jueves, 5 de julio de 2012

La crisis de 1837: ejemplo de crisis de liquidez.




En 1833 hubo una ley bancaria en Inglaterra que aseguraba los nuevos bancos por acciones frente a la banca tradicional. Bancos como Hoare frente a bancos como Barings. Los primeros se dedican a la tradicional administración de ahorros, rentas y depósitos y los segundos aprovechaban del nuevo boom del progreso para financiar el ferrocarril. La década de 1830 fue la era dorada de las inversiones ferroviarias iniciadas por la Liverpool- Manchester.

En USA sin regulaciones como las emanadas del Parlamento inglés siendo un país más joven y dinámico hubo también un cúmulo de inversiones. Los canales como el del Eire en 1825 permitían las comunicaciones y la navegación fluvial con el vapor y el Mississippi. Canales y ferrocarriles. Los ingleses ya habían tenido su propia fiebre de los canales en el último tercio del siglo anterior lo cual había acabado también en otra fiebre especulativa con burbuja y bluff.

Sin embargo se van a dar una serie de circunstancias diferentes. El la década de 1770 Adam Smith nos habla de los papeles comerciales, los billetes nuevos que se ponen en funcionamiento y permiten que haya mayor liquidez en el sistema ya que doblan la cantidad de moneda. De hecho se llevan haciendo experimentos durante los inicios del siglo XVIII.

Ahora bien, tanto la legislación bancaria inglesa de 1833 como la dejadez en asuntos monetarios de los norteamericanos permiten un nuevo experimento, la circulación de papel garantizado por oro pero con la expansión del multiplicador. Los bancos emiten moneda, billetes pero siguiendo la máxima del banquero emiten una cantidad muy superior de billetes en relación al oro depositado. Eso es lo que provoca la expansión del crédito que permite financiar los ferrocarriles a través de la especulación bursatil durante toda la década.

En USA hay una expansión sin precedente de liquidez. Lo que incluye un aumento considerable de la inflación, con el aumento del precio de las tierras y por lo tanto la presión sobre el gobierno de vender tierras en los nuevos territorios a precios altos para no hacer caer el precio.

En 1835 es tanta la cantidad de moneda que el gobierno tienen problemas para saber que puede hacer con el dinero recaudado ya que incluso la deuda estatal ha desaparecido. Hay una serie de cuestiones constitucionales queriendo entregar dinero a los estados para mejoras regionales y luchas en el congreso por tales asuntos.

La cuestión es que todo se basa en la creación de este dinero nuevo a partir del oro (una estafa ya que los billetes debían garantizar el cambio por oro en cualquier momento cosa que hubiera sido imposible de realizar). Pues bien, la estafa tiene su punto final cuando el presidente Jackson promueve en 1836 una ley para cortar con la inflación: las nuevas tierras gubernamentales que reparta el gobierno deberán ser pagadas en oro y plata.

Y aquí es donde todo se desploma. La demanda de oro y plata ahora requiere que los banqueros devuelvan las bases de sus garantías y el sistema no puede hacerlo. Así pues se producen bancarrotas y todo lo que viene detrás. En la City, mirando lo que viene del otro lado del Atlántico y habiendo realizado las mismas prácticas se pone en duda todo el sistema y el oro empieza a ser demandado.

Durante los años posteriores, 1838 a 1840, habrá una crisis de proporciones importantes. Esto dará lugar a la nueva ley Peel de 1844 para evitar que los bancos puedan emitir billetes y solo el Banco de Inglaterra lo podrá hacer. Y por lo tanto a partir de entonces solo el banco de Inglaterra acumulará el oro y será utilizado por el resto de bancos como garantía final. Lo cual incuba las siguientes crisis posteriores.

La crisis de 1837 puede ser vista como un pequeño ejemplo de la crisis actual, la expansión de liquidez sin necesidad basándose en la codicia de los banqueros. Lejos quedan las palabras de Adam Smith en que consideraba que el aumento del dinero era bueno pues suponía que el comercio, en expansión, no quedaría constreñido por las necesidades de metales. Claro que una cosa es adecuar la oferta monetaria a las necesidades de dinero y otra muy diferente sobrepasarlas claramente, de forma rápida y abusiva.

En 1971 la onza de oro se pagaba a 35 dólares. Hoy en día a 1600. Más de cuarenta veces. En 1971 el pretroleo era algo de demanda rígida que se pagaba a 1.8$ barril, hoy a 40 veces más.¿Muestra el proceso real inflacionario? La expansión final de la liquidez en los últimos 40 años se ha debido al sector financiero, a la creación de productos financieros apalancados, a la inmensa cantidad de derivados y a las políticas de barra libre y expansión del crédito y de la imprenta de la Fed. Al contrario de en 1830 el dinero no ha ido a parar a proyectos interesantes como canales o ferrocarriles. Las .com fueron un aviso, el dinero se afianzó en burbujas como el suelo, y se multiplicó por medio de la ingeniería financiera multiplicando el crédito y la liquidez mucho más allá de cualquier necesidad real de la economía productiva y del comercio mundial.

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