lunes, 22 de septiembre de 2008

Y se han decidido: hiperinflación.

La intervención de los mercados financieros en la operación de salvamente supone en principio soltar al mercado 800.000 nuevos millones de dólares para el ente que preveen crear y otros 400.000 para un depósito de una Corporación Federal de Seguro de Depósitos. Aunque no es seguro y aún se tienen que definir, supone la entrada de por lo menos 1.000.000 millones de dólares pagados desde los presupuestos federales o la deuda pública.

El excelente aunque algo catastrofista artículo de Mike Whitney, ( http://www.rebelion.org/noticia.php?id=73103&titular=%E2%80%9Cnadie-sabe-qu%C3%A9-hacer%E2%80%9D- ), incide en la debilidad de la problemática de la economía financiera norteamericana.

Haciendo un pequeño ejercicio de microeconomía con oferta y demanda de productos financieros, si consideramos la contracción de la M3 como una contracción de demanda y por lo tanto un movimiento en la curva de demanda de productos financieros, al aumentar artificialmente la M3 solo podemos alcanzar el equilibrio mediante el movimiento de la curva de oferta monetaria en expansión, lo cual significa que al final, por los mismos productos financieros se pagará más. Bienvenidos al inicio de la inflación de activos financieros.

Lo malo de dejar a Paulson y a Bernanke como apaga fuegos es que el primero no proviene del mundo de la economía, sino de los negocios, lo cual es diferente. Mientras Bernanke es un conocido convencido antideflacionario. Ya se sabe, lo del helicóptero.

Mientras voy escribiendo voy viendo el movimiento del dólar. Y el movimiento de los mercados financieros del petróleo. El dólar baja y el petróleo sube. Está claro su poca credibilidad lo mismo que la credibilidad de la deuda pública norteamericana. Si la idea es la de provocar una gran hiperinflación que pueda reducir el conjunto de la deuda nacional, la credibilidad del dólar quedará completamente tocada. Eso también implica la poca capacidad de la economía norteamericana para ser flexible y pasar de una economía financiera a otra más realista.

En principio creía que la capacidad para llevar de un sitio a otro los efectos de las medidas inflacionarias o antiinflacionarias, tardaban un tiempo. Pero es en la economía real, no en la economía de clic de ratón de los mercados financieros. Veremos adonde nos lleva la primera fase y si se cambian las tendencias de fondo.

En todo caso, estas medidas, para mí, no tienen nada que ver con las contracciones de las curvas de demanda de productos financieros producidas por el gran desapalancamiento debido a la carrera por reducción de riesgos desde los puntos de reducción de las burbujas reales como los precios inmobiliarios a los que aún les faltaría, según algunos, una caída de los precios de un 20%.

En todo caso, la economía norteamericana está realmente apasionante. Ver si logran salir de esta o si se precipitan va a ser divertido. En todo caso no creo que vaya a ser una salida de crisis limpia y rápida. Puede que en una primera ola, se pueda definir un acabamiento pero que al cabo de pocos meses o incluso de algún año, los problemas continúen y se produzca una serie de crisis y recuperaciones cortas que definan el escenario de decadencia general de la economía norteamericana.

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