miércoles, 8 de octubre de 2008

Nosotros también tenemos un plan. El plan de ZP, sobre la crisis.

Actualizando, rebobinando, analizando eso de la crisis

Pues seguimos con los modelos de inyección de inflación. Esta vez por medio de la reducción de tipos y las inyecciones en Europa. Y como es lógico, los dos grandes indicadores al alza, por una parte el oro, aunque no demasiado habrá que seguirlo y por otra los pares sobretodo de eurusd y de usdyen. Sobretodo el usdyen que dado los tipos del 0,5 del BoJ es difícil que se cargue contra el yen por bajada de tipos. Ahora por debajo de 100, mientras que en las posiciones de descarga del carry se llegó al 90 pero de forma muy puntual.

En definitiva que lo que hay que ver, es si las medidas inflacionarias pueden con la deflación o no. Y tal como lo están haciendo pues es bastante complicado.

En España además se suma la falta de imaginación quizás. Se ha copiado el Chupiplan Paulson, lo llamaremos chupiplanZP, o el ChuZPiplan. Por lo menos demostraremos tener una pizca más de imaginación. Bueno no se ha copiado del todo porque de haberse copiado seguramente estaríamos hablando de unos 70.000 millones de dólares, aunque considerando el precio del euro pues casi casi. Y ¿por qué no me gusta ese plan fuera del hecho de que no me gusta el fondo ético o falta del mismo que pueda tener?. Pues es sencillo. Se trata de un plan de apoyo a los sectores más desarrollados de la economía española, sobretodo al bancario.
La economía española no se podrá recuperar hasta que no se ajuste a unas proporciones adecuadas. Eso quiere decir que por ejemplo el constructor no debería sobrepasar el 7% del PIB. Es decir la reducción a la mitad de la actividad en ese sector y en toda la industria auxiliar. Lo que podría suponer una contracción del 10% o más del PIB. Pero no sólo en actividad sino también en precio. La vivienda debería reducir su relación a la renta familiar por encima de 7 a lo lógico de 3,5-4 años de renta familiar para compra de vivienda.
Esa reducción de actividad y de precios significa una reducción de algo parecido a los dos tercios, en el negocio de hipotecas y por lo tanto, una reducción importante en la actividad bancaria. Si los bancos consiguen que la inmensa actividad de crédito inmobiliario pueda ser trasladada a otros sectores pues adelante, pero sino, y es lo realista de pensar a corto plazo, ese porcentaje en los porcentajes totales de crédito dedicado al inmobiliario en todas sus facetas (hipotecario, crédito a promotoras y constructoras), debe caer. Y contra más rápido caiga mejor.

Así que los 30.000 millones de euros deberían de servir mejor al desarrollo de la actividad empresarial en nuevos sectores, que como siempre en el panorama español, se realiza sin planificación alguna e improvisando. En lugar de entregar esos 30.000 millones a los bancos para compras activos ‘buenos’, mejor utilizar el ICO u otras vías de financiación del ministerio de industria.
Pero es igual, puesto que sin supervisión alguna, los activos ‘buenos’ van a confundirse con aquellos que no estén relacionados con subprimes norteamericanas, es decir, prácticamente todos, y por lo tanto nada impide comprar crédito de empresas que a los dos días se declaren en concurso de acreedores. Eso sí, se supone que son buenos porque no tenían subprimes. Esa cuestión de la supervisión de los créditos me parece la más peligrosa pero no por ello deja de tener peligro muchos otros aspectos del ChuZPiplan.

Volvemos a lo mismo. Mientras no haya ajuste de las actividades que crecieron desaforadamente y sin limitaciones como un tumor, no habrá una recuperación sana. Es necesario retornar a la actividad de unas 300.000 viviendas años, claro que con no se cuantos millones por vender, difícil. Pero a la vez a la reducción de precios a fin de reducir el endeudamiento de las familias. No se trata solo del desarrollo de un sector concreto, sino también del desajuste en el endeudamiento familiar que será difícil de corregir con hipotecas a 30, 35 o 40 años.
Ya es hora de empezar a comprender que España no es ninguna potencia económica mundial, ni siquiera de segundo orden. No somos ni Corea del Sur, ni India, ni Rusia ni siquiera Brasil. Y por supuesto que no somos ni el Canadá, ni Italia, ni Alemania.

Se hace urgente dos aspectos fundamentales:
- El apoyo a sectores que pueden estar pasándolo mal aunque no estén en el meollo de los desajustes que han provocado el problema, como el automóvil o cualquier sector industrial.
- El desarrollo de una planificación, aunque se salte todo lo bien visto por la UE y el liberalismo en vigor, relacionada con sectores por los que apostar con firmeza, planificando empresas semipúblicas, I+D+i, planes de protección mientras crecen, garantías de permanencia y de puestos de trabajo de calidad.

No se puede ir apoyando a sectores sobredimensionados, ni apostar por políticas estúpidas y retrógadas como decir que los jóvenes tienen están sobreformados cuando la realidad es que el empresariado del país esta subdesarrollado, y cuando se apuesta por sectores de mano de obra barata sin productividades ni capacidades de exportación ni de mejoras en los procesos o los productos. A no ser que se quiera hundir el país.

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