viernes, 18 de marzo de 2011

Libia, hoy es un día triste.

El coronel Moamar el Gadafi es un corrupto. Se ha dejado llevar sobretodo desde que abandonó a golpe de bombardeo la lucha contra el imperio, por los aromas del dinero. El nepotismo y dejarse llevar por las extravagancias de sus hijos y por lo tanto por la necesidad de desviar grandes sumas de dinero para sus allegados cercanos han emblandecido al coronel. Demasiadas tentaciones para un solo hombre en el poder, a pesar de que en teoría no es más que un líder espiritual sin cargo alguno. Desde luego eso es falso. Como también es falsa la mayoría de las mentiras con las que durante muchos años le han pintado los medios de comunicación dirigidos desde Langley.

No, en Libia se respiraba un ambiente de corrucción, de rencor por no poder repartirse también los inmensos beneficios del petróleo. Algo que sin embargo, en su grueso aspecto se ha trasladado a la inversión en el capitalista mundo occidental. 80.000 millones en teoría que podrían ser más de 400.000 millones de dólares. Por supuesto manejados por personas de confianza. Nada de manos ajenas y descontentas por eso mismo.

No obstante se Libia seguía siendo un país puntero. Puntero en desarrollo humano y puntero también en los índices de pobreza o de falta de ella. Los videos desde Trípoli o Bengassi no pueden ocultar el numeroso tráfico rodado con automóbiles relucientes. Dos millones de inmigrantes trabajando en los trabajos sucios, donde la estrella era el desarrollo de los recursos hídricos, los inmensos acúiferos subterráneos capaces para que Libia pudiera producir cosechas para alimentar a 50 millones de personas.

Pero nada de lo otro es cierto. A golpe de mentira se monta una imagen falsa de tirano, de asesino, de masacrador sin escrúpulos. Bombardeos contra población civil inventados, uso de armas pesadas contra población civil inventados... ese es el gran problema que Gadafi en el fondo y más que Gadafi el gobierno y el ejército libio (no unos supuestos mercenarios que no existen), han sido relativamente cuidadosos en evitar baños de sangre. Por supuesto que ha habido violencia, empezando por los asaltos iniciales a comisarías y cuarteles desde el primer día de la revuelta. Más que una revuelta un golpe de estado violento. Mientras las fuerzas de operaciones especiales, occidentales pero también egipcias y quizás tunecinas, apoyan dichas operaciones.

Revoltosos militantes entrenados y aleccionados en Egipto. ¿Se entiende ahora por qué había que sacar a un Mubarak reticente? No, todo ha sido una mentira inventada por unos medios de manipulación de masas sin escrúpulos. El sensacionalismo vende pero también es bueno obedecer a los amos, no poner en duda el sistema absurdo de obtener información o desinformación. Datos que nadie comprueba. Se hacen fotos sensacionalistas y titulares catastróficos que llenan portadas y cuando se desmienten no hay rectificación alguna. Eso es manipulación. Manipulación continua para que las masas no protesten ante el uso de recursos públicos, los ejércitos y la carne de cañon de los soldados profesionales, en la búsqueda de latrocinios.

Especial interés el papel de ese agente de la CIA y antifrancés que se llama Sarkozy. La CIA tenía dos caballos de troya en Fancia, Sarokozy en la derecha y Jospin en la izquierda, así se apuesta. En España no hace falta nada de eso, todos obedecen.

Un día muy triste para que se perpetre el crimen y de paso ocultar el desastre incomparable que supone Fukushima. No, hay que ocultar Fukushima de la misma manera que Fukushima ocultó Libia. Lástima que Fukushima es imparable, es el fin de la era nuclear salvo que lo oculten. Y lo ocultarán. No les importará la vida de miles, centenares de miles de personas. Eso no ocurre, no tiene escrúpulo alguno. Vivimos en un mundo dominado por psicópatas, por tarados mentales asesinos y genocidas con muy poca capacidad de identificarse con las personas. Todos los que no sean como ellos no son personas, son esclavos a quienes explotar, o bien prescindibles a quienes bombardear por robar. Son gente que no les importa mentir, ocultar y desinformar sin ninguna verguenza. Prácticamente porque se ha demostrado que el mundo es estúpido y está lleno de gente estúpida.

El crimen se ha perpetrado o está a punto mientras el otro, el de Fukushima, un crimen por omisión, por codicia de no querer hacer lo que toca incapaces de entender que han perdido.


La única duda es que les han prometido a los rusos. O mejor dicho, como calmarán a Putin. Putin es nuestra única esperanza pues menuda esperanza pero es así.

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