitalismo se vuelve proteccionista, se buscan colonias para colocar los productos... Salvo la Gran Bretaña que mantiene el libre comercio a ultranza, se produce una ola de proteccionismo manufacturero en Europa. Incluso en USA, el fin de la guerra civil, con las ideas de Hamilton sobre la protección de la industria del Norte, frente a las ideas libre comercio del Sur.

Por lo tanto, lo que se verá entre 1873 y 1896 será una Gran Bretaña que acabará volcándose en colocar sus productos en la India, destruyendo la industria artesanal textil y naval, y sin poder recuperar su hegemonía.

Cierto es que en 1900, la Gran Bretaña seguía siendo el país con la renta per capita mayor del mundo, con inmensos intereses exteriores, con una libra fuerte, pero su economía ya no era industrial sino financiera, la City ganaba y el Lancastershire perdía. Pero era superada como potencia económica por los USA e incluso Alemania. Incluso Francia era capaz de montar industrias del automóvil y de aviación, mucho antes que los británicos.

El periodo de 1896-1914 fue un periodo de recuperación general, pero tras la guerra, la Gran Bretaña pasaba de ser un país acreedor a un país deudor. Los intentos de recuperar el valor de la libra para mantener sin problemas a la City y conservar sus intereses financieros, por lo que el Banco de Inglaterra, institución privada que mantenía intereses privados finacieros mantiene políticas de revalorización de la libra, con el mantenimiento del paro industrial en todas las zonas industriales del Norte ante una moneda fuerte que hace las exportaciones imposibles. El final se verá al acabar la segunda guerra mundial, un proceso relativamente rápido de descolonización y decadencia final.

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