La NO LUCHA contra el fraude de Rajoy y compañía.

Soraya Saenz de Santamaría tiene fama de trabajadora. De empujar a los diputados de las comisiones a reuniones y redactados. Pero a mí cada día, desde que está de portavoz, me recuerda un poco más a Leire Pajín. Qué cruel.

Quizás había que recordar que a medida que se sube en responsabilidad el trabajo tiene más de talento que de esfuerzo. Y a la esforzada Soraya parace que ya le empieza a ir un poco grande.

Pero una cosa es la incompetencia y otra diferente el querer engañar al personal. Tengo cada día más asentada la idea de que los políticos y en general mucha gente que cree tener poder y mando se piensa que la gente que no lo tiene, los mindunguis de la calle son idiotas. Algo de eso debe de haber repasando lo que dicen telediarios y diarios y cotejándolo con información real. El pueblo al que se le engaña tiende a ser engañado a perpetuo.

Y aquí vayamos a por las medidas económicas del nuevo gobierno Rajoy. En dos o tres semanas que llevan haciendo eso de las comparecencias de los consejos de ministros creo que recordar (no he visto ninguna pero he leído) que en ningún caso se ha mentado para nada a los parados. Si mal no me equivoco dicha menudencia se deja de momento a los acuerdos patronal-'sindicatos' puesto que de todos es sabido que para Marianito y Soraya la que escribe mucho, esto se soluciona reformando cuatro leyes y tres convenios. Faltaría más.

De momento parece que lo que les quita el sueño es algo llamado déficit público que subieron escandalosamente de un 6% a un 8% y después al 8,2% por arte de magia. Puesto que en cuatro días que llevan en sus cómodos butacones es imposible hacer una auditaría sobretodo cuando mucho de ese déficit ni siquiera corresponde al estado sino a autonomías y entes locales. Aquí nos encontramos ante un ejemplo de terapia de choque a lo klein, y el pueblo se lo traga. Ole.

Por supuesto esos sirvió para desmentir a los cuatro días de sentarse en sus butacones, las promesas electorales de no subir impuestos y mantener el poder adquisitivo de las pensiones. Ni uno ni otro y nos quedamos cortos puesto que esto solo acaba de empezar. El IVA seguramente será lo siguiente.

Eso sí, parece que Marianito (notese la degradación del nombre a medida que avanzamos escribiendo), le ha dado por intentar resucitar el ladrilleo. Tonto tonto no es del todo puesto que descubre que es muy difícil que otra cosa sustituya al ladrillo, pero claro, que el tocho está agotado. Aunque no sé si alguien se lo ha querido decir o el Opus le ha dicho que rece mucho.

Ahora bien, después de varias semanas de clamar por otras cosas, parece que sí, que se han resuelto a combatir el fraude fiscal. Pero tranquilos queridos defraudadores. Es solo un desliz verbaloide de Sorayita para calmar a las masas poligoneras del papel 'cuché'. Que en el fondo no parecen que vayan a tener mucha intención. Faltaría más.

Veamos lo que ha dicho la dicharachera Leire... perdón, Sorayita. Dicen que van a combatir el déficit hasta los 8100 millones de euros. (Incluso ha dado una cifra más exacta, será porque quizás así hasta parece seria). Claro que si luego nos preguntamos si eso es mucho o poco y empezamos a cotejar pues descubrimos el pastel. Pastel por cierto y rigor periodístico que no he visto, como es habitual no verlos, en ningún tabloide de la prensa engañabobos nacional.

Según los técnicos de hacienda, el fraude fiscal es de cerca de 90.000 millones de los que 30.000 corresponden a fraude laboral a la seguridad social. Otros 43.000 a las grandes empresas que tienen cuentas en paraisos fiscales y muchos medios para engañar al personal, 16.000 a las PYMEs y 1.500 a los fontaneros y electricistas que no te cobran el IVA. Notese a diferencia de lo que dice la leyenda popular, por donde van los tiros. Aunque la leyenda popular tienda a señalar con el dedo al fontanero, El Corte Inglés o Repsol (y ya no digamos nuestro amigo Botín y su Santander), tendrían mucho más que decir. Aunque no lo dicen puesto que para eso hay listas de particulares y empresas en claro ejercicio de prevaricación, protegidas e intocables desde el ministro de turno que no parecen cambiar con los cambios de colores (colores de marketing) en los despachos ministeriales. La España de la estafa empieza muy pero que muy arriba.

Es decir, 8100 millones de los 90.000 que se huelen los inspectores. Ole. Pero dicho como se dice pues hasta parece mucho. Lo mejor del caso es ver si los otros, los del otro color y mismo olor, hacían tanto. Pues no. Sorayita, y Marianico, los trabajadores infatigables, resulta que se han propuesto en este caso trabajar menos. Hacienda dice haber recaudado en su lucha contra el fraude 9.200 millones pero claro, son las rebajas, la crisis, el déficit, esas cosillas que por arte de magia convierten la cifra en menor. Así que de hecho la declaración es bastante clara:

"Eh, que no vamos a hacer nada, incluso menos que nada por el fraude asínnn que tranquilos queridos defraudadores que llenáis los bolsillos ajenos, el PP para lo que mandéis".

Pues en esas estamos, en España, el país de la carnaza y el jolgorio donde la pandereta está más en vigor que nunca. Viva marianico y sorayita.