viernes, 15 de agosto de 2008

Postguerra en el Caucaso.

Parece que las cosas se van normalizando en Georgia y poco a poco sabemos más y tenemos más información.

Personalmente, la duda más importante es saber hasta que punto el ejército georgiano fue dañado en la ofensiva rusa del Lunes, después del desgaste al que fue sometido el Viernes y el Sábado.

Georgia tenia un ejército de unos 37.000 hombres para una población de 4,5 millones de personas. A pesar de ello hay que considerar que esos 4,5 millones incluyen las regiones secesionistas, no sólo Abjasia y Osetia del Sur sino también Ahzaria y además considerar que hay un millón de georgianos viviendo fuera del país. Muchos de ellos en los antiguos estados exsovieticos de alrededor, el Caucaso ruso, Armenia... pero también muchos de ellos trabajando en la propia Rusia, cuyo alto grado de crecimiento ha provocado en los últimos años un fenómeno de inmigración desde las antiguas repúblicas exsovieticas. Son contabilizar que aún muchos de estos exsoviéticos universitarios tienden a elegir universidades rusas por su elevado prestigio y ratio calidad/precio.

Por lo tanto considerar un ejército de 37.000 hombres es como considerar que España tiene uno de 400.000, a todas luces desproporcionado a pesar de los peligros internos y externos. Lo cual hace pensar que dependiendo del desgaste producido va a ser difícil reorganizarlo.

Una de las preocupaciones de los rusos estos días está en el contenido de la ayuda humanitaria enviada por USA. La posibilidad de envíos de armamento para reanudar un tipo de combate aunque sea del tipo guerrilla.

A pesar de los grandilocuentes sollozos de Saakasvili diciendo que los rusos controlan un tercio de Georgia, lo cierto es que aparte de las zonas de Osetia del Sur y Abjasia, los rusos controlan la zona que se extiende hacia el sur, hasta Gori, incluyendo esta importante ciudad, y en el Oeste las zonas ocupadas por el ejército y la milicia hasta el puerto de Poti.

La destrucción de infraestructuras militares, aunque para la propaganda norteamericana da igual civiles que militares, todo es un crimen cuando ellos no hacen lo mismo en otro país, continúan en la zona controlada. La duda está en si se inutilizan, al menos parcialmente, las instalaciones de la estación petrolífera portuaria, uno de los dos brazos del oleoducto georgiano. En principio BP cerró el oleoducto el Martes y todavía lo mantiene cerrado, al menos que yo sepa.

Y es que los soldados rusos se pasean a su aire sin grandes signos de anarquía. Los que si que han acompañado a los soldados son los milicianos osetios que han estado vengándose a su manera de las atrocidades georgianas. Incendiando y quemando casas, robando todo lo que podían, y matando a quienes opusieran resistencia. En este sentido un ejército de ocupación debería, según el tratado de Ginebra, velar por la seguridad de los civiles. Claro que no se trata de un genocidio sino más bien de un saqueo generalizado. Ayer una periodista georgiana fue tiroteada en un puesto de control del ejército ruso mientras trasmitía en directo, por un miliciano presumiblemente osetio, que se dedico a robar lo que fuera ante la mirada de los periodistas y los soldados rusos. Me pregunto donde estaba tan valiente reportera el viernes y el sábado pasado mientras el ejército georgiano limpiaba a su propia manera el pueblo que podía ser del hombre que la disparó. Al menos parece que este tipo de venganza está siendo algo controlada por los rusos. Las milicias osetias, en número de centenares, entre quizás 500 a 1000, acompañados por unidades rusas para que no se desbanden en exceso, se dedican a su particular venganza y cobro por los daños ocasionados. Junto a ellos pues todo tipo de bandidos y mafias llegadas de cualquier punto del Caucaso incluyendo Georgia, con ganas de sacarse unos dineros extra. Esta táctica de atemorizar a la población local, de provocar el desplazamiento sirve bien a aumentar la tensión en la propia población georgiana. Se habla de unos 70.000 desplazados. La ciudad de Gori de unos 50.000 habitantes, apenas debe de tener un 20-30%. En el Oeste, las noticias son de mucha mayor tranquilidad. La tensión se acumularía contra Saakavili que sería un objetivo muy interesante para Rusia.

Por otra parte se puede demostrar que hay entre los rusos numerosas unidades de las llamadas chechenias. Unidades de profesionales, soldados pagados con muchos años de servicio y experiencia en Chechenia. Como la división 42. Las bajas en el ejército ruso fueron mayores entre las unidades de reclutas. Fue precisamente la concentración de tropas profesionales y su cercanía al teatro de operaciones de Osetia, la que permitió la ferocidad y contundencia de la ofensiva rusa el lunes.

A ello se deben de sumar voces críticas en altos mandos del Ejército ruso retirados, abogando por la mala ejecución de algunas cuestiones como el envío del Tu22 o cuestiones de mala utilización de la fuerza aérea sin haber limpiado del todo los elementos antiaéreos que costaron bajas innecesarias. Por otra la crítica a que la guerra no debería haber acabado tan pronto y se debería haber sido más duro y ocupar mayor territorio. Considerando que las guerras una vez que empiezan, tienen sus propias dinámicas internas y que ya no están sometidas a consideraciones tan políticamente correctas, sobretodo si quien las empieza son los otros. La incidencia de haber cedido tan pronto a la paz de Sarkozy, podría suponer según estas críticas, daños en los intereses geopolíticos rusos. Sin embargo hay que tener en cuenta que el teatro geopolítico podría ser mucho más amplio que la pequeña Georgia y extenderse a todo Medio Oriente.

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