jueves, 21 de agosto de 2008

Consecuencias de la guerra del Caucaso.


(sistema Iskander que puede ser desplegado en Siria)


Parece que no se sabe de quien ha sido la idea pero la guerra fría va camino de volver a instalarse aunque mucho más lejos de la Europa Central. Rusia ha limitado la expansión de la OTAN en su espacio vital. Hay líneas que seguramente no se podrán pasar. La cuestión de Kosovo parece que no fue de agrado alguno de los rusos, pero tan alejado de sus centros de poder, Rusia queda muy lejos ahora de los Balcanes. Rusia no puede intervenir en los Balcanes, pero si lo ha podido hacer en Georgia y ello tanto por cuestiones de proximidad, como por errores de Saakasvili (o de quien moviera a Saakasvili), o incluso por aprovechar las situaciones diplomáticas y reales ya existentes como los acuerdos de garantía de paz sobre Osetia del Sur.

Pero no hay que olvidar dos cosas:

-Primera que en Europa es muy difícil moverse. El único aliado fiel de Rusia es Bielorrusia (para algo se llaman casi igual), y Armenia si consideramos el Caucaso como parte de Europa. Ni siquiera en la casi república independiente de Transdniestria, podría moverse demasiado bien. Pero las posiciones de la OTAN no son tan fuertes con fuertes minorías rusas en los países bálticos y sobretodo en Ucrania donde vemos la lucha de poder entre Timoshenco y Yakunovic. Yushenco no ganó las elecciones o al menos no pudo formar gobierno pero está ahí. Y no hay que olvidar que el gas y el petróleo que consumen los ucranianos proviene de Rusia y está fuertemente subvencionado. ¿Aceptaría Ucrania, con su crisis galopante, pagar mucho más caro el gas por entrar en la OTAN? Hasta el momento Rusia se ha mostrado tolerante, ha subvencionado el gas y ha apoyado a empresas ucranianas. La desconfianza ucraniana hacia el nacionalismo ruso tiene muchos justificantes históricos pero entre la fuerte minoría rusa y los intereses económicos veremos como se desenvuelve la situación. Cierto es que USA paga bastante dinero a Ucrania en conceptos de ayuda pero también que buena parte es para compra de material militar norteamericano, y nadie garantiza que una vez en la OTAN se siga ayudando. Para eso, la OTAN tiene a la UE, para obtener el dinero necesario para compensar con ayudas a los nuevos países.

Segunda: Rusia es un país inmenso con intereses muy fuertes fuera de Europa. Es precisamente en Asia Central y con China, aparte de con algunos otros países donde se están reforzando acuerdos económicos, diplomáticos e incluso militares. La posibilidad de que Rusia se mantenga e incremente su papel como árbitro energético en Europa, es más que palpable con los movimientos y acuerdos en Turkmenistán, Azerbaiyán, Libia, Irán, Kazajistán... Si la OTAN mantiene unas posiciones muy fuertes en Europa, casi infranqueables, no es lo mismo en Asia Central o en otros muchos sitios del mundo.

En el aspecto diplomático parece que las cuestiones relacionadas con Abjasia y Osetia se han definido algo más, pero desde luego en dirección contraria a la deseada por Georgia y la OTAN. En todo caso parece que la posibilidad de integrarse, aunque sea de forma unilateral, en la Federación Rusa, puede acabar de definir las fronteras del Caucaso, al menos entre Georgia y Rusia. (Quedarían muchos otros problemas como Nagorno Karabaj...)

En otros aspectos es evidente que se han adelantado en cuestiones pendientes como en el despliegue del DAM en Polonia. Un despliegue de pacotilla, ya que los Patriots no son los misiles pensados para el DAM pero eso no es problema para que puedan ser ‘renovados’ en su momento. Eso es lo que gana USA sobre los asuntos pendientes de agenda. Pero retrocede la cuestión de la entrada georgiana en la OTAN. La gran pregunta es que pasa con la ginda del pastel, es decir, Ucrania.

Estos movimientos en Europa, no dejan de tener su importancia pero no se si los planificadores estratégicos de Washington han calculado también la capacidad de Rusia para abrir nuevos frentes. Si hasta ahora ha habido colaboración con Rusia en el G8 y en las reuniones OTAN-Rusia, puede que si se echa a Rusia de tales lugares sea mucho más contraproducente para la OTAN que para Rusia. En el G8, hay que decir que parece como si Rusia fuera un invitado pobre. Nada más lejos. Rusia ya tiene un PIB superior al canadiense y está muy cerca de superar a Italia. Con su velocidad de crecimiento del 7% anual, con su capacidad exportadora de materias primas y con su autonomía para tomar decisiones de planificación económica, es evidente que no tardará demasiado en colocarse como quinta potencia económica mundial tras USA, China, Japón y quizás Alemania. En cuanto a la colaboración con la OTAN es evidente que pueden aparecer armas de alta capacidad en escenarios no adecuados para la OTAN. Durante la guerra rusoafgana de los años 80, la guerrilla afgana fue alimentada por material norteamericano. La capacidad para dar material nuevo y adecuado al tipo de guerra en Afganistán podría ser fácil y sencillo y rentable para los rusos. En otro orden, parece que con Siria ya se ha planteado el despliegue de elementos antiaéreos que pueden utilizarse como los Patriots contra misiles. Y también la capacidad para integrar el espacio de defensa con Bielorrusia y desplegar armas sofisticadas en el pequeño pero estratégico enclave de Kaliningrado. La vuelta a los misiles intermedios, misiles de crucero y sobretodo el frenazo a los acuerdos de desnuclearización. El despliegue de nuevos submarinos con misiles nucleares y sobretodo la capacidad para desplegar más misiles intercontinentales y frenar la jubilación de los viejos, sobretodo los SS18 y los SS19. Todo ello plantea más incógnitas que soluciones. Un despliegue de problemas que pueden considerarse desde la prespectiva de nuevo de la guerra fría. Solo que Rusia no tiene intereses estratégicos importantes fuera de su territorio o por lo menos lejos del mismo. La integración de la CSO en Asia Central con los intereses chinos y también el control del Ártico. Frente a ello la resistencia al imperio puede aumentar considerablemente en muchísimos escenarios lo que hace que los planificadores de Washington puedan considerar no rentables cosas que antes si lo podían ser. Y tal como se mueve la situación económica norteamericana, (también por parte rusa podría haber un desgaste en las posiciones mundiales del dólar), podría ser necesario replantearse muchos esquemas.

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