jueves, 10 de abril de 2008

Petróleo, Rusia, ¿el desabastecimiento o el cambio de modelo?

Lukoil acaba de dar resultados. Hace poco los dio el gigante Rossneft. Lukoil aumenta beneficios un 27% y un 20% ventas. Básicamente parece que hay una tendencia a la disminución de las producciones de casi todas las petroleras rusas, de casi todas con la excepción importante de la primera: Rossneft. La compañía estatal prevee aumentar en un 10% a más de 112 millones desde 110 millones las toneladas de producción para el 2008 y aumentar un 5% las reservas que controla.

http://sp.rian.ru/onlinenews/20080408/104037417.html

http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=20601087&sid=ajP7tXbFeFlE&refer=home

En general se tiene la opinión de que la producción rusa, a la par de la de Arabia Saudí, tenderá a contraerse, lo cual supondría un peligro importante de desabastecimiento.

http://sp.rian.ru/analysis/20080228/100174374.html

Según lo comentado en el artículo reseñado anteriormente, el capitalismo depredador ruso de los 90 se ha beneficiado de la herencia soviética, y lo único que ha hecho ha sido explotar las reservas ya conocidas. Es decir, que a pesar de que la capacidad rusa de poner en marcha la industria petrolera por medio de medios autóctonos, llámese capitalistas oportunistas de la era Yeltsin, lo cual sorprendió a más de un servicio secreto de planificación económica, esta capacidad de inversión tiene un límite. El capitalismo ruso ha sido hasta ahora depredador de la propia herencia soviética sobretodo en materias primas. Aunque ha tenido éxito en la capacidad de poder mantener fuera, o al menos en la mayoría de los casos, a los oscuros intereses de las multinacionales occidentales. Sin embargo es a partir de ahora, o en pocos años, cuando los capitalistas petroleros rusos deberán enfrentarse por primera vez al reto de ser auténticos empresarios. Es decir, en la capacidad de arriesgarse en la búsqueda de nuevos campos y aumentar los recursos para la exploración.

Muchas de las pequeñas compañías locales, que explotan algunos de los grandes campos de las regiones, conectando intereses de oligarcas con políticos locales, cuando no se funden ambos intereses en la misma persona, puede que acaben por desertar de las filas del empresariado. Solo quedarían las grandes empresas con capacidad y con la cultura empresarial suficiente para continuar con la dinámica de inversión, exploración, riesgo y empresa. No es extraño que el FMI, siempre con sus interesados argumentos, diga que el crecimiento de Rusia se relentizará. Es posible.

A mi me parece que se producirá un relevo muy sano en la cúpula de las empresas extractivas. Las empresas privadas de oligarcas locales acabaran por ser absorbidas o sustituidas por unos pocos gigantes. Y entre ellos las empresas gemelas Gazprom y Rosneft. Por lo que los intereses de los hidrocarburos rusos acaban de nuevo siendo asunto del estado y la etapa de depredación acabará por fin.

Rosneft cuenta con los técnicos de Yukos y con la capacidad de exploración basada en las teorías abióticas del petróleo, cuenta con todo el respaldo del estado y cuenta con gigantescas zonas de exploración jamás tocadas, desde el Ártico a la Siberia Oriental, las zonas del Caspio Norte o del Mar de Ojhosk.

Desde luego que la tarea no es fácil. De los grandes yacimientos del Ártico ya explorados, de 15 posibles solo 2 están en producción (uno es el de Stokholm con los Noruegos), otros como Sahalin II plantean problemas políticos o semipolíticos, lo mismo que otros grandes yacimientos como el de Kushana en Kazastan, las dificultades técnicas suponen un aumento en los volúmenes de las inversiones y de los tiempos. Lo cual supone que las pequeñas (o no tan pequeñas) empresas de explotación locales rusas, acabaran por tirar la toalla y dejar el campo libre a un puñado de empresas encabezadas por Rosneft.

Todo ello me hace pensar que a pesar de que puede que en el medio plazo se produzca una distorsión en la producción rusa, tan importante para Europa, a largo plazo resurgiría de nuevo y posiblemente lo haría en un momento donde los agotamientos de los grandes campos como el de Gawar en Arabia Saudí, (responsable de 4,5 millones de barriles al día por si solo), ya serían más que evidentes.

Si a la vez no hay un aumento en la capacidad de los grandes yacimientos en prespectiva como el propio de Kushana o el de Topi en Brasil, podemos tener tensiones de producción en el medio plazo pero con un poco de suerte las tensiones podrían relajarse en cuanto se acepten varias premisas:

- que el petróleo barato se ha acabado

- que los nuevos yacimientos son más costosos de explorar y explotar en dinero y tiempo

- que es necesario la extracción con utilizaciones de otros tipos de petróleos más complejos para el refino

Todo ello hace pensar en un aumento de precios, y puede que en crisis de desabastecimientos a medio plazo pero no en un desabastecimiento completo a más largo plazo. Además de considerar que la capacidad de explotación en mayores profundidades puede suponer una mejora en las producciones.


Naturalmente detrás de ello existen algunas cuestiones interesantes. Si como se dice sin suficiente fundamento científico, los hidrocarburos provienen de unos dinosaurios que se cayeron en un pozo, es evidente la limitación futura de la producción. Si por el contrario se mantienen las tesis mucho más racionales del origen profundo en el manto de la Tierra del petróleo, lo único que hace falta es buscar en más profundidad y tener claro que no será nada fácil ni nada barato.

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