lunes, 22 de octubre de 2007

Nuevas reflexiones sobre el dólar, Irán y el G7

Leo en la version española de Ria Novosti, sobre la prensa rusa del día, la posibilida de una oferta de negociar la crisis iraní:

http://sp.rian.ru/analysis/20071022/84960154.html

De Novie Izvestia

EEUU hizo a Moscú esta oferta: el emplazamiento de la defensa antimisiles en Polonia y la República Checa podría ser aplazado si Irán inhibe su programa nuclear. Si a Washington realmente lo preocupan los misiles iraníes, mientras Irán no abriga los planes de desarrollar su propia bomba nuclear, Moscú hace a ambos países esta propuesta de gran alcance: Irán recibe de los europeos tecnologías del ciclo nuclear completo bajo las garantías diplomáticas de Moscú. Paralelamente, Moscú construye para Irán las necesarias centrales electronucleares. Washington, por su parte, aplaza la instalación de la defensa antimisiles en Europa hasta 2015 como mínimo y se compromete a no emplear la fuerza armada contra Irán. Tal es, según las fuentes diplomáticas, la esencia de la idea promovida hace unos días por la delegación rusa en Teherán. Los interlocutores iraníes prometieron estudiarla.


Esto estaría en línea con la resolución de la crisis de Turquía y los kurdos y por otra parte con la reunión del G7 en Washington este fin de semana.

Si la idea básica es que aumente el precio del petróleo para aumentar los dólares en el mercado, ya sea para resolver de forma monetarista una posible crisis de liquidez. Eso sería así ya que al aumentar el precio en dólares del petróleo los activos que circularían en dólares aumentarían ya que los movimientos de los futuros, la velocidad de transacción de futuros como producto financiero, aumenta sensiblemente. Aunque por otra parte el aumento de dólares del precio supone demandar para dicho mercado más dólares y sacarlos de la circulación de otros mercados, con lo cual se supone que ayuda a mejorar otros activos en dólares. Por una parte supone una mejora en las presiones de inflación con revalorización de las bolsas, y por otra un aumento de la masa en dólares de activos totales. Cuando el fin de la crisis se produce, los dólares sobrantes suelen ir a bonos del tesoro americanos como valor seguro. Mientras tanto se consiguen otras cosas muy interesantes sin demasiados traumas. Por ejemplo, los países del golfo, cargados de petrodólares y con monedas ancladas al dólar, deberían retornar la gran cantidad de dólares existentes por la revalorización de activos para no aumentar su inflación, con lo que mejor cambiar esos dólares y hasta ahora se hacia en activos USA (ya que las otras partes del mundo industrializado, Japón y Europa, disponen de superavit).


Sin embargo, ahora parece que los dólares sobrantes no irían tanto a USA. Existen más posibilidades de invertir en otros lugares. Junto a la posibilidad de desvincular las monedas del dólar, la mejora de los mercados monetarios locales y las oportunidades de inversión en euros, o yenes y además en activos globales como en minas de África o la bolsa de Sanghai.
Junto a ello la posibilidad de que si compran deuda en ese momento nadie garantiza que la tenencia de deuda en manos de Rusia y de China no colapse a la baja el mercado a la par de que al no consegir los flujos de capital necesarios, el dólar colapse a la baja.

Por lo tanto, los escenarios más factibles es tirar el dólar a la baja para corregir por fin el déficit pero para ello es necesario que el resto de países no adquieran medidas proteccionistas. Por lo tanto los mensajes han cambiado en dos días. Es decir, el primero aceptar la caída del dólar, el segundo que aún no ha sonado, evitar medidas proteccionistas. Y de momento nos vamos olvidando de guerras. A ver si es verdad.

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