sábado, 19 de julio de 2008

La política imperial USA: China, Oriente Medio, Rusia.

Tengo la impresión de que los estrategas de largo plazo de USA, ya hace tiempo que tenían pensado una serie de planes contra los crecimientos o renacimientos de China y Rusia y también como forma de dominio sobre la región estratégica de Oriente Medio y también Asia Central.

En el primer caso, tengo la impresión de que las estrategias contra China han ido de la mano de las estrategias económicas de largo plazo. Es decir, aumento del precio del petróleo e intentar la reevaluación de la moneda local. China tiene una grave debilidad en su crecimiento que se basa en su dependencia de las exportaciones, sin haber desarrollado, aunque están en ello, un mercado interno. Eso lleva a que el 30% del PIB (así de memoria), sea el superavit externo, básicamente el comercial.

La estrategia norteamericana es la misma que la que se hace servir con otras potencias provinciales dependientes del imperio como Alemania o Japón. Dejar que trabajen, importen dólares y después producir las devaluaciones adecuadas.

El caso ya pasó en Japón a partir de la crisis de 1989. En la segunda mitad de la década de los 80, Japón era la potencia hegemónica, los expertos decían que en 30 o 40 años sobrepasaría en el PIB global a USA, que si los pequeños coches Honda o Toyota inundaban el mercado, si la industria de automoción de Detroit se podía dar por muerta... los japoneses compraban estudios cinematográficos, edificios emblemáticos de Nueva York... los japoneses daban miedo. En 1989, a raíz de la crisis económica, el Japón, a instancias de los USA, revaluaron el yen. Las consecuencias fueron una estanflación que duró 15 años y de la cual no se han recuperado.

Tengo la impresión que la acumulación de dólares por parte de Japón, China, Rusia y los petropaíses, dejan a estos en posición de debilidad frente a la FED y su capacidad para mover la política del dólar. Por lo tanto, si no se quiere una inflación o una hiperinflación, lo mejor es revaluar frente al dólar. Los experimentos ya se dieron en países con cambio fijo al dólar, en los años 90, en México en 1994 o en la Argentina en el 2001. Los chinos ya han tenido que insistir varias veces sobre su sistema bancario para que aumente los ratios de depósitos sobre prestamos para reducir la capacidad de crecimiento de su masa monetaria. La inflación preocupa y por otra parte se han realizado apreciaciones controladas pero no al ritmo que quieren los USA. El tiempo se encarga de corregir pequeñas variaciones en los cambios, no así un cambio duro. En ese aspecto, los chinos han mostrado bastante resistencia y capacidad financiera para entenderlo.

Pero existen otras dos cuestiones relacionadas con la estrategia desplegada, por una parte la triplicación en los costes del transporte de contenedores lo cual supone reducciones de la competitividad. Y finalmente la propia crisis interna que reduce la demanda en los países importadores de productos chinos. Ello tiene consecuencias ya que supone de momento, una caída en las exportaciones del 12%. Sobre el PIB eso puede suponer cerca del 3%. Por lo tanto los crecimientos chinos hay que suponerlos de pasar de entorno al 9-10% anual, a posiblemente el 5-6% a medio plazo durante la crisis. Eso supondría una auténtica catástrofe en la estructuración actual de la economía china y veremos como se sale de esta. Naturalmente, en ese aspecto, la flexibilidad de la economía norteamericana, al menos lo demostrado históricamente, es adecuada para recuperación más o menos rápida. Al menos en la impresión histórica aunque hay que ver los propios daños causados sobre la economía y también sobre la propia sociedad.

Oriente Medio y Asia Central:

Aunque consideradas dentro de una misma estrategia, las guerras de Irak y Afganistán corresponden a dos procesos diferentes. En el primero el control del área del petróleo pero también en la capacidad para tensionar los precios del dólar, lo cual supone reforzar la estrategia contra China.

Las ventajas de despliegue son muy variadas, desde la apertura a las empresas multinacional, al reforzamiento de la presencia USA en los países del Golfo o el control sobre los suministros de las reservas de la zona para el futuro.

En contra, los gastos quizás son más elevados de aceptable, aunque el principio de tensión se ha de mantener.

En el segundo caso, Afganistán, se da respuesta a otro escenario completamente diferente. Al diseño de las infraestructuras de la zona de Asia Central. Como imperio marítimo que es, a USA le interesa que el diseño de las infraestructuras que definirán los flujos de materiales y de personas del futuro, vayan desde el interior a la costa, desde los oleoductos desde Azerbaiyán hasta Turquía, de los gaseoductos y oleoductos desde Turkmenistán o Kazajistán hacía Pakistán. Y es que hay una competición importante por este diseño donde Rusia y China tienen mucho que decir y lo están diciendo.

En este caso, se puede decir que la guerra de momento, la está perdiendo los USA, pero desde luego que esta guerra no ha acabado. No hay que extrañarse de que Obama diga que quiere reforzar la guerra en Afganistán. Aunque el factor de la fortaleza financiera rusa es un factor que quizás ha sido subestimado. La estructuración del CSO, La Organización de Cooperación de Shangai, es la estructura más segura sobre la que se está construyendo esta planificación alternativa. En este caso los movimientos de USA mediante el intento de integrar un caballo de Troya como Pakistán, que garantice por una parte poner un factor de inestabilidad dentro de la organización, como UK dentro de la UE, como para garantizar el acercamiento de India. Pakistán es el factor determinante de la estrategia imperial para Asia Central, el punto final de los muelles de embarque y de control de las materias primas de esta zona para el imperio marítimo.

En este aspecto, las cosas no parece que vayan bien, desde el cambio de posiciones del Uzbekistán en 2005 después de un intento de asesinato de los servicios secretos occidentales de su presidente, a la capacidad de Gazprom de obtener las ventajas claves en países como Turkmenistán y avanzar posiciones en Azerbaiyán. Además de que la guerra en Afganistán se está demostrando mucho más dura que en Irák con amplias zonas sin controlar por la insurgencia y la resistencia afgana con claras pérdidas de posiciones en muchas zonas rurales sobretodo en el Sur y suroeste.

Uno de los factores a considerar para el aumento de gastos en las operaciones y en los planes, tanto en Afganistán como en Irák, consiste en la compra de las diferentes facciones para ganar al menos su neutralidad, lo cual supone otro coste añadido posiblemente no contabilizado y en algún caso financiado a través de comercio de la heroína desde el control de dicho tráfico por el hermano del presidente Karzai, los vuelos de la cia y su distribución utilizando las mafias turcas y sobretodo kosovares.

Rusia:

La estrategia con Rusia es completamente diferente. A los USA les ha debido sorprender la capacidad de recuperación rusa durante el periodo Putin. El control de los recursos y de los medios de comunicación, la desarticulación de los elementos distorsionadores internos como los oligarcas rusos de la era Yeltsin, y la conversión de Gazprom y en menos medida de Rosneft, como agentes estratégicos globales al servicio del estado ruso.

La inmensa capacidad de acumulación de divisas es una consecuencia de la política estratégica a seguir para China. La economía rusa y la china han resultado ser relativamente complementarias y por lo tanto su asociación a través del CSO supone una reducción de la capacidad USA de golpear con gravedad a cualquiera de las partes por separado. Los diseños rusos de infraestructuras en el Lejano Oriente y en Asia Central, se complementan bastante con las ideas transversales propiciadas por China. Aquí faltaría sin embargo la idea de planificación de la India para tener un cuadro completo de las estrategias del Asia.

Pero sobretodo la capacidad de resistencia rusa proviene de su capacidad militar heredara de la antigua URSS. Cierto es que durante un tiempo, durante el tiempo de Yeltsin, la capacidad rusa ha sido casi nula. Pero la capacidad estratégica nuclear, a pesar de todo, se ha mantenido para garantizar lo de la Capacidad Mutua de Destrucción. La idea según la cual un ataque nuclear dejaría suficiente capacidad en el oponente como para destruir a si mismo al atacante.

Esta idea militar se ha puesto en entredicho por la estrategia nuclear y del DAM, el escudo antimisiles norteamericano que se intenta desplegar en Polonia y República Checa. Si por una parte se intenta reducir los misiles nucleares mediante tratados, por otra se intenta capacitar de un escudo adecuado que minimice las pérdidas del segundo golpe a algo asumible. Eso significaría la capacidad para amenazar seriamente a Rusia con un ataque nuclear.

No creo que sea esa la intención final, la de destruir a Rusia de forma nuclear, pero las ventajas que supone para atar la intervención rusa o de cualquier adversario ante la amenaza nuclear total norteamericana, le daría mayor capacidad de intervención militar a lo largo del globo. La posibilidad de intervención militar en zonas calientes como Georgia, o el Asia Central, quizás serían mucho más probables y suficientes como para cambiar la diplomacia a su favor. En todo caso, USA se enfrenta a dificultades técnicas y económicas muy graves para el desarrollo eficaz de dichos planteamientos incluyendo la capacidad tecnológica de respuesta rusa que podría dejar sin poder efectuarse esa capacidad de alcanzar la minimización en la estrategia de respuesta nuclear. También se ha planteado la opción de resistencia interna dentro de países que acogen parte del DAM como Chequia o Polonia pero no se trata de nada absolutamente grave. Claro que los retrasos suponen una reducción de las probabilidad de que sea realmente efectivo. Y por supuesto, aunque se alcance alguna efectividad en el sistema es dudoso que se mantenga por mucho tiempo y también que en caso de que sea exitosa, se pueda explotar adecuadamente en los puntos calientes, sobretodo Asia Central.

A todo ello, la cooperación con China puede desarrollar también una capacidad militar y nuclear auxiliar al bloque encabezado por Rusia. Pero se supone que el plan de estrangulamiento del desarrollo económico de modelo chino sería exitoso y por lo tanto reduciría la capacidad china de prioridad en este campo.

USA:

El despliegue de las estrategias citadas ha supuesto hasta ahora llevar a la sociedad y la economía norteamericana al límite de sus capacidades, y eso sin garantías de existo completo. Podría ocurrir que los objetivos se alcancen de forma parcial por una parte y que no sean demasiado permanentes. Se supone, como he comentado anteriormente, que la economía USA tiene mayor capacidad para salir de las crisis económica que cualquiera de sus rivales. Pero los cambios en los modelos socioeconómicos con aumento de la pobreza y división social fuerte, junto con el descontrol en los gastos, lo cual es beneficioso para algunas empresas y bancos, podría minar las bases económicas del desarrollo interno. Junto a ello los planteamientos que se realizan a nivel global sobre varias formas de dominio como las organizaciones internacionales dominadas por la ideología imperial, o el propio papel del dólar en el sistema de intercambios comerciales e incluso financieros. La prioridad sobre las zonas anteriores ha supuesto el abandono de otras zonas como Latinoamérica que realiza su propia búsqueda de soluciones para desvincularse más del imperio, o incluso de África donde China ha avanzado en sus posiciones sobre el control de las materias primas.

Resulta estimulante analizar la capacidad de los USA para poder alcanzar las planificaciones diseñadas o bien si la propia ambición de los objetivos puede socavar las propias bases del imperio y puede sufrir una considerable implosión. Desde luego que la solución o al menos algún atisbo de la misma, puede producirse por medio de la evolución de la actual crisis económica global y sobretodo la crisis interna norteamericana.

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