lunes, 9 de julio de 2012

El caso Libor y las teorías de las conspiraciones.

La teoría de la conspiración no deja de ser un tratamiento en el que los medios 'serios' se refieren a los outsides de la información cuando se hace referencia a algo que suena a mafia, excesivo cambalachismo, e ilegalidad de altas esferas.

Tenemos un caso interesante en las reuniones Bilderberg. Eran poco más o menos la punta de lanza de las teorías conspiranoicas aderezadas por teorías para llevarlo al absurdo como templarios, iluminatis... Y luego resultó que sí, que sí que existían. Naturalmente este paso al conocimiento de masas solo se ha podido realizar por medio de la evolución de internet, primero los buscadores y después blogs y otras capacidades de poner informaciones minoritarias al alcance de mayor número de personas.

Ahora bien, volvamos al escándalo Libor. Es interesante como los medios 'serios' tratan la información. En primer lugar como un escándalo, en segundo lugar desfibujando los detalles. Se trata de llevarlo a un caso más de codicia de unos pocos, y si puede ser de alguien en concreto como algún subordinado operador operando en solitario mejor. En realidad la conspiración empieza en los medios y en considerarlos no como fuente de información sino como base de desinformación y chapa y pintura de escándalos (nótese el uso de la palabra escándalo en lugar de estafa o delito).

Zerohedge nos lleva por ese punto. http://www.zerohedge.com/news/things-make-you-go-hmmm-such-transition-conspiracy-theory-conspiracy-fact. Es imposible que para manipular el LIBOR alguien actuara de una manera en solitario pues se necesita al menos de 13 de los 16 referentes implicados en realizar la referencia diaria para que tenga algún sentido. Y por supuesto el visto bueno de los reguladores y del propio Banco de Inglaterra. La teoría es la misma que la que nos cuenta Max Keiser. Todo es una gigantesca estafa, un esquema Ponzi con una banca donde no existe la competencia sino una estructura jerárquica a mayor gloria del conjunto para llevar las políticas generales por el camino necesario.

El LIBOR es la base del inmenso mercado de derivados en tipos de interés que a la vez sirve para controlar los mercados de coberturas en los pares de divisas y también los mercados de bonos. Estamos hablando de las tres patas principales del mercado de inversiones de papelitos (la cuarta, las acciones, no son tan importantes).

Junto a eso sumamos las estructuras de participaciones cruzadas que nos llevan a muy pocos puntos finales en las los esquemas de propiedad financiera y corporativa: State Street, BlackRock, Barclays Invesment, Vanguard, Fidelity... unos pocos, un puñado, incluso un par, de fondos controlan finalmente el esquema de propiedad de todas las corporaciones de la llamada economía global. ¿COnspiración? Las teorías conspirativas nos llevas a que los Rotschild tienen el dominio con una fortuna inmensa de un centenar de trillones de dólares a lo que siguen los Rockefeller (más modesta). No, eso no sale en Fortune, esta gente domina también Fortune o Forbes para no salir. De hecho de lo que nos cuentan es que personajes como Soros o Murdoch son meros agentes, tentáculos de este poder.

En todo caso, quizás pueda ser exagerado pensar en un solo Amo detentador de la fortuna mundial pero si se prefiere no hace falta pensar mucho para observar que los intereses individuales son demasiado grandes y las manos son tan pocas que es inevitable que se lleguen a acuerdos. El comercio mundial de alimentos está controlado por unos ocho corporaciones encabezada por Cargill (ninguna de ellas tiene eco en los tabloides salmón o al menos no con respecto a su importancia), junto a ellas empresas como Monsanto, Netsle y unas pocas más, controlan el mercado mundial de alimentación. Mercados que a su vez se cotizan y marcan sus precios en los mercados de derivados de Chicago. Aunque al menos en este caso existe un oligopolio de control del comercio que puede considerarse como con poder suficiente como para marcar dichos precios.

Sin embargo en otros mercados como el LME o el NYSE de derivados se marcan precios como el cobre y sobretodo el petróleo. Y sin embargo debería ser la empresa chilena del cobre por ejemplo, con el 40% del comercio mundial quien debería marcar el precio. Eso no es así, el cobre se controla en precio desde Londres o Chicago o Nueva York, la City o Wall Street.

Cada tercer miercoles de cada mes, media docena de responsables (y no llegan) de los principales emisores de derivados de Wall Street se reunen en Manhattan para hablar... ¿de qué? ¿de putos habanos?. Y por supuesto seis únicas corporaciones de medios de comunicación dominan el 90% de la información y el ocio televisivo en USA. Solo seis y no nos encontrariamos con sorpresas si empezáramos a indagar quien las controla accionarialmente.


Tenemos pues un esquema de control completo y sin fisuras que unifique a bancos, mercados financieros, corporaciones, medios de comunicación y a la casta política? Las actuaciones del Banco de Inglaterra con el Libor demuestra que giraban convenientemente la cabeza. Lo mismo que en la manipulación de los mercados de Muni bonos en USA. Y de la misma manera que determinados organismos trasnacionales actuan para determinados interese concretos, sea el FMI o el OMC y su tribunal de arbitraje.

No solo eso sino que pagan muchos miles de millones para otras cuestiones de cobertura, la capacidad para crear think tanks, universidades enteras, premios nóbeles y todo lo demás a fin de crear absurdos ideológico para sustentar los principios de la estructura de control y poder. Ideologías luego difundidas por los propios medios y en definitiva se trataría de una amalgama de intereses demasiado convergentes y demasiado aglutinados entre sí como para no creer en teorías conspirativas.

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