sábado, 19 de julio de 2008

OT Los cambios que se avecinan. Virginia, Youtube, las discográficas y otras lindezas.

Este año he seguido OT. No es que lo haya visto todo pero medios hay y muchos. Desconozco lo que pasó con el concurso el año pasado pero este año tiene cuotas de audiencia bastante importantes, de cerca del 30% de Share.

Gran parte de esa capacidad lo ha tenido el tema Virginia y el enfrentamiento con el resto de compañeros y de todo lo que se ponía por delante salvo el inefable Risto, sin duda el más valioso ser del programa.

Sin embargo eso del piensa mal y acertaras parece que tiene todas las probabilidades de ser real, así que pasemos al análisis de las cosas.

En primer lugar considerar que Universal, una de las cuatro grandes discográficas, se hizo con ValeMusic, la discográfica de Gestmusic, no se si a finales del 2006 o a principios del 2007. Por lo tanto, salvo los contratos que se mantengan en vigor, Universal/Vale, pasa a competir en igualdad de medios con SonyBmg en la capacidad para dar a los triunfadores una buena edición o base de composición musical. En principio no hay base para no considerar la posibilidad de realizar discos que no sean versionados, como hacía Vele como productora independiente sin producción de edición propia. Aunque el concurso, parece ser que sigue manteniendo la preferencia por acuerdo con Sony para el vencedor, los dos siguientes se pueden mantener con Universal/Vale sin menoscabo de su capacidad para obtener un buen producto musical.

Desde este punto de vista, de independencia de la parte de la producción musical del de la producción del programa, se puede entender el giro hacia más reality del concurso, cuestión más interesante para quien lo contrata, Telecinco, y menos presiones para cuidar la imagen de los concursantes para una futura carrera musical.

A pesar de ello parece que los derechos de imagen en alguna forma, vayan a parar a Gestmusic, o quizás no. Es decir, la idea de que al independizar a los tres finalistas de los derechos de imagen pueda entender que no sea necesario la emisión de la última semana de resúmenes y 24 horas de lo que se quejan los fans. Obedecería quizás a que los derechos de imagen también irían a parar a las productoras musicales y por lo tanto, mejor dejar de emitirlos. En definitiva, se trata de que la carrera de los tres finalistas si podría tener un diseño musical puro, frente a los derechos de imagen del resto de concursantes que serían y podrían ser carne de plató al menos hasta que empiece el siguiente reality. Eso ya lo veremos si vemos a los tres finalistas más de lo necesario en programas estúpidos de Telecinco como la noria o Copia Rosa. En ese caso, este análisis de desvinculación de los derechos de imagen tendría más sentido.

Pero pasemos a las discográficas en sí y a los tres finalistas. A mí me gusta Virginia, pero fuera de esta predominancia personal no puedo dejar de pensar que todo estaba y está planificado desde el principio. Virginia debe ser la ganadora o al menos debe quedar al servicio de Sony Bmg.

La idea básica es que los tres finalistas ya eran conocidos desde el principio por las dos productoras: Virginia era conocida por Sony y tanto Chipper como Pablo lo eran por Universal. Resulta fácil ver la vinculación de Chipper con Universal por su currículo. Quizás la idea es preparar un producto que sea negro, angloparlante y a la vez con capacidad para cantar en español. Quizás el mercado norteamericano puede tener un hueco en ese producto. Sacar a Chipper de Australia y traerlo a España en ese tipo de estrategia me parece un movimiento empresarial muy típico de las multinacionales. No hemos de olvidar tampoco el acoso al cual están sometidas las discográficas a nivel mundial. Por una parte la piratería que cada día hace menos rentable lo de sacar discos al mercado. Por otra, y como consecuencia de lo mismo, el papel de una organizadora de conciertos como Live Nation que está pegando fuerte para quedarse con los derechos de cantantes como el caso reciente de Madonna. La propia estrategia de Radiohead de desvincularse de Emi y sacar su trabajo de forma gratuita por internet, cuestión copiada por otros grupos musicales que juntan las dos partes del negocio, por una parte la edición o composición y por otra la interpretación, unido a que ya son grupos consagrados y conocidos.

Ya hemos hablado de Chipper, podemos considerar también que Pablo, otro de los finalistas, también era conocido a través de su grupo Niño Raro, del cual hay muestras en internet. Por lo tanto, la participación de Pablo en el concurso sería una especie de promoción para el futuro del grupo, seguramente bajo los auspicios de Universal/Vale.

Por último nos queda Virginia. En este caso su vinculación con Sony podría venir de la mano de la elección de la cantante sustituta de uno de los grupos claves de Sony en España: La Oreja de Van Gogh. Se enviaron maquetas musicales para el concurso de sustitución de Amaia Montero de las cuales se quedaron con cerca de 100 para realizar una prueba en vivo en San Sebastián. Virginia fue una de las que pudieron acudir a esa prueba en vivo. Sería muy extraño que en dicha prueba no estarían representantes de la discográfica y quizás a partir de ahí el interés de Sony por preparar un producto en torno a Virginia. Y para ello que mejor que prepararlo a través de OT y realizar una promoción adecuada.

En este caso se contaría con alguien como Risto Mejide, publicista y relacionado con la música. En su web nos pone su relación con otros grupos musicales como Radiohead, U2, Beck... es decir, artistas que han estado bajo el control de Emi o de Sony. También es ese aspecto es interesante ver a quien se lleva a la academia como artista invitado para hacer charletas, aseguraría que todos ellos están o bien dentro de Sony o de Universal, como los Jonas Brothers que pertenecen a RCA, filial de Universal como Avril Lavigne con quien hacían la gira.

En todo caso, los intereses del programa a través de Risto Mejide, debían de ser de lo más variado, desde la campaña de publicidad de BBVA o SonyBlue a través de una campaña adecuada de identificación del azul con la que posiblemente sea la ganadora, Virginia. Después por supuesto la idea de aupar a Virginia a través de factores emocionales, y la propia idea de mantener el concurso en altas cuotas de pantalla que es del interés de todos. Sin embargo existen intereses secundarios como la visión más reality de Telecinco sobre aspectos más musicales, o de Gestmusic sobre los intereses de imagen. En todo caso, hay incapacidad para analizar todo al detalle sin contar con más información (aunque tampoco es un tema que se pueda decir muy muy interesante).

Pero además de los aspectos discográficos y televisivos y de publicidad del programa, hay otros movimientos más interesantes y de fondo que me hacen pensar en esta edición de OT como algo importante. En primer lugar la propia identificación de Virginia fuera de valores defendidos por los programas de Telecinco. En este caso se trata a una concursante que no responde a los típicos cánones del concursante de reality, aquel que surge de los suburbios y cumple algún tipo de sueño de triunfo con el que se identificarían muchos de los habitantes de estos barrios de clase trabajadora. Más bien se identificaría con un tipo de personal de clase media y media alta, de educación de colegio privado y valores más tradicionales. Al menos es la imagen que nos deja. Frente a ello la imagen de choni poligonera de Sandra o Noelia, o de diversión desenfrenada del libertinaje gay como Iván. Y a pesar de ser unos valores que no contarían con la identificación de buena parte de los televidentes, quizás sea la crisis o lo que sea, pero a conseguido aunar muchas sensibilidades de los que no se identifican con ese tipo de valores de barrio. Más o menos la revolución de que las clases liberales también existen frente a la identificación barriobajera y choni a lo Belén Esteban predominante en muchos programas de Telecinco. Una imagen más de la idea progresista frente a una imagen más tradicionalista, donde valores como la dignidad y el respeto, y no venderse por unos minutos de salir en la tele, donde valores más identificativos con la derecha, parece que tienen más sentido en una tele más chabacana como telecinco. ¿Quizás eso signifique la revolución de valores? ¿Quizás la ley del péndulo empieza a cambiar al retorno de la sociedad desde unas posiciones de valores de mayor educación y respeto frente a un hedonismo desenfrenado de igualación de libertad con libertinaje?. En ese aspecto creo que el duelo Iván-Virginia representa esa lucha de valores, lo mismo que el enfrentamiento de Virginia con el resto de chicas surgidas de los barrios trabajadores para intentar cumplir un sueño. El retorno a la dignidad de las clases liberales y clases medias y medias altas, de la educación y de los valores tradicionales o más conservadores. O al menos esa es la imagen.

Pero por último está otro de los factores claves de este OT, la llegada masiva de Youtube y de internet en otras formas de difusión. En esto el contencioso de Telecinco con Youtube. Y es que mediante el contrato de unos pocos con el 24 horas, o a través del BBVA, la posibilidad no solo de poder grabar y difundir la información, sino sobretodo la capacidad para ser independientes del propio canal de televisión. A través de los videos colgados se puede discriminar lo que interesa y lo que no, se puede hacer un seguimiento sólo de Virginia dentro de la academia o seguir las galas en diferido sin necesidad de ver el programa sólo con lo que interesa como las actuación y las valoraciones de un concursante concreto. Naturalmente esto ha sido más acusado en el caso de Virginia que cuenta con una masa muy importante de seguidores. Pero sin necesidad de interactuar con Telecinco ha sido posible crear horas y horas de videos en internet resumiendo lo más interesante.

Este aspecto llega a ser incluso contraproducente para las propias discográficas. Si bien se han beneficiado de algunos aspectos concretos por la competición entre fans para aumentar el numero de descargas de pago en por ejemplo iTunes, también es cierto que ha sido posible colgar cientos de videos de los conciertos de OT de Barcelona y Zaragoza como posiblemente también lo sea del de Madrid. Así pues se puede comparar y hacerse una idea del espectáculo para acabar pensando que no vale la pena ir ya que es igual o parecido y ya se ha visto. Por lo que los patrocinadores deberían aumentar costes y aumentar la imaginación ya que el negocio fácil de repetir lo mismo por cada ciudad por donde pasan, no se si va a tener mucho éxito. En todo caso es un aviso. Si hasta ahora, las discográficas podían dar por perdida la batalla por la piratería, es posible que dentro de poco también puedan hacerlo con los conciertos puestos que es fácil a día de hoy poder ver las actuaciones de los grandes artista como la actuación de Blondie o de Bruce, a través de la red sin necesidad de salir de casa y cuando se tenga tiempo. Otra cosa es que se mantenga como el cine, es decir como acto social de encuentro para pasarlo bien y como una forma de ocio en grupo. Pero desde luego que la necesidad de ir para seguir la carrera profesional o para ver el espectáculo disminuye por medio de la capacidad para poder encontrarlo en la red de forma sencilla.

Por último la reflexión sobre la caducidad a medio plazo de medios como la radio o la televisión, que quedarán arrinconados para analfabetos de internet en el futuro no demasiado lejano, ante la capacidad de internet para crear sus propios contenidos y la difusión libre de los mismos.

No hay comentarios: