jueves, 15 de noviembre de 2007

Una mirada a la economía USA

La deuda USA tanto privada como publica, alcanza los 53 billones de dólares, de los cuales 9 billones son de deuda pública, tampoco es tanto, como un 70% del pib considerando que el Japón tiene un 160%

pero claro, el Japón es una economía exportadora

Así que 53 billones entre 300 millones de usamericanos, hacen como 176.000 dólares de deuda individual, lo que para una familia de cuatro miembros es como 700.000 dólares de deuda

vale, quitemos la deuda publica, pues aun nos queda casi 150.000 dólares por persona

Eso que quiere decir,?

pues la deuda publica no demasiado aunque el déficit federal va a aumentar mucho en el 2008, pero se puede decir que los parámetros, aunque preocupantes, están dentro de unos límites

sin embargo, la deuda y sobretodo el mantenimiento del déficit por cuenta corriente, significan que tarde o temprano se acabará llegando al límite en el cual las familias y las empresas ya no podrán endeudarse más y eso repercutirá directamente en el consumo,

de eso se trata, la señal que se empezó a dar el año pasado sobre impagos viene precisamente de ahí, de que las familias o al menos unos sectores importantes de la sociedad, ya no podían hacer frente a los gastos

Pero eso es solo una señal. la señal de inflación creciente significa un aumento en los gastos que no siempre se pueden permitir, mientras las empresas juegan a los ajustes salariales,

la inflación aumenta en tiempos de crecimientos hasta que se come la capacidad de gasto de un sector importante de la clase media y este deja de consumir, digamos que mientras afecta a un % determinado por debajo, no pasa nada, pero a medida que avanza la inflación, más niveles de la pirámide de distribución de renta dejan de consumir y por ello acontece la disminución del consumo y la crisis, sobretodo cuando existe una delgada línea roja en determinados niveles de distribución de renta que forman la frontera entre lo beneficioso o no del sistema inflacionista

(aparte de los efectos nocivos inflacionistas debido a la toma no adecuada de decisiones de inversión en entornos inflacionarios)

pero en USA tenemos varias cuestiones, la reducción de la capacidad de consumo de la clase media acuciada por las políticas empresariales para tontos, (eso que se dedican a imponer sistemas de control de costes para mejorar resultados, en vez de sistemas de mejoras), por otra parte el problema global de la inflación en dos sectores básicos: el oil y los alimentos.

Dentro de este contexto se entiende la necesidad de bajar tipos para poder reducir las cargas de las familias sobre la deuda y mantener el consumo, pero sin olvidar lo que significa en términos de inflación.

Pero si las familias están endeudadas y no consumen pero si bajamos tipos sólo lo justo para mantener el consumo presente, que peligro hay de inflación? el peligro de inflación sobre los alimentos y el petróleo son globales, y el problema es que no dejaran de apretar sin que antes no aparezcan problemas empresariales que lleven a ajustar costes (paro) e inicien el círculo de la crisis: paro, ajustes de consumo, reducción de actividad, más paro...

Y sin embargo eso puede influir en la reducción del déficit exterior, pero lamentablemente el déficit tiene tres componentes básicos: los artículos superbaratos made in China que se alimentan de la caída de poder adquisitivo de la clase media, los automóviles, sobretodo asiáticos y europeos de alta gama, y la factura de petróleo

El déficit se esta reduciendo precisamente por la menor venta de automóviles coreanos por la apreciación del won. eso lo que hará es trasladar la crisis a corea del sur, otro país que dejará de comprar lo que sea que vendan los usamericanos,

Por lo tanto, yo diría que los problemas estructurales de USA provienen precisamente del deterioro de la clase media que sino no comprarían made in china, de la decadencia de la industria automovilística americana con sus deslocalizaciones, y de no realizar ningún ajuste estructural a nivel energético favoreciendo todo el entramado de lobbies de la industria del petróleo,

naturalmente existen muchos otros problemas como la decadencia y falta de competitividad de las acereras y siderúrgicas, por ejemplo Alcoa no puede mantener los niveles de competitividad de Alcan por el precio más caro de la energía, cuestión relacionada con la desregulación del mercado y la falta de inversiones de largo plazo,

asimismo, como la falta de competitividad.

La cuestión de los transportes, la falta de planificación a nivel estatal en infraestructuras salvo aquellas que se realizan de forma privada. La red de ferrocarriles en decadencia, aunque los aeropuertos mantienen sistemas de gestión eficientes de carácter privado.

Las empresas norteamericanas, además, imponen ciertos ritmos de aceleración de resultados mucho más directos que el resto del mundo. El capitalismo acelerado norteamericano es simple cuando se considera sobre principios de producción simples, pero no para el desarrollo de proyectos de largo plazo. Eso no quiere decir que no existan, y que no se desarrollo un elevado nivel de I+D, pero los resultados empresariales mandan en algunos casos, y las prisas en los sectores donde se imponen suponen una condena segura al medio plazo.

Desde luego, para el país del consumo, la aparición de nuevos productos, adecuados a un mercado tan grande y a la vez suficientemente homogéneo en su carácter cultural, supone una ventaja para el desarrollo de nuevos productos. Aunque eso no signifique una ventaja fundamental en tecnología primaria. Además de los costes por mano de obra cualificada, a pesar de las enormes importaciones de este tipo de personal, supone mantener unos sueldos imponentes y unas condiciones de vida que aumentan los costes finales.

En cierta manera la dependencia del consumo de la orientación de las empresas, supone un talón de Aquiles además de una fortaleza, pero la caída del mercado por consumo puede suponer la entrada en el círculo vicioso de la crisis de actividad.

Los efectos contraproducentes de una caída del dólar importantes, se podrían ver precisamente en la salida de cerebros desde USA a otros países, cambiando la dirección de flujo tradicional. Y es que no sólo se trata de unos cuantos países europeos o el Japón, sino de numerosos países con capacidad para disponer de unas cuantas empresas con capacidad para mantener a una parte de los cerebros, como la India, la China, Corea...

La cuestión se complicaría aún más si como se dice, la situación actual se encadenaría con el pico de producción del petróleo. Claro que tal teoría se sostiene en una serie de teorías geológicas, que en este casi sí, tienen una réplica importante en las teorías alternativas rusas sobre el origen no fósil del petróleo. Juzguen ustedes, mediante las teorías fósiles se consigue un acierto de un 10% en proyectos de investigación de nuevos campos, mediante la teoría de origen interno del petróleo, un 60%, lo cual hace que Rusia se haya convertido en el primer productor mundial y que otros países como Kazaghistan o Vietnam hayan encontrado grandes cantidades de petróleo.

En todo caso, las teorías sobre las estrategias de economía imperial, desarrolladas por el dólar y sus mercados cautivos, también tienen especial importancia en el contexto actual. No sólo se encuentran más alternativas como el euro, sino además que los países emergentes suponen un aumento en el número de alternativas reales. Incluyendo el aumento de las relaciones sur-sur por las que quizás una crisis interna USA no afecte tanto al resto del mundo.

Por lo tanto, se cruzan numerosas cuestiones en los planteamientos de las situación actual de la economía globalizada encabezada por USA. Por una parte las dudas internas, cuya cuestión más visible o propagada, es la crisis del crédito pero que es mucho más profunda. Por otra las alternativas mundiales a los sistemas de estrategia neoliberal, incluyendo políticas contestatarias en el mercado del petróleo como es la alternativa de producción en países no tan vasallos.

Si Rusia encabeza la producción mundial, su influencia aumenta en cuanto que cuenta con el sistema de oleoductos que controlan las producciones de Kazhastan y Azerbaiyán. En total Rusia puede poner sobre la mesa 9,5 millones de barriles, Kazhastan 4,5 y Azerbaiyán 2. Lo cual da 16 millones.
Si Irán puede controlar otros 4 millones, y Noruega, que no vería con malos ojos un mercado en euros, otros 4 o 4,5 millones de barriles junto a una producción Venezolana de casi 3 millones. Lo cual nos da otros 11 millones de barriles. Otros países como Libia, Sudán, Ecuador... podrían poner unas cantidades importantes complementarias a este mercado alternativos, sin olvidar producciones internas como los 2,5 millones de China o el millón de barriles de Vietnam. En total, podemos considerar la producción no controlada por USA de petróleo en unos 41-42 millones de barriles, lo que significa la mitad de la producción. En el mercado del gas, el porcentaje sería mucho mayor, al menos en los mercados de exportación, aunque existe mayor autoabastecimiento de los países demandantes.

Las condiciones geopolíticas también influyen en este entramado de diversas formas, sin capacidad de control por parte de USA de los resortes mundiales. Por ejemplo la negativa China a sobrevaluar el yuan, un muy duro golpe sin el cual no es posible reducir el déficit comercial de forma significativa. O las reservas de dólares de las que disponen China, pero también Rusia, o incluso cierta contestación interna en los países del Golfo al iniciar los pasos para desvincular sus monedas del dólar para evitar inflaciones internas.

Además existe otra amenaza a medio plazo para la economía dólar, la constitución de áreas de moneda común a semejanza del euro. La más avanzada la de la moneda común de los países del Golfo. Después la de Latinoamérica y por último la moneda común del Asia Pacífico, la menos desarrollada. Con economías en crecimiento y con monedas regionalizadas, el dólar no parece tener demasiadas salidas, no como moneda de reserva ni como alternativa segura ante crisis.

En un mundo donde no exista una moneda hegemónica, se plantea la necesidad de unos mercados monetarios que deben funcionar adecuadamente y que reflejaran finalmente la capacidad de intervención de cada área en la economía global, ya sea mediante sus superávits o déficits comerciales, o mediante el poder financiero de sus bancos e instituciones financieras por medio de los flujos de capitales de un punto a otro. Aunque en este último caso, a pesar del volumen 50 veces superior de las transacciones financieras sobre las comerciales, éstas son más flexibles y tenderán a una mayor distribución o un apuntalamiento de las economías más atractivas.

Por lo tanto, las dudas a corto y a largo plazo de la economía mundial, presentan un abanico de posibles escenarios lo que puede suponer un aumento de las crisis.

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